La forma corporal y no el peso es indicador de riesgo cardiovascular

- Por

A pesar de que las enfermedades cardiovasculares (EC) son prevenibles en la mayoría de los casos, son también la principal causa de muerte en el mundo. El riesgo de padecer una EC esta fuertemente relacionado con el estilo de vida, así como la alimentación y actividad física. Sin embargo, algunas personas son más propensas que otras a pesar de que lleven estilos de vida similares.

En un esfuerzo por identificar los signos de riesgo, la Escuela de Medicina Albert Einstein (Situada en Nueva York) acaba de publicar un estudio a fondo sobre que signos son alarmas importantes para EC.

Masa corporal, el indicador clásico

Más que el peso, es usual que se use el índice de masa corporal (IMC) para medir el grado de sobrepeso. Además del sobrepeso, el IMC también se ha usado para estimar el riesgo de algunas enfermedades como las enfermedades cardiovasculares o la diabetes.

El IMC se calcula con el peso y la altura, el valor que arroja indica si alguien se encuentra en un peso saludable o no. Existen varias calculadoras de IMC en línea, por ejemplo las del IMSS o la del Instituto del Corazón en Texas.

Intervalos del IMC y su significado. Imagen obtenida de la OMS.

Por otro lado, el IMC y sus rangos reportados sirven sólo en adultos. Es decir, el IMC y las tablas no son válidas para adultos mayores, niños ni fisiculturistas. En todo caso, el IMC es una referencia y en caso de cualquier duda, lo mejor es consultar un profesional.

Masa corporal contra forma corporal

Normalmente, un valor alto en el IMC se relaciona con mayor riesgo para EC. Sin embargo estudios recientes buscaron ir más allá y observar otro factor, el lugar dónde se almacena la grasa corporal. Y justamente el estudio realizado por la Escuela de Medicina Albert Einstein se enfocó en este factor.

El estudio recopila datos de poco más de 160 mil mujeres mayores a 50 años, que al principio del estudio debían estar libres de EC. Como parte del estudio, los investigadores recopilaron información sobre las zonas donde se almacenaba la grasa corporal. Para ello utilizaron rayos X en una técnica conocida como absorciometría con rayos X de doble energía.

A lo largo del estudio, el equipo encontró que efectivamente, la forma corporal (relacionada con las zonas donde se almacena la grasa) tiene mayor impacto que el peso en el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares. Y de hecho, se observó que las mujeres que tendían a almacenaban grasa corporal en el tronco y una menor cantidad en las piernas (forma corporal de manzana) es el grupo más propenso a las mismas.

Si bien, el estudio muestra que la forma corporal tiene mayor impacto en el riesgo cardiovascular que el peso, evitar la obesidad sigue representando un factor importante en la prevención de EC. Por lo que no se debe perder de vista que hábitos saludables como una alimentación balanceada y el ejercicio son importantes para todos.

Estudio original publicado en la revista European Heart Journal y con información adicional de Medical news Today. Además, con datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), así como del National Center for Biotechnology Information (NCBI).