Encuentran relación entre flora intestinal y salud cardiovascular

- Por

La enfermedades cardiovasculares causan cerca de 17.9 millones de muertes anuales. Por lo tanto, estas enfermedades representan cerca de un tercio de las muertes anuales. Los datos indican una situación grave, por eso es fácil entender los esfuerzos para combatirlas. Debido a los esfuerzos por crear consciencia, es conocimiento común que los hábitos pueden ser un factor de peso para padecer estas enfermedades.

Como casi todas las enfermedades crónicas, siempre es más fácil la prevención que el tratamiento. Por ello, entender de fondo las relaciones causa y efecto, es una tarea importante para mejorar la salud general. Es por eso, que el reciente aporte hecho por académicos en Estados Unidos podría ser un avance. El estudio fue liderado por la investigadora Vienna Brunt, quien actualmente trabaja en la Universidad de Colorado.

Flora intestinal

Por flora intestinal nos referimos a las bacterias que viven en el sistema digestivo. A pesar de que algunas bacterias causan enfermedades, las bacterias de la flora intestinal son beneficiosas. En condiciones normales, estas bacterias llevan una relación de simbiosis, ya que son necesarias para la buena digestión, absorción de nutrientes e incluso algunas bacterias producen vitamina K.

Sin embargo, en ocasiones puede existir un desajuste en la flora intestinal, lo que puede causar desde problemas digestivos hasta alguna infección. A pesar de la gran influencia que tiene la flora intestinal con el proceso de digestión, se ha encontrado una relación más estrecha con la salud. Y, justamente, es lo que Brunt y su equipo encontraron. Tras algunos experimentos en ratones, los investigadores llegaron a estas conclusiones.

Ratones y antibióticos

Para la primera parte del estudio, el equipo administró antibióticos al agua de dos grupos de ratones. Un grupo consistió de ratones jóvenes, mientras que el otro grupo era conformado por roedores más viejos. Los ratones bebieron del cóctel de antibióticos por casi un mes. Todo con el objetivo de suprimir la flora intestinal de los roedores.

Una vez que la flora intestinal fue suprimida, los académicos tomaron muestras de los ratones buscando evidencia de estrés oxidativo (causado cuando no hay suficientes antioxidantes para degradar radicales libres), inflamación y radicales libres. Además, como parte del estudio, se revisó la rigidez y salud de tejidos de las arterias en los animales.

Al comparar los resultados, los ratones jóvenes no mostraron un gran cambio. No obstante, los ratones más viejos se beneficiaron de los antibióticos. Ahora, el equipo se centró en explicar la razón de ello.

Encontrando la explicación

Para tratar de encontrar la razón, los investigadores analizaron los excrementos de los ratones. Al comparar los resultados entre los grupos de roedores jóvenes y viejos, fue más clara la razón.

Los ratones más viejos eran propensos a tener más bacterias nocivas. Particularmente, aquellas que promueven la inflamación y las que han sido relacionadas con problemas de salud. Es más fácil para este grupo tener desajustes en la flora intestinal. Lo que a la larga se traduce como una mayor población de bacterias nocivas. Entre las bacterias nocivas encontradas en mayor cantidad se encuentran la Salmonella, E.Colli y Campylobacter, conocidas por poder causar enfermedades.

Además, se encontraron mayores cantidades de N-óxido de trimetilamina (TMAO por sus siglas en inglés), un producto del metabolismo de algunas bacterias. Si bien no se ha podido relacionar directamente que los altos niveles de TMAO causan malestar, se han encontrado altos niveles de la sustancia en personas con algunas enfermedades crónicas.

Control de la flora intestinal

Finalmente, los investigadores esperan que el estudio lleve a una nueva forma de prevención. El grupo sostiene que al controlar la flora intestinal adecuadamente, podría ser posible mantener una mejor salud en edades avanzadas, ya que podría mantener a raya bacterias nocivas y mantener las poblaciones de bacterias en niveles adecuados y evitar la acumulación de sustancias nocivas.

Artículo original alojado en el Journal of Physiology. Con información adicional de Medical News Today, Organización Mundial de la Salud (WHO por siglas en inglés) y del National Center for Biotechnology Information (NCBI).