Vulnerabilidad ante fraudes telefónicos podría ser un indicador de demencia

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La demencia agrupa a varias condiciones con algunos aspectos en común, afectan la memoria y las capacidades cognitivas. A la larga, todas estas condiciones impactan las actividades diarias y vida personal de quien las padece. Asimismo, la condición avanza poco a poco, llegando a incapacitar al paciente. Aunque lo más grave de la situación es la cantidad de gente que lo padece, según datos de la Organización Mundial de la Salud, cerca de 50 millones de personas padecen demencia.

A pesar de ser irreversible, el tratamiento oportuno permite una mejor vida. Por ello, además de investigar tratamientos, también hay interés por la detección temprana de la demencia. Y aunque algunos factores de riesgo ya están identificados, también hace falta identificar mejor las conductas sospechosas. Para estudiar algunas conductas, la doctora Patricia Boyle del Centro Rush para la Enfermedad de Alzheimer (RADC por sus siglas en inglés) lanzó una investigación sobre la facilidad para caer en fraudes y su relación con la demencia.

Entendiendo la demencia

En si, la demencia es un conjunto de enfermedades, la más común de todas es el mal de Alzheimer. En general, la demencia afecta el funcionamiento del cerebro y normalmente los síntomas aparecen en gente mayor. Aunque grado en el que la demencia afecta varia enormemente, así como la rapidez de su evolución. Sin embargo, todas las formas de demencia afectan la memoria y las capacidades cognitivas, por ello la habilidad para tomar decisiones se ve gravemente afectada.

Con lo anterior, la doctora Boyle quiso estudiar la posible relación de la demencia con un fenómeno relativamente común, las estafas telefónicas en adultos mayores. Principalmente por ser el blanco favorito de estas personas por ser más vulnerables.

Estudio y resultados

Patricia y sus colegas llevaron la observación de 935 adultos mayores, a lo largo de seis años, se les daba cuestionarios y además observaba su desarrollo. Además, a lo largo de los seis años se hacían pruebas a los participantes, a fin de revisar su estado de salud. En el transcurso del estudio, 151 voluntarios desarrollaron Alzheimer y 255 alguna forma de deterioro cognitivo.

Tras analizar los datos de los cuestionarios y compararlos con, los investigadores notaron una relación ente la demencia y la facilidad para caer en fraudes. Los resultados mostraban que aquellas personas que desarrollaron demencia, eran más susceptibles a ser victimas de estafas, incluso antes de presentar los primeros síntomas.

Los doctores comentan la razón de estos resultados, el juicio y las habilidades sociales involucran varias funciones del cerebro. Conforme estas funciones se van deteriorando, también lo hacen las habilidades sociales y la capacidad para discernir. Lo que lleva a no poder diferenciar con facilidad una estafa de algo real.

Finalmente, el estudio logró encontrar más indicadores de riesgo. Además ayuda a entender un poco más de como la demencia afecta al comportamiento.

Artículo original publicado en el Annals of Internal Medicine. Con información del sitio de noticias CNN. Además, con datos obtenidos del Alzheimer Disease International (ADI) y de la Organización Mundial de la Salud.