Estrés laboral e insomnio triplican el riesgo de muerte en hipertensos

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Investigadores de la Technical University of Munich dieron a conocer un estudio que indica que un ambiente laboral estresante, aunado a problemas para dormir, aumenta el riesgo de muerte por enfermedades cardiovasculares en personas con hipertensión.

Los científicos analizaron información de 2 mil empleados entre 25 y 65 años. Los trabajadores presentaban presión arterial alta; pero, al momento del estudio, no habían sido diagnosticados con desórdenes cardiovasculares o diabetes.

En comparación con empleados que no eran sometidos a situaciones estresantes durante el trabajo, los pacientes con hipertensión, que además presentaban insomnio y estrés, tenían el triple de probabilidades de morir por problemas cardiovasculares.

El problema, según los especialistas, es que dichas condiciones, al ser cotidianas, desvanecen los recursos energéticos del organismo y provocan enfermedades en los pacientes.

De acuerdo con el artículo publicado en European Journal of Preventive Cardiology, los datos analizados se extrajeron de tres encuestas realizadas entre 1984 y 1995 en Augsburgo, Alemania.

Además, se realizaron seguimiento en la plataforma KORA, resultado del proyecto MONICA de la Organización Mundial de la Salud; cuyo objetivo fue estimar la prevalencia y distribución de factores de riesgo cardiovascular entre hombres y mujeres de 25 a 64 años.

De más de 13 mil participantes de KORA, los investigadores restringieron la muestra a aquellos que se encontraban trabajando y tenían datos sobre estrés laboral, problemas de sueño e hipertensión.

Hipertensión, el riesgo mayor

Los investigadores definieron a la hipertensión como la presión arterial mayor o igual a 140/90 mmHg; del mismo modo tomaron en cuenta el uso de fármacos contra la depresión.

En el análisis, para el cual se tomó en cuenta información de más de 17.8 años de 34 mil personas al año, hubo 134 eventos cardiovasculares y 73 cardiopatías coronarias.

En comparación con los participantes con estrés laboral bajo y sueño no deficiente, los participantes con estrés laboral e insomnio, aumentaron sus probabilidades de presentar eventos cardiovasculares.

De acuerdo con la american Heart Association (AHA), la presión normal en una persona adulta es 120/80 (mm Hg).

En caso de hipertensión, la presión sistólica llega a los 130 mm Hg o más, y la diastólica de 80 mm Hg a más.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que hay 9.4 millones de defunciones cada año en todo el mundo como consecuencia de la hipertensión. En México, la prevalencia de esta enfermedad es de 25.1%en mujeres y 24.9% en hombres.

La edad, el sexo y la herencia son factores que pueden incrementar el riesgo de problemas cardiacos; pero también influye el estilo de vida y los malos hábitos como fumar, consumo de alcohol, falta de actividad física, sobrepeso, y tener colesterol alto.

El aumento de la presión es un factor de riesgo para enfermedades del corazón porque la presión de la sangre aumenta a tal punto que el corazón debe hacer más esfuerzo para bombear la sangre al resto del cuerpo.

Cuando un médico detecta presión alta, cambios en la dieta suelen ser las medidas para evitar que se agrave; sin embargo, cuando se convierte en hipertensión, la administración de medicamentos es necesaria.

Los fármacos suelen administrarse en bajas dosis al principio y sus efectos secundarios son mejores.

Sin un tratamiento y cuidados adecuados, puede haber complicaciones como arteriosclerosis, ataques cardiacos, aneurismas, falla de riñones, ceguera y amputaciones.

La salud del corazón y el estrés

Cuando hay hipertensión, una de las medidas para evitar que se vuelva grave es reducir el estrés; pues, cuando la presión sube y el cuerpo está estresado, el corazón debe hacer un esfuerzo mayor para bombear sangre.

Ese trabajo extra en los músculos del corazón, puede causar daños en las paredes de las arterias; como resultado, menos oxígeno circula hacia los órganos del cuerpo y el corazón sufre daños.

Un cuerpo estresado tiene una respiración rápida, el ritmo cardiaco y la presión aumentan, el sistema digestivo trabaja más lento, la actividad inmunes baja, y los músculos se vuelven tensos.

Ahora bien, esos síntomas son una respuesta una respuesta natural del cuerpo para defenderse del peligro o responder ante desafío; no obstante, existen factores que hacen permanecer al estrés y, en lugar de un mecanismo de defensa, se convierte en un problema grave de salud.

Existen diferentes causas del estrés, una de ellas es el trabajo. Según el estudio alemán, el estrés laboral sucede cuando se demanda mucho a los empleados; mas no se les da suficiente control sobre lo que deben hacer y sobre el manejo de su día.

Ese estrés repercute en su calidad del sueño; lo que se refleja en empleados muy cansados a quienes les cuesta trabajo permanecer despiertos o tienen problemas para dormir.

Por esos motivos, los científicos aseguran que estos hallazgos proporcionan evidencia de implicaciones a partir de prácticas clínicas; las cuales podrían ser apoyadas si se realizan más investigaciones al respecto.

Lo anterior, a su vez, ayudaría a generar atención e intervenciones en el manejo de estrés en los lugares de trabajo para contribuir a una mejor salud de los empleados; así como para reducir los riesgos de muerte prematura y otras enfermedades.