El SARS-CoV-2 podría propagarse por el aire a través de los aerosoles

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La Academia Nacional de Ciencias (NAS) indica, según nueva evidencia, que el SARS-CoV-2 podría diseminarse por el aire por medio de los aerosoles respiratorios. Esta vía se sumaría al conocido medio de las gotas emitidas y dispersas por la tos o por el estornudo. 

Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de EE. UU. y otras agencias de salud internacionales indican que la principal vía de transmisión del SARS-CoV-2 es a través de las gotas respiratorias más grandes, de hasta un milímetro. Estas partículas son las que se expulsan al toser y al estornudar. Su peligrosidad radicaría en la carga viral que portan los individuos infectados.

Aunque se desconoce en qué medida, se cree que las personas sintomáticas serían más contagiosas que aquellas asintomáticas o que cursan un cuadro leve o subclínico de COVID-19.

Gotas respiratorias

Actualmente, se sabe que solo las gotitas generadas dentro de uno o dos metros son las que pueden depositar partículas virales en superficies u objetos. Por lo tanto, el contagio se produciría cuando las personas toman contacto con estos materiales y se tocan las mucosas.

Estas gotas que caen sobre las superficies pueden contener el virus. Pues se ha visto que este patógeno puede permanecer viables durante varios días, dependiendo del tipo de material del que se trate.

Aunque también se ha observado que la carga viral va disminuyendo en las superficies, según transcurre el tiempo. Pero todavía se desconoce la carga viral que se requiere para iniciar la infección en una persona (concentración infectante mínima).

¿También los aerosoles contagian?

Aunque las investigaciones no son concluyentes, recientemente hubo una revisión de estudios por parte de la Academia Nacional de Ciencias (NAS). Este documento fue enviado con fecha 1 de abril al jefe de la Oficina de Políticas de Ciencia y Tecnología de la Casa Blanca.

La revisión informa que «los resultados de los estudios disponibles son consistentes con la aerosolización del virus en la respiración normal», según manifiestan Harvey Fineberg y sus colegas del NAS.

Esta sospecha se debió a un estudio publicado en The New England Journal of Medicine. El equipo informó que el SARS-CoV-2 puede flotar como gotas de menos de cinco micras de ancho (aerosol). Su período de viabilidad se estimó en un máximo de tres horas, donde mantiene su transmisibilidad. Esta vía aérea adicional podría ayudar a explicar por qué este contagio se está extendiendo tan rápidamente. 

En su revisión, Fineberg y sus colegas de NAS revisaron varios estudios, como el dirigido por Joshua Santarpia, del Centro Médico de la universidad de Nebraska. El equipo encontró evidencia de ARN viral en todas las salas de aislamiento de pacientes tratados por COVID-19. El ARN viral fue detectado en superficies de difícil acceso, así como en muestras de aire a más de dos metros de los pacientes. 

Pero hay que aclarar que la presencia del ARN del SARS-CoV-2 solo indica que el virus puede propagarse a través de aerosoles. Un tema distinto es encontrar partículas virales infecciosas (viables).

UN estudio de Yuan Liu, en la universidad de Wuhan, plantea que el equipo de protección personal (PPE) podría ser una fuente de contaminación aérea. Esto se debería a que el virus se resuspende en el aire cuando los trabajadores sanitarios se quitan el PPE, higienizan los pisos y cruzan áreas infectadas. 

¿Usar o no mascarillas?

Con respecto a los barbijos, NAS citó el trabajo de Nancy Leung, de la universidad de Hong Kong, que recolectó gotas respiratorias y aerosoles de pacientes con enfermedades respiratorias de origen viral.

Algunos de los pacientes llevaban barbijos quirúrgicos. Por lo tanto, redujeron la detección de ARN de SARS-CoV-2, tanto procedente de las gotas respiratorias como de los aerosoles. En conclusión, el uso de mascarillas quirúrgicas podría prevenir la transmisión de las infecciones por SARS-CoV-2 si las usan personas sintomáticas.

Por el contrario, un resumen científico del 27 de marzo de la OMS afirma que la transmisión por aerosoles «puede ser posible en circunstancias y en entornos específicos que generan aerosoles». Por ejemplo, cuando los pacientes gravemente enfermos son intubados.

Pero dada la magnitud de la pandemia, los CDC estarían pensando en cambiar su postura. Podrían recomendar que todas las personas en los Estados Unidos usen barbijos de tela en público. Esto podría servir para reducir la posibilidad de que el SARS-CoV-2 pueda propagarse por el aire a través de los aerosoles y no solo por medio de las gotas emitidas y dispersas por la tos o por el estornudo. 


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