Vacuna para COVID-19: quiénes la recibirán primero

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La Organización Mundial de la Salud (OMS) afirmó que se priorizará a los grupos de mayor riesgo para recibir la vacuna contra la COVID-19 en este 2021. Entre ellos están los trabajadores del área de la salud y los ancianos. Dado que se encontrará disponible en cantidades limitadas, es posible que los jóvenes sanos sean inmunizados recién en el 2022.

Vacuna para COVID-19 y su administración

La doctora Soumya Swaminathan, científica y jefa de la OMS, dijo que aunque su organización y los grupos asesores aún están elaborando detalles de priorización para la administración de la vacuna para COVID-19, es muy probable que los trabajadores de la salud, otros funcionarios de primera línea y los ancianos sean los primeros en vacunarse.

Swaminathan aclaró que «la mayoría de la gente está de acuerdo en que se comience con los trabajadores de la salud y con los de primera línea, pero incluso entonces es necesario definir cuáles de ellos están en mayor riesgo».

Además, «la gente tiende a pensar que el primero de enero o el primero de abril recibirán la vacuna y luego las cosas volverán a la normalidad», pero esto «no va a funcionar así».

Existen más de 10 vacunas contra el SARS-CoV-2 en todo el mundo que se encuentran en ensayos clínicos en etapa tardía. De estas deberán surgir varias que estén autorizadas a fines de este año (siempre y cuando sean seguras y eficaces), pero hay que considerar que estarán disponibles en «cantidades limitadas». 

El Grupo de Expertos en Asesoramiento Estratégico sobre inmunización de la OMS (SAGE), recientemente, publicó directrices para los países sobre cómo considerar la priorización de diferentes grupos de personas a vacunar, según lo vulnerables que son. Por lo tanto, es posible que los jóvenes sanos no la reciban hasta el año 2022.

Distribución en EE. UU.

Al igual que la OMS, los Centers for Disease Control and Prevention (CDC) de EE. UU. y la Food and Drugs Administrarion (FDA) se están preparando para priorizar a determinadas comunidades de riesgo para la administración de las escasas dosis. Pero su cronograma probablemente será muy diferente al elaborado por la OMS.

Además, Estados Unidos ha comprado por su cuenta cientos de millones de dosis a seis empresas con inmunizaciones en desarrollo. Por lo tanto, importantes funcionarios de salud de EE. UU. han manifestado que su país podría contar con suficientes vacunas para inmunizar a todos los estadounidenses para la primavera de 2022, con una distribución restringida a los grupos prioritarios durante este año.

Altos funcionarios de la OMS han advertido a las naciones que no aseguren las dosis para sus propios ciudadanos (como lo han hecho Estados Unidos y China).

Programa COVAX

Contrariamente a esta visión de asegurar vacunas para sus respectivos habitantes, la OMS ha puesto en marcha el programa COVAX que busca garantizar un acceso justo al suministro de dosis suficientes en todos los países del mundo. 

Insistiendo en este punto, la doctora Maria Van Kerkhove, jefa de la unidad de enfermedades emergentes y zoonosis de la OMS indicó: «Necesitamos asegurarnos de vacunar a los que están en mayor riesgo en todos los países antes de vacunar a todos en un par de naciones».

En cuanto a los grupos de riesgo, «parte de eso no solo se debe a los compromisos de los gobiernos, sino también a la comprensión de las personas que dicen ´soy más joven. No tengo ninguna enfermedad subyacente. Es posible que deba esperar para que mis abuelos puedan recibir una vacuna´», agregó Van Kerkhove.

Qué ofrece COVAX:

  • Dosis de inmunizaciones para al menos el 20 % de la población en cada país.
  • Una cantidad de vacunas diversificadas que será gestionada de manera activa.
  • Vacunas para ser aplicadas tan pronto como estén disponibles.
  • Finalizar la fase aguda de la pandemia.
  • Ayudar a reconstruir las economías.

La seguridad ante todo

Más de 170 países, incluidos China y el Reino Unido, han invertido en la instalación, así como han repartido entre sus miembros los riesgos y los beneficios potenciales del desarrollo de la vacuna.

Pero como la seguridad y la eficacia están ante todo, cualquier plan para su distribución depende de contar con un producto que cumpla con estas condiciones. 

Previamente, Johnson & Johnson había anunciado una pausa en el ensayo de su vacuna para la COVID-19 en etapa tardía, debido a preocupaciones de seguridad. Por su parte, el análisis de la última etapa de la vacuna que está probando AstraZeneca en los EE. UU. continúa en suspenso, después de que se detuvo el mes pasado.

Si bien los funcionarios de salud dicen que las pausas en los ensayos clínicos son usuales e indican que las agencias reguladoras están tomando las precauciones de seguridad adecuadas al desarrollar una vacuna, ambos contratiempos son recordatorios de la difícil tarea del desarrollo de una vacuna, más cuando va contrarreloj.

Van Kerkhove enfatizó que, incluso sin una vacuna, el mundo cuenta con herramientas para frenar la propagación de la COVID-19.

También, la funcionaria recordó las medidas profilácticas, como usar una máscara, evitar las multitudes y lavarse las manos con frecuencia para disminuir la propagación. «Podemos adelantarnos al virus, pues en muchos países han controlado la transmisión».


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