¿Las personas con males cardíacos pueden beber alcohol?
De acuerdo con una reciente investigación, las personas con padecimientos cardiovasculares pueden beber alcohol de forma moderada e, incluso, el consumo restringido de estas bebidas podría reducir el riesgo de eventos cardiovasculares recurrentes.
Ante este hecho, te invitamos a conocer lo que las investigaciones más recientes han encontrado sobre beber alcohol y las enfermedades cardíacas.
Beber alcohol y problemas cardiacos
La investigación fue publicada en BCM Medicine y encontró que las personas con enfermedades cardiovasculares que beben alcohol moderadamente (de 7 a 8 bebidas a la semana) pueden tener un menor riesgo de ataque cardíaco, accidente cerebrovascular, angina de pecho o muerte por causas cardíacas.
También hallaron que las personas que bebían 6 gramos de alcohol por día tenían un 50% menos de riesgo de presentar otros eventos cardíacos, comparado con quienes tenían enfermedades cardiovasculares y no lo hacían.
También se observó que las personas que consumían en promedio 8 gramos al día, tenían un 27% menos de riesgo de muerte por ataque cardíaco, accidente cerebrovascular o angina de pecho, comparado con quienes no bebían. Asimismo, se vio que aquellos que consumían 7 gramos por día sólo tenían un 21% menos de riesgo de muerte por cualquier causa.
La polémica sobre beber alcohol
Según Chengdu Ding, autor del estudio, “los hallazgos sugieren que las personas con enfermedades cardiovasculares no necesitan dejar de beber para prevenir ataques cardíacos, accidentes cerebrovasculares o angina de pecho, pero tal vez solo deban considerar reducir el consumo semanal de alcohol”.
Para esta investigación se analizaron los registros de salud de 48 mil 423 adultos con eventos cardiovasculares, en el Reino Unido. Los autores compararon los antecedentes con los registros de ingreso hospitalario, salud y registros de defunción.
Por otro lado, Hoang Nguyen, cardiólogo que no participó en el estudio, comenta que “dado que el consumo de alcohol aumenta el riesgo de otras enfermedades, no se debe alentar a las personas con enfermedades cardiovasculares que no consumen alcohol a empezar a beber”.
El tema resulta muy controversial, pues hay varias investigaciones que consideran que ayuda a reducir el riesgo de enfermedades cardiovasculares. No obstante, aumentan el riesgo de otros padecimientos.
Otra investigación sobre beber alcohol
Por otro lado, otro estudio presentado en la 70ª Sesión Científica Anual de American College of Cardiology, indica que el consumo moderado de alcohol se relaciona con menor riesgo de muerte por enfermedad cardiovascular.
De acuerdo con esta investigación, beber alcohol con moderación equivale a no más de una bebida alcohólica para mujeres y dos bebidas para hombres por día.
Para la investigación, los científicos analizaron los datos de la encuesta de Salud Mass General Brightman Biobank, por lo que en total, se observó a 53 mil 64 participantes, con un promedio de edad de 57.2 años. Los participantes fueron divididos en grupos: alto consumo de alcohol, moderado y bajo.
Al analizar los datos, se percataron de que las personas que informaron beber alcohol con moderación tenían un 20% menos de probabilidades de tener un accidente cardiovascular, comparado con aquellos con bajo consumo de alcohol.
¿Cómo el beber alcohol ayuda a prevenir enfermedades cardiovasculares?
En dicha investigación, encontraron, al realizar escáneres cerebrales, que la actividad relacionada con el estrés es mayor en quienes se abstuvieron por completo de consumir alcohol. Asimismo, se halló que era todavía más alta en aquellos que bebían excesivamente.
Según Kenechukwu Mezue, principal autor y miembro de cardiología del Hospital General de Massachusetts, “cantidades moderadas de alcohol puede ayudar en la relajación y la reducción del estrés, lo que, a su vez, podría de alguna forma reducir la presencia de enfermedades cardiovasculares”.
No obstante, Mezue recuerda que el “exceso de alcohol es perjudicial para el corazón, ya que conduce a la insuficiencia cardíaca y la fibrilación auricular”. Asimismo, sostuvo que “incluso la ingesta moderada de alcohol se asocia con un mayor riesgo de cáncer y dependencia”.
Por estos motivos, sostiene que el estudio no pretende fomentar el consumo de alcohol, sino encontrar respuestas y buscar nuevas formas de reducir el estrés, para así disminuir el riesgo de padecimientos cardíacos, pero sin los efectos dañinos del alcohol.
Efectivamente, las personas con enfermedades cardiovasculares pueden beber alcohol, si lo hacen con moderación. Sin embargo, siempre hay que tener en cuenta que las bebidas alcohólicas incrementan el riesgo de otros padecimientos, sobre todo, cuando se consumen en exceso.
Con información de Medical News Today, Healthline y Reuters.