Terapias no farmacológicas serían altamente efectivas contra la demencia

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La demencia es un síndrome que deteriora la memoria, el intelecto, afecta el comportamiento y la capacidad para realizar actividades cotidianas. Engloba una serie de patologías, como la enfermedad de Alzheimer, que es la forma más común de demencia, siendo la responsable de un 60% y un 70% de los casos.

La demencia afecta a unos 50 millones de personas en todo el mundo y se sabe que hasta tres cuartas partes de los pacientes experimentan síntomas neuropsiquiátricos, como agresión, agitación y ansiedad.

Estos trastornos obligan a evaluar concienzudamente al paciente antes de prescribir cualquier medicamento, pues en varias ocasiones son secundarios a causas orgánicas, como por ejemplo dolor de alguna etiología que hay que descubrir.

Tratamientos más empleados

En cuanto a los antipsicóticos, se emplean para tratar la agitación o la psicosis en casos de demencia, mientras que para el tratamiento de la depresión, puede considerarse el uso de antidepresivos como los inhibidores de recaptación de la serotonina (fluoxetina, citalopram, paroxetina, etc.), que generalmente son mejor tolerados que la amitriptilina, de efecto anticolinérgico. Por su parte, la trazodona, que posee un ligero efecto sedante, puede ser de gran utilidad, especialmente cuando a la depresión se asocia con síntomas de agitación e inquietud.

La ansiedad puede requerir el uso de ansiolíticos y los trastornos del sueño pueden ser tratados con benzodiazepinas (como el lorazepam, el lormetazepam, el zolpidem o el triazolam), o a veces con algún neuroléptico (como la levomepromazina).

En estos pacientes, tanto los efectos terapéuticos como los colaterales servirán de indicativos para la elección del agente más adecuado para cada paciente, según su situación particular.

También existen terapias no médicas que se emplean para ayudar a los pacientes con demencia, a fin de mejorar su confort y disminuir sus niveles de estrés, pero la comprensión de su eficacia comparativa en relación a la medicación para el tratamiento de los síntomas psiquiátricos ha sido limitada, debido a la falta de ensayos controlados aleatorios directos de estas dos modalidades.

Revisión sistemática

A fin de averiguar el impacto de la eficacia comparativa de las intervenciones farmacológicas y no farmacológicas para tratar la agresión y la agitación en adultos con demencia, se realizó una revisión sistemática y el metanálisis, que fue dirigido por el Hospital St. Michael’s de Unity Health Toronto, en conjunto con la Universidad de Calgary.

Para abordar este tema, los investigadores- que fueron dirigidos por el geriatra Dr. Watt, las Dras. Sharon Straus, directora del Programa de Traducción del Conocimiento en St. Michael’s y Zahra Goodarzi, geriatra e investigadora de la Universidad de Calgary- seleccionaron los resultados del estudio en función de los síntomas neuropsiquiátricos de esta patología que se informan más comúnmente, como la agresión y la agitación, que fueron los dos principales resultados en los que centraron el análisis y la revisión.

Los hallazgos del estudio se basaron en el análisis de 163 ensayos controlados aleatorios que incluyó a 23,143 personas con demencia, con el respectivo estudio de las intervenciones farmacológicas y no farmacológicas que se emplearon para tratar la agresión y la agitación,  reporte que apareció en un artículo publicado en Annals of Internal Medicine.

Resultados variables

Para los pacientes con demencia que presentan síntomas de agresión y agitación, las actividades al aire libre, los masajes y terapia táctil pueden resultar, en algunos casos, tratamientos más efectivos que la medicación, según sugiere este estudio.

Se pudo observar que las actividades al aire libre fueron clínicamente más efectivas que la medicación antipsicótica para el tratamiento de la agresión física

En el caso de los pacientes que experimentan agitación física, el masaje y la terapia táctil fueron más eficaces que el tratamiento habitual o el apoyo del acompañante o cuidador.

Si bien este estudio permitió la comparación de los dos tipos de intervenciones terapéuticas, el equipo señala que los síntomas neuropsiquiátricos de la demencia no tienen una solución única para todos, como manifiesta el investigador y geriatra del St. Michael’s , Dr. Straus: «El tratamiento debe adaptarse al paciente y su experiencia específica. «Sin embargo, este estudio arroja luz sobre la oportunidad de considerar priorizar diferentes tipos de intervenciones para la agresión y la agitación cuando sea apropiado«.

La futura investigación- según palabras de Watt- tendrá como objetivo comprender cómo influyen las características individuales del paciente en su respuesta a las distintas terapias. Los investigadores también señalaron la necesidad de un análisis de las diferencias económicas existentes entre las intervenciones farmacológicas y no farmacológicas para tratar la agresión y la agitación en pacientes con demencia .

Además, estos resultados apuntan a la eficacia de la acción multidisciplinaria y personalizada entre el personal que atiende y trata a estos pacientes: «Este estudio nos muestra que la atención multidisciplinaria es eficaz y que es consistente con un enfoque de atención centrado en la persona. Apunta a la evidencia del beneficio de apoyar equipos multidisciplinarios que brindan atención a pacientes en la comunidad y en hogares de ancianos«, manifestó Watt.