Diabetes tipo 2: reduce el riesgo comiendo frutas

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La diabetes tipo 2 es una patología crónica que ha adquirido proporciones epidémicas en muchas partes del mundo. Recientes estudios han encontrado una asociación entre la ingesta de fruta entera y un menor riesgo de desarrollar esta enfermedad, lo que puede deberse a la fibra que contiene, pues ralentiza la absorción de fructosa y estabiliza los valores de glucemia.

¿Cuáles son los beneficios de comer frutas?

Durante siglos, las frutas han sido consideradas como una fuente rica en nutrientes esenciales para el organismo.

Además, se suma una importante acción antioxidante y, como contienen una parte importante de carbohidratos complejos, su aporte calórico es muy bajo.

Son fuentes de fitoesteroles, moléculas equivalentes al colesterol animal, que ayudan a reducir la absorción de colesterol a nivel intestinal y disminuyen sus valores en sangre.

La fibra, presente en las frutas y verduras, reduce los niveles de colesterol y baja la respuesta glucémica, es decir, los niveles de glucemia aumentan menos después de consumir alimentos.

¿Qué frutas no pueden comer los diabéticos?

Las frutas son un alimento muy sano que aporta gran riqueza de vitaminas, minerales, fibra (soluble e insoluble), sustancias antioxidantes y agua al organismo, por lo que no deben faltar en la dieta de ninguna persona.

Sin embargo, en ciertas condiciones crónicas, como la diabetes tipo 2, se deben consumir de manera controlada, siguiendo las pautas nutricionales que haya indicado el médico o dietista.

Las personas con diabetes tipo 2 pueden consumir todo tipo de fruta, por lo que la clave para mantener los niveles de glucemia está en la cantidad y no en el tipo de fruta. Estos pacientes pueden comer plátanos, uvas e higos, pero en cantidades moderadas.

Los azúcares de las frutas, cuando se encuentran en una dieta bien planeada y adaptada a cada requerimiento individual, son capaces de repartir los hidratos de carbono diarios, posibilitando varias alternativas de comida.

Además, contienen fructosa en lugar de glucosa, que se metaboliza de manera diferente, en comparación con los alimentos procesados, por lo que no sube la glucemia con la misma facilidad ni altera en exceso sus valores en las personas con diabetes.

Las frutas desecadas o deshidratadas como las uvas pasas, las ciruelas desecadas, el albaricoque desecado, el dátil e higos secos deben ser consumidas en pequeñas cantidades, pues, aunque tienen la misma cantidad de fructosa que la fruta fresca, al tener un tamaño reducido, este azúcar está concentrado en volúmenes menores.

¿Qué cantidad de frutas pueden comer los diabéticos?

Según datos de la Federación Internacional de Diabetes (FID), en el 2019, México era el sexto país con mayor número de casos de diabetes a nivel mundial. La cifra era de unos 12,8 millones de pacientes.

De continuar la tendencia actual, para el 2030 se calcula que más de 17 millones de personas presentarán diabetes, cifra que puede alcanzar los 22,3 millones en el 2045. 

Según el Instituto Nacional de Diabetes y Enfermedades Digestivas y Renales, las personas con riesgo o antecedentes de diabetes en su familia pueden prevenir o retrasar esta enfermedad. Esto se logra al controlar los factores de riesgo, como lograr un peso moderado, hacer más actividad física y consumir una dieta equilibrada.

Las recomendaciones internacionales indican ingerir entre 2 y 4 frutas por día, de acuerdo con los requerimientos energéticos individuales de vitaminas, minerales y fibra dietética que necesita el organismo.

La mejor opción es consumir frutas frescas, especialmente aquellas que son ricas en fibras o que pueden consumirse con cáscara, como es el caso de la manzana, la pera, el albaricoque, la ciruela, entre otras.

Esto se debe a que la fibra que contienen ayuda a disminuir la velocidad con la que la fructosa es absorbida, lo que favorece el mantenimiento de un índice glucémico más estable.

Frutas y prevención de diabetes tipo 2

Un reciente estudio observacional, que incluyó a más de 7000 participantes australianos, encontró que es probable que el consumo regular de cantidades moderadas a altas de frutas enteras reduzca el riesgo de desarrollar diabetes tipo 2.

El estudio fue publicado en el Journal of Clinical Endocrinology & Metabolism y sus hallazgos evidenciaron que comer más fruta producía mejorías en la tolerancia a la glucosa y en la sensibilidad a la insulina, ambos relacionados con el desarrollo de diabetes mellitus tipo 2. Los investigadores publicaron estos hallazgos luego de un período de seguimiento de 5 años.

Según la autora, la doctora Nicola Bondonno, del Instituto de Investigación en Nutrición de la Universidad Edith Cowan en Perth, Australia, «encontramos que las personas que consumían alrededor de 2 porciones de fruta por día tenían un riesgo 36 % menor de desarrollar diabetes tipo 2 en los próximos 5 años que aquellos que consumían menos de la mitad de una porción de fruta al día». 

La investigadora agregó: «No vimos los mismos patrones con los jugos de frutas. Estos hallazgos indican que una dieta y un estilo de vida saludables, que incluya el consumo de frutas enteras, es una gran estrategia para reducir el riesgo de diabetes».

Explicación posible

Los investigadores aclaran que sus resultados solo demuestran una asociación entre el consumo de frutas enteras y la reducción del riesgo de diabetes tipo 2. 

Para encontrar la relación causal se requiere de más investigación. Sin embargo, dentro de las posibles razones que pueden explicar esta asociación, indican que «la mayoría de las frutas suelen tener una carga glucémica baja, mientras que son ricas en fibra, vitaminas, minerales y fitoquímicos».

Bondonno y su equipo ponen énfasis en el hecho de que varias investigaciones han relacionado la ingesta de bajos niveles de fibra con la diabetes tipo 2.

Esto también se vio reforzado por el hecho de que no se encontró asociación preventiva entre la ingesta de jugo de fruta y la reducción del riesgo de diabetes tipo 2 porque casi toda la fibra de la fruta se elimina durante su procesamiento.

Por lo tanto, aún siendo diabético, se puede disfrutar de las frutas y cuidarse a la vez.

Con información obtenida a partir de Medical News Today, Clínica Alemana, Scielo, Federación Mexicana de Diabetes y El Universal.