¿Cómo leer un oxímetro?

- Por

Un oxímetro de pulso es un instrumento que mide la saturación de oxígeno de la sangre sin necesidad de obtener una muestra. Es muy recomendable su uso en personas que sufren de alguna patología respiratoria crónica, apnea del sueño o COVID-19.

¿Qué es un oxímetro de pulso y cómo funciona?

Un oxímetro de pulso es un pequeño dispositivo con el aspecto de una pinza para ropa, pero más grande. Tras poner el dedo, en unos segundos aparecen unos números que indican el nivel de oxígeno en el cuerpo y el ritmo o frecuencia cardíaca.

El aparato se pone en el dedo, debido a que es una de las partes del cuerpo donde existe una mayor microcirculación (capilares).

Cuando se introduce el dedo en un oxímetro de pulso, este emite diferentes longitudes de onda de luz. De esta forma, al pasar la luz (polarizada) por el dedo, el aparato puede medir la hemoglobina (proteína que transporta oxígeno en la sangre).

La hemoglobina absorbe diferentes cantidades de radiación y longitudes de onda, según el nivel de oxígeno que transporta, lo que permite calcular la saturación de oxígeno en la sangre del paciente.

Este aparato, tan utilizado por los médicos y enfermeros, puede ser usado de forma particular por cualquier persona, puesto que su funcionamiento e interpretación son muy sencillos.

¿Cómo interpretar la lectura de un oxímetro?

Lo primero es seguir las instrucciones de cómo colocar bien el oxímetro (saturómetro). La mayoría son para poner en el dedo entre la pinza que forma el aparato.

Después, hay que observar la pantalla que mostrará dos números: uno con la etiqueta “PR” (frecuencia cardíaca) y otra con la etiqueta “SpO2” (saturación de oxígeno por pulsioximetría).

La mayoría de la gente sana tendrá una lectura de saturación de oxígeno de entre el 95 y el 100 %. Algunas personas con patologías preexistentes pueden exhibir una lectura normal más baja. En caso de que la cifra sea inferior al 92 %, hay que contactar al médico.

Los valores por debajo del 90 % se consideran muy bajos (hipoxemia) y son indicativos para prescribir oxígeno suplementario. Sus síntomas incluyen dificultad respiratoria severa, incremento de la frecuencia cardíaca y dolor torácico. Esto puede poner en riesgo vital a la persona que lo padece.

Recomendaciones de uso

Este pequeño dispositivo puede brindar información valiosa sobre la salud respiratoria durante un episodio de COVID-19 o cualquier patología respiratoria.

Un oxímetro casero podría orientar y ayudar a los pacientes a buscar ayuda más pronto, pues la disnea (dificultad para respirar) es uno de los síntomas asociados a la COVID-19 que, si bien, la mayoría de las veces es fácil de detectar por el paciente, hay casos en que se produce una peligrosa hipoxia o falta de aire silenciosa.

Pero hay que tener claro que existen situaciones que afectan la lectura, como las siguientes:

  • El esmalte negro de uñas.
  • Las uñas muy largas.
  • El dispositivo funciona mejor con manos calientes que con frías.
  • Los niveles de oxígeno pueden fluctuar, por lo que hay que tomar mediciones varias veces al día.
  • La posición puede afectar, así que conviene probarlo acostado o caminando.
  • El dedo a usar para la medición puede ser el medio o índice de la mano derecha, en caso de ser diestro. En los zurdos, se mide en los dedos de la mano izquierda.
  • El monitoreo en casa no debería dar una falsa sensación de seguridad, pues hay que considerar los síntomas físicos, incluso si los niveles de oxígeno están dentro de los rangos de normalidad.
  • La llamada a un médico es imprescindible si el paciente experimenta severa dificultad para respirar, fiebre elevada, confusión u otro síntoma severo y preocupante.

Debido a que los oxímetros de pulso están siendo muy demandados últimamente, debido a la pandemia de COVID-19, es importante encontrar uno de acuerdo a las necesidades y poder adquisitivo de los potenciales usuarios.

Una manera de confirmar su rendimiento es controlarse el pulso manualmente y comparar el resultado con la cifra que muestra el dispositivo.

Si bien existen dispositivos portátiles más nuevos y aplicaciones basadas en cámaras, los expertos aconsejan continuar con la tecnología del clip de dedo.

Las nuevas tecnologías emplean métodos diferentes para medir la saturación de oxígeno que, hasta la fecha, parecen no brindar resultados confiables.

Un estudio de 2019 publicado en el American Journal of Emergency Medicine probó tres aplicaciones para iPhone que ofrecían la función de oximetría de pulso. Sus autores concluyeron que todas ellas eran “inexactas” y “tenían una limitada capacidad para detectar con precisión la hipoxia” (baja de oxígeno), por lo que su uso no era recomendable.

No hay que alarmarse en caso de no disponer de uno de estos aparatos, pues, si bien son de utilidad en casa, se puede asistir a un centro médico u hospital de urgencia para controlar los niveles de oxígeno en caso de ser necesario.

Con información extraída del New York Times y de Medical Assistant.