Sustitutos de la sal ayudarían a prevenir infartos

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Dado que la ingesta excesiva de sodio, el ingrediente principal de la sal, es dañino para la salud, los sustitutos de la sal se han vuelto cada vez más populares. Un estudio realizado en cinco provincias rurales de China y publicado en el New England Journal of Medicine apunta a que los sustitutos de la sal pueden ayudar a prevenir enfermedades cardiovasculares como la hipertensión.

Pero si bien dichos resultados son alentadores, los nutriólogos advierten que este estudio se realizó con un grupo étnico con hábitos alimentarios específicos, y, por lo tanto, los hallazgos no se pueden extrapolar a otras poblaciones.

El estudio demostró que el uso de sustitutos de la sal puede ayudar a reducir el riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares. Foto: El Confidencial.

¿Por qué el exceso de sal nos hace daño?

El sodio, ingrediente principal de la sal, es un nutriente esencial. Sin embargo, su ingesta excesiva afecta un mecanismo de seguridad en el cerebro que impide que la presión arterial se eleve. El exceso de sodio desregula dicho mecanismo, lo cual provoca la liberación de una hormona antidiurética, la vasopresina, que aumenta la presión arterial (la fuerza de la sangre al empujar contra las paredes de las arterias).

La presión arterial alta obliga al corazón a trabajar más duro para bombear sangre al resto del cuerpo. Esto hace que parte del corazón (el ventrículo izquierdo) aumente de tamaño, lo cual aumenta el riesgo de sufrir un ataque cardíaco, insuficiencia cardíaca y una muerte cardíaca súbita.

¿Cuánta sal es recomendable consumir?

La Organización Mundial de la Salud (OMS), así como la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) recomiendan un consumo promedio de menos de 5 gramos diarios de sal (menos de 2 gramos de sodio) para prevenir las enfermedades crónicas.

En el caso de los niños personas mayores de 50 años y/o que sufren de hipertensión, diabetes o enfermedades crónicas renales, los Lineamientos Dietéticos Estadounidenses publicados por el Departamento de Salud y Servicios Humanos recomiendan menos de 2.3 miligramos.

Sin embargo, el consumo real en todo el mundo suele ser mucho más elevado. Los japoneses consumen unos 10.6 gramos diarios de sodio, el estadounidense promedio unos 3.91 y los mexicanos, unos 11.

¿Cuáles son los sustitutos de sal?

Con el afán de limitar el impacto negativo del sodio en la salud, los sustitutos de la sal como el cloruro de potasio, los extractos de levadura, el glutamato monosódico, y las especias, se están volviendo cada vez populares. Sin embargo, hasta la fecha no se había demostrado que dichos productos efectivamente pudieran reducir el riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares.

¿Cómo midió el estudio chino el impacto de estos productos?

El estudio recién publicado, realizado entre abril de 2014 y enero de 2015, tenía como objetivo medir el impacto del consumo de los sustitutos de sal en una muestra de 21,000 personas en 600 aldeas rurales en China.

Un 72 por ciento de los participantes tenía un historial de infartos y un 88 por ciento padecía de hipertensión. Como parte del estudio, se les dio un sustituto de la sal (a un 75 por ciento se le dio cloruro de sodio y a un 25 por ciento cloruro potásico) para que lo utilizaran para cocinar, condimentar y preservar los alimentos.

A los participantes en otras aldeas se les pidió que continuaran con sus hábitos alimenticios de siempre y los resultados se monitorearon y se compararon durante un período de cinco años.

¿Cuál fue el hallazgo principal?

El estudio concluyó que emplear sustitutos de la sal a la hora de cocinar los alimentos puede reducir el riesgo de sufrir un infarto en personas mayores de 60 años con un historial de hipertensión o infarto.

Con base en estos hallazgos, el autor principal del estudio, Bruce Neal, del Instituto George para la Salud Global, en Sydney, Australia, realizó una proyección según la cual, si toda la población china reemplazara la sal tradicional por sustitutos de sal, se podrían prevenir 365 mil infartos y unas 461 mil muertes prematuras en ese país.  

“Este estudio aporta pruebas claras sobre una intervención que podría adoptarse muy rápidamente con un costo muy bajo […] Hemos demostrado que [utilizar un sustituto de la sal] es eficaz, y estos son los beneficios sólo para China. La sustitución de la sal podría ser utilizada por otros miles de millones de personas con beneficios aún mayores», afirma Neal.

Los investigadores afirman que los sustitutos de la sal ofrecen las siguientes ventajas:

  • Son fáciles de producir
  • Su costo es asequible

Estos factores ayudarían a reducir la correlación entre pobreza y enfermedades del corazón asociadas al consumo excesivo de sal.

¿Cuáles son las limitaciones de este estudio?

Si bien estos resultados son alentadores, los nutriólogos han advertido que:

  • El estudio se enfocó en un grupo étnico con características genéticas y hábitos alimentarios muy específicos, ya que a diferencia de la mayoría de los estadounidenses, por ejemplo, los habitantes de la China rural tienden a preparar todos sus alimentos en casa. Por lo tanto, afirman que sería necesario realizar estudios en otros países con personas con diferentes perfiles para comprobar cuál es el impacto de los sustitutos de la sal en otros grupos demográficos.
  • En los países desarrollados, el consumo de alimentos procesados que ya vienen con altas cantidades de sal, es muy elevado, lo cual quiere decir que se necesitaría una intervención más profunda y un cambio de dieta en dichas poblaciones que iría más allá de simplemente reemplazar la sal por sustitutos.

Fuentes consultadas: Healthline, New England Journal of Medicine, Euopean Society of Cardiology, The Food Tech, Dietary Guidelines for Americans, EFE Salud.