¿Cómo ayuda la estevia al hígado?

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Dentro de las enfermedades hepáticas, se proyecta que la enfermedad del hígado graso llegará a constituir la causa principal de los trasplantes de hígado. Para ver la forma de revertir estos daños, un nuevo estudio en ratones descubrió que la estevia ayuda a reducir los daños hepáticos en la enfermedad del hígado graso, al compararla con el edulcorante artificial sucralosa.

Este descubrimiento se debe a que la estevia es capaz de bajar los niveles de glucemia y mejorar los marcadores de enfermedad hepática.

La enfermedad del hígado graso, o esteatohepatitis no alcohólica, implica que el hígado está compuesto por más de 5 % de grasa. 

Con respecto a su prevalencia en México, esta va en aumento, pues el 50 % de las personas que sufren obesidad y sobrepeso presentan esta enfermedad. Considerando que el 70 % de la población mexicana tiene sobrepeso u obesidad, y que las personas menores de 40 años poseen un exceso de grasa visceral, de 84 millones, 42 millones de mexicanos padecen hígado graso. Además, esta enfermedad afecta cada vez más a la población infantil, debido a la obesidad.

Por lo tanto, se necesitan urgentemente nuevos tratamientos para esta patología.

Hígado graso: etiología y cuadro clínico

Si bien la etiología de la enfermedad del hígado graso aún no está clara, existen factores de riesgo para padecerla, que incluyen el sobrepeso o la obesidad, hipertensión arterial, diabetes tipo 2, síndrome metabólico y resistencia a la insulina.

Los altos niveles de lípidos sanguíneos, como el colesterol y los triglicéridos, también pueden contribuir al riesgo de desarrollar enfermedad del hígado graso.

Además, la genética puede desempeñar un papel en su aparición, pues los genes específicos pueden aumentar en hasta un 27 % el riesgo de que una persona desarrolle la enfermedad.

Dentro de las causas menos comunes se incluyen la pérdida rápida de peso, infección por hepatitis C  y algunos fármacos, como diltiazem y glucocorticoides. Se sabe, además, que a nivel dietético, el consumo excesivo de azúcar puede dañar los hepatocitos.

Los médicos la consideran una enfermedad silenciosa, pues una persona puede no experimentar ningún síntoma, incluso a medida que la enfermedad progresa. Sin embargo, la enfermedad del hígado graso puede ocasionar hepatomegalia, que causa dolor o molestias en la parte superior derecha del abdomen. Los primeros síntomas pueden incluir anorexia, vómitos, cansancio y pérdida de peso.

Puesto que no existe una cura para esta patología, en algunos pacientes puede provocar cirrosis y cáncer hepático.

Estevia versus sucralosa

Un estudio realizado en ratones evaluó si reemplazar el azúcar por edulcorantes podría ayudar a combatir la enfermedad del hígado graso.

Para esto, investigadores del Children’s Hospital Los Ángeles, en California, analizaron dos tipos de edulcorantes: la sucralosa (edulcorante artificial de nombre comercial Splenda) y la estevia (de origen natural, extraído de la planta de estevia). Ambos son muy utilizados en una gran variedad de alimentos y de bebidas.

El equipo sustituyó el azúcar por cualquiera de estos dos edulcorantes en las dietas de ratones que tenían un modelo preclínico de enfermedad del hígado graso. Luego, compararon los efectos. Los hallazgos aparecen en la revista Scientific Reports.

«Estábamos interesados ​​en esos dos compuestos porque son los más nuevos y los menos estudiados en el contexto de la enfermedad hepática y de la obesidad», explica el doctor Rohit Kohli, autor principal del estudio y jefe de la División de Gastroenterología, Hepatología y Nutrición del hospital.

El presente estudio tiene la importancia de ser el primero en investigar si los edulcorantes sin calorías podrían mejorar los signos de esta patología.

Beneficos de la estevia

Si bien la sucralosa evidenció algunos efectos beneficiosos sobre el páncreas, los investigadores no encontraron beneficios para el hígado, de acuerdo con los marcadores de salud hepática elegidos.

Por otra parte, encontraron que el extracto de estevia puede reducir los marcadores de enfermedad del hígado graso. Los resultados mostraron que la estevia redujo los niveles de glucosa y mejoró la sensibilidad a la insulina en los ratones, lo que indica que el compuesto ayuda en la regulación de los valores de glucemia. De esto se desprende que la estevia ayuda a reducir los daños hepáticos en la enfermedad del hígado graso.

La estevia también mejoró varios marcadores de enfermedad del hígado graso, incluidos los niveles generales de lípidos y de fibrosis hepática. Además, estos efectos fueron independientes de las fluctuaciones en el peso corporal.

Los mecanismos subyacentes podrían implicar reducciones en el estrés celular y modificaciones en la microbioma intestinal. Kohli admite que la comprensión cabal de la relevancia clínica y de los mecanismos de estos hallazgos requerirá más investigación.

Es así que ya se cuenta con un ensayo clínico en marcha para evaluar los efectos del edulcorante en pacientes del hospital. Los hallazgos ayudarán a determinar si la estevia podría contribuir al tratamiento de la enfermedad del hígado graso en adolescentes.

«Lo emocionante es que hemos tomado un problema que vemos en la clínica, lo hemos estudiado preclínicamente y ahora estamos de vuelta para probar la solución, todo en menos de 2 años», señala Kohli.

El uso del extracto de estevia podría significar un promisorio enfoque futuro para el tratamiento, que, en la actualidad, implica principalmente modificaciones en el estilo de vida por parte del paciente.


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