¿Existe relación entre la terapia hormonal posmenopáusica y el cáncer de mama?

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La menopausia es el momento marcado por la última menstruación espontánea, que indica el término de la fertilidad femenina, y el diagnóstico se establece retrospectivamente, después de transcurrido un año. 

Después de este evento crucial en la vida de la mujer, generalmente aparecen manifestaciones de variada intensidad debidas al estado hipoestrogénico y la baja de progesterona,  asociados al cese de la función ovárica.

En casos de sintomatología grave, es donde el uso de la terapia de reemplazo hormonal TRH ayuda en el manejo de las manifestaciones vasomotoras y vaginales asociadas a la atrofia urogenital. Además, se ha documentado que la TRH se asocia a mejoría en síntomas osteoarticulares y osteomusculares, así como del estado anímico, trastornos del sueño y disfunción sexual.

Pero no todas la mujeres pueden emplear la TRH, pues existen contraindicaciones absolutas para su uso, entre las que se encuentran:
• metrorragia anormal no diagnosticado
cáncer mamario conocido, sospechado o antecedentes familiares
• Neoplasia estrógeno dependiente, comprobada o sospechada
• Trombosis venosa profunda en curso, embolia pulmonar o antecedentes de estos cuadros • Enfermedad tromboembólica arterial
• Disfunciones o patologías hepáticas.

Con respecto al cáncer de mama, un metaanálisis previo encontró que las usuarias actuales y recientes de TRH tenían un mayor riesgo, pero no se contaba con suficiente información sobre los efectos de los diferentes tipos de TRH o sobre los riesgos a largo plazo, después de que la terapia había cesado.

El uso de la TRH los países occidentales pasó por varios cambios: aumentó rápidamente durante la década de 1990; se redujo abruptamente a la mitad a principios de la década de 2000 y luego se estabilizó durante la década de 2010. 

Actualmente, hay unas 12 millones de usuarias en los países occidentales, unos 6,000,000 en América del Norte y seis millones en Europa.

El estudio internacional

El estudio publicado en The Lancet se basó en una colaboración internacional, que utilizó datos pertenecientes a 58 estudios epidemiológicos a nivel mundial, efectuados entre los años 1992-2018 e incluyó a 108,647 mujeres con cáncer de mama, que registraron el uso de TRH y que posteriormente desarrollaron cáncer de mama a una edad promedio de 65 años.

Observaron el tipo de TRH utilizada por última vez, la duración del uso y el tiempo transcurrido desde la última administración.

Los riesgos asociados al TRH

Entre las mujeres que desarrollaron cáncer de mama, la mitad había usado TRH. La edad promedio de aparición de la menopausia y el comienzo de la terapia hormonal fue de 50 años. La duración promedio del uso de TRH fue de 10 años en usuarias actuales y de siete años en pacientes anteriores. 
Los hallazgos sugieren que todos los tipos de TRH– excepto los estrógenos vaginales tópicos- están asociados con un mayor riesgo de cáncer de mama, siendo mayores para las usuarias de la TRH con estrógeno-progestágeno, más aún si se administraba diariamente en lugar de ser intermitente, que con la terapia hormonal con estrógeno solo.

El estudio descubrió que este mayor riesgo de cáncer de mama asociado a TRH puede persistir más de una década después de que se deja de usar y que su grado depende de la duración del uso. En el caso que el uso haya sido inferior a un año, a partir de entonces, existe poco riesgo de cáncer.

Para las mujeres occidentales de peso promedio que nunca han usado TRH, el riesgo promedio de desarrollar cáncer de mama durante 20 años- entre los 50 a 69 años inclusive- es de aproximadamente 6,3 por cada 100 mujeres.
Los autores estiman que para las mujeres con cinco años de uso de los tres tipos principales de TRH, a partir de los 50 años, los riesgos de cáncer de mama en el mismo período de tiempo (20 años) aumentarían a:

• 6,8 por 100 en usuarias de estrógeno solo.

• 7,7 por 100 en usuarias de estrógeno más progestágeno intermitente.

• 8,3 por 100 en usuarias de estrógeno más progestágeno diario.
Los aumentos en el riesgo de cáncer mamario serían aproximadamente el doble para las mujeres que usan TRH durante 10 años en lugar de 5 años, como indica la coautora, profesora Valerie Beral, de la Oxford University, Reino Unido:

Nuestros nuevos hallazgos indican que persiste un mayor riesgo incluso después de suspender el uso de la terapia hormonal para la menopausia. Las estimaciones previas de los riesgos asociados con el uso de la terapia hormonal para la menopausia se duplican aproximadamente por la inclusión del riesgo persistente después de que cesa el uso de las hormonas”.

En general, El uso de TRH estuvo mucho más asociado con el cáncer de mama con receptor de estrógeno positivo (ER +) que con otros tipos de cáncer.

Como la menopausia generalmente ocurre entre los 40 y 50 años, casi toda la evidencia fue para mujeres que habían tenido su menopausia y comenzaron la TRH a estas edades. 

Los autores señalan como limitación de la evidencia epidemiológica de la que disponían es la falta de suficiente información sobre las mujeres que habían usado TRH durante largos períodos y habían dejado de fumar hace más de 15 años, excluyendo por lo tanto el tabaquismo como riesgo para cáncer mamario.