Una prueba de «lagartillas» para medir el riesgo cardíaco
Las enfermedades cardiovasculares son un grupo de afecciones del corazón y vasos sanguíneo. Y aunque se han hecho importantes avances en el tema. Las enfermedades cardiovasculares son la primera causa de muerte en el mundo. Desgraciadamente, éstas causan el 19% de las muertes en personas mayores a 30 años en México. Y por si fuera poco, se estima que las enfermedades cardiovasculares siga siendo la primera causa de muerte para los próximos años.
A pesar de lo graves que son, la mayoría de los casos permiten una vida sin mayor problema o se pueden evitar. Siempre y cuando se lleve un estilo de vida adecuado. Por ejemplo, la enfermedad cardiovascular más común es la cardiopatía coronaria, la cual es ocasionada cuando el colesterol se acumula en las arterias. Por otro lado algunas de las enfermedades cardiovasculares tienen otros orígenes, distintos al estilo de vida y hábitos. Tal es el caso de los defectos congénitos del corazón.
Pruebas físicas en el diagnóstico
Usualmente, varias enfermedades cardiovasculares se detectan por medio de una prueba de esfuerzo con actividad física. A causa del trabajo del corazón bajo la actividad física, es mucho más fácil detectar problemas después de un tiempo realizando ejercicio. La prueba se llama ergometría. Para realizarla, se requiere el uso de electrodos y equipo para actividad física.
Pruebas más sencillas
La prueba puede ser complicada por los equipos necesarios. Recientemente, un estudio hecho por académicos de Harvard muestra opciones más económicas para detectar riesgos cardiovasculares.
El estudio requirió poco más de mil individuos. Todos ellos mayores de edad y bomberos de profesión. Dicho estudio recopiló datos de pruebas físicas durante diez años. Parte de las pruebas físicas comprendía hacer lagartijas o «push ups».
De todos los participantes, unos 37 presentaron enfermedades cardiovasculares en el periódo de diez años. Al revisar los datos, encontraron algo que 36 de los 37 participantes tenían un resultado en común. Ninguno de ellos pudieron hacer más de 40 push ups en sus pruebas físicas. Después de tratar los datos, el equipo cuantificó la relación entre aquel ejercicio y el riesgo de enfermedades cardiovasculares.
El estudio reporta que lograr hacer cuarenta o más repeticiones de push ups, indica una disminución del 96% en riesgos cardiovasculares. El ejercicio realizado muestra una gran correlación entre la afección y las repeticiones. Pero aún más importante, es una prueba considerablemente sencilla.
El desempeño al hacer push ups, se ve afectado por la resistencia aeróbica y fuerza de quien la realiza. Los cuales tienen una fuerte relación con la salud en general. Por ello no es sorprendente la correlación encontrada en el estudio.
Importancia y oportunidad de estudio
Los resultados muestran una gran posibilidad. Y a pesar de que hace falta hacer un estudio más riguroso. El estudio podría suponer un avance en los métodos detección de enfermedades cardiovasculares. Ya que la prueba física descrita podría suponer una opción muy sencilla y económica, lo que se traduce en diagnósticos más rápidos.
Artículo original consultado de Journal of the American Medical Association (JAMA). Con información de Sciencealert y de la Organización Mundial de la Salud (OMS).