COVID prolongado: la vacuna reduciría sus síntomas

- Por

Recientes hallazgos basados en una encuesta realizada en el Reino Unido muestran que la aplicación de una vacuna, especialmente la del laboratorio Moderna, disminuyó la sintomatología en casos de COVID prolongado. Sin embargo, se necesitan más estudios que avalen estos resultados.

COVID prolongado y sus consecuencias

La enfermedad por coronavirus 2019 (COVID-19) ha mostrado sorpresas en cuanto a los efectos del virus y a las potenciales secuelas que puede dejar en los pacientes afectados.

El período en el que la enfermedad es contagiosa comienza alrededor de 2 días previos al inicio de los síntomas, llegando a su máximo el día de inicio y disminuyendo durante los siete días posteriores. Por este motivo, es poco probable que se contagie luego de 10 días en casos de infecciones que son leves o moderadas.

Luego de la exposición al virus, el período de incubación es de hasta 14 días (por eso la «cuarentena»), pero, en la mayoría de los casos, es de 4 a 5 días.

El virus SARS-CoV-2 se manifiesta en su forma más grave con neumonía multifocal bilateral, visible en la radiografía de tórax, que cursa con fiebre, tos y disnea.

Posterior a las 3 semanas de iniciado el cuadro, entre un 10-87 % de los pacientes continúan con síntomas.

En un estudio que revisó a más de 70 000 casos de COVID-19, estos fueron los hallazgos:

  • En el 81 % de los casos la enfermedad fue leve (con neumonía leve o sin ella).
  • En el 14 % fue moderada (neumonía con hipoxemia).
  • En el 5 % grave (incluía pacientes con insuficiencia respiratoria que requirieron ventilación mecánica, presencia de shock o falla multiorgánica).

Secuelas de la COVID-19

La mayor parte de las personas afectadas por la enfermedad se recupera completamente en unas pocas semanas. Sin embargo, algunos casos, aún aquellos que han tenido una forma leve de enfermedad, continúan manifestando síntomas posteriores a su recuperación inicial, la cual, en ocasiones, puede persistir durante meses. A esto se lo llama COVID prolongado.

Además, el virus puede dañar órganos como los pulmones, el corazón y el cerebro, hecho que incrementa el riesgo de desarrollar problemas y riesgos de salud a largo plazo.

Los pacientes que tienen mayor probabilidad de presentar síntomas persistentes por COVID-19 son los adultos mayores y aquellas personas con varias patologías preexistentes graves. En algunos casos, en las personas jóvenes y sanas puede persistir malestar durante semanas o meses después de la infección inicial.

Estas personas se autodescriben como «enfermos a largo plazo», aunque la enfermedad se conoce como covid prolongado, síndrome post- COVID-19, covid persistente o covid larga.

La Oficina de Estadísticas Nacionales del Reino Unido estima que el 13,7 % de las personas que dan positivo en la prueba de COVID-19 manifiestan esta enfermedad hasta después de 4 meses del contagio.

Los síntomas de la covid prolongada son similares a otros tipos de síndrome posvírico, con síntomas comunes que incluyen:

  • Fatiga
  • Disnea o dificultad para respirar
  • Dificultad para concentrarse o confusión mental
  • Fluctuaciones en el humor
  • Mialgia (dolor muscular)
  • Ageusia (pérdida del gusto) y del olfato (anosmia)
  • Insomnio
  • Palpitaciones

Vacuna y covid prolongado

No existe una terapia comprobada para la covid prolongada, pero han comenzado a surgir informes de pacientes que se recuperan después de ser vacunados.

Sin embargo, algunos pacientes se han mostrado reacios a vacunarse, debido al temor de que empeoren sus síntomas.

Existen datos proporcionados por la encuesta más grande existente hasta la fecha, que incluyó a 900 personas vacunadas que han tenido covid prolongado.

La mayoría de estas habían recibido las vacunas AstraZeneca, Pfizer-BioNTech o Moderna, tras la primera ola de COVID-19.

Un grupo de científicos de las universidades de Exeter y de Kent en el Reino Unido colaboraron con el grupo de defensa de pacientes LongCovidSOS para realizar la encuesta sobre cambios en 14 síntomas de casos de covid prolongado después de la vacunación. 

Entre los encuestados que informaron alguna mejoría en sus síntomas, casi la mitad dijo que se había mantenido, aunque para el 20 % de estas personas, fueron menos de 10 días después de la vacunación.

El estudio aún no ha sido revisado por pares, pero los reportes después de la vacunación fueron:

  • El 57 % de los encuestados reportó una mejora general en su sintomatología
  • El 19 % dijo haber sufrido un deterioro general
  • El 24 % manifestó permanecer sin cambios

Hay que aclarar que esto fue solo después de la primera dosis, por lo que se necesitaría más investigación para saber qué sucede después de recibir las dos dosis, además de ampliar las etnias involucradas en el estudio.

Los encuestados que recibieron la vacuna Moderna, en base a ARN mensajero (ARNm), tenían más probabilidades de informar mejoras y eran menos los que hablaban de un deterioro en su condición, en comparación con aquellos que fueron inmunizados con las otras vacunas.

Además, un pequeño estudio, que aún no se ha publicado en una revista revisada por pares, encontró que las vacunas AstraZeneca y Pfizer-BioNTech estaban asociadas con mejoras generales en los síntomas. No hubo evidencia de deterioro en la calidad de vida o en el bienestar mental.

Virus persistente

El profesor asistente de inmunología de infecciones en la universidad de Nottingham en el Reino Unido, Chris Coleman, dijo que, dentro de las posibles explicaciones de la mejoría después de la vacunación, es la eliminación del virus residual y la restitución de un equilibrio en el sistema inmunológico.

Sin embargo, señaló que las infecciones virales agudas, generalmente, duran solo unos pocos días o semanas, por lo que la vacuna podría haber restaurado el equilibrio inmunitario.

Con información obtenida de Medical News Today, Elsevier y Revista Médica.