COVID-19 y parto prematuro

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Un par de estudios realizados por los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) aportan más evidencia de que las mujeres embarazadas pueden presentar sintomatología grave de COVID-19, lo que puede implicar un mayor riesgo de parto prematuro, pérdida del embarazo o mortinato.

En los estudios, pudieron observar que un porcentaje importante de mujeres infectadas eran asintomáticas, por lo que pidieron extremar las precauciones en el cuidado de las embarazadas.

COVID-19 en embarazadas

Según los CDC, la tasa nacional de nacimientos prematuros ha sido del 10 % en los últimos años, mientras que 1 de cada 160 embarazos resulta en muerte fetal.

El embarazo es una condición que puede hacer que las mujeres sean más vulnerables a infecciones y a patologías graves por varias causas. La inmunidad materna se inhibe durante el embarazo, por medio de estrategias de silenciamiento o modulación de los mecanismos de inducción en los sistemas inmunes innato y adaptativo.

Esta es una respuesta diseñada para prevenir reacciones adversas o de rechazo al feto, pero que, a la vez, aumenta la susceptibilidad de la madre a infecciones de todo tipo.

Además, otros cambios fisiológicos experimentados durante el embarazo pueden aumentar el riesgo de la mujer. Los pulmones y la capacidad respiratoria pueden verse afectados por la expansión del útero; el sistema cardiovascular está sobreexigido, debido al mayor aporte de sangre que debe proveer al embrión o al feto. 

En el caso de que la madre padezca COVID-19, se sabe que existe el riesgo de coágulos sanguíneos, pero se conoce poco sobre los efectos en la placenta y su repercusión en el feto.

Estudios de los CDC

Han surgido dos nuevos informes que provienen de sistemas diferentes de vigilancia de los CDC de EE. UU.

Uno de los estudios observó a 598 mujeres embarazadas con COVID-19 hospitalizadas en 13 estados, entre el 1 de marzo y el 22 de agosto. Su autora principal fue la doctora Shikha Garg, epidemióloga de los CDC.

Aunque la mayoría de las mujeres embarazadas eran jóvenes, con edad promedio de 30 años, una de cada cinco tenía un problema de salud crónico, más comúnmente asma o hipertensión arterial. Aproximadamente, el 42 % eran hispanas y el 26,5 % de raza negra.

Cuando las mujeres ingresaron al hospital, más de la mitad eran asintomáticas. Entre estas 272 embarazadas sintomáticas, el 16 % requirió cuidados intensivos y el 8,5 % necesitó ventilación mecánica. De este grupo, fallecieron 2 mujeres. Del total de 598 mujeres en este estudio:

  • 458 completaron su embarazo durante la hospitalización.
  • 448 tuvieron un nacimiento vivo. 

Tanto las mujeres sintomáticas como las asintomáticas tuvieron partos prematuros y pérdidas de embarazos:

  • 25 % de las mujeres sintomáticas tuvieron partos prematuros en comparación con el 8 % de las asintomáticas. 
  • 2,2 % (10 mujeres), algunas sintomáticas y otras no, presentaron abortos espontáneos o mortinatos.

El otro informe de los CDC, cuyo autor principal fue el doctor Lakshmi Panagiotakopoulos, también epidemiólogo de los CDC, estudió a 105 mujeres embarazadas. Estas fueron hospitalizadas del 1 de marzo al 30 de mayo. Si bien estaban infectadas con el SARS-CoV-2,  la mayoría había sido ingresada por motivos relacionados con el embarazo o porque habían iniciado el trabajo de parto. 

Su edad promedio también era de 30 años. La mayoría eran asintomáticas y más de la mitad tenía ascendencia hispana.

Entre los casos que fueron hospitalizados a causa de la COVID-19, las tasas de obesidad y de diabetes gestacional fueron más altas que entre los que llegaron al hospital por causas ajenas a la virosis. 

De las internadas con COVID-19:

  • Aproximadamente el 30 % requirió cuidados intensivos
  • 14 % requirió ventilación mecánica 
  • Una mujer murió
  • el 15 % tuvo partos prematuros
  • el 3 % tuvo mortinatos 

Estas tasas fueron más elevadas de lo que normalmente se observa entre las mujeres embarazadas en las poblaciones sanas.

Sintomatología y embarazo

En resumen, entre los 703 casos totales descritos, 3 mujeres murieron.

Ambos estudios encontraron que muchas mujeres embarazadas hospitalizadas que estaban infectadas con el coronavirus eran asintomáticas. 

Por su parte, entre las sintomáticas:

  • Del 16 al 30 % necesitó cuidados intensivos
  • Del 6- 8,5 % requirió ventilación respiratoria

Ambos estudios encontraron que las mujeres embarazadas con COVID-19 experimentaron una tasa más alta de partos prematuros y algunas tuvieron mortinatos. 

Garg dijo que un hallazgo importante fue que muchas mujeres embarazadas que no tenían síntomas de COVID-19 estaban infectadas con el virus. Su relevancia reside en que «si las políticas de prueba solo se enfocan en mujeres sintomáticas, es posible que pasemos por alto las asintomáticas».

Los hallazgos preocupantes son consistentes con algunos informes anteriores de que las mujeres embarazadas pueden tener un mayor riesgo de enfermedad grave cuando se infectan con el nuevo SARS-CoV-2. 

Pero algunos expertos advirtieron que los hallazgos, obtenidos a partir de un número relativamente pequeño de pacientes, pueden no ser representativos de todas las mujeres embarazadas infectadas por coronavirus.

Como aclara Panagiotakopoulos, «las cifras son pequeñas y no controlamos los factores de confusión, como el historial de embarazos anteriores». Además, «se necesita más investigación para comprender las implicaciones».

Recomendaciones para las embarazadas

Aunque los expertos dijeron que se necesita más investigación para aclarar estas asociaciones, instaron a las mujeres embarazadas a ser cuidadosas en el uso de mascarillas y mantener el distanciamiento social para minimizar el riesgo de infección. Esto es especialmente necesario si tienen problemas de salud subyacentes o presentan obesidad. 

Algunos especialistas, incluso, recomiendan que todas las mujeres embarazadas se sometan a pruebas de detección del coronavirus, ya sea que tengan síntomas o no.