Menopausia: lo que toda mujer debe saber

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La menopausia se diagnostica después de transcurridos doce meses sin que la mujer tenga una menstruación. Esta suele producirse entre los 40 y 50 años y los síntomas incluyen variadas alteraciones físicas, emocionales y cognitivas. Te contamos cuál es la terapia de reemplazo hormonal para aminorar los síntomas.

¿Cómo empieza la menopausia y a qué edad?

La menopausia es una etapa natural en la vida femenina y se define cuando una mujer ha dejado de tener períodos menstruales durante 12 meses seguidos.

Esta etapa puede producirse entre los 40 y 50 años, pero la edad promedio en México es a los 47,9 años.

El tiempo transcurrido previo a este punto se llama perimenopausia, que puede llevar asociada una gran variedad de síntomas y tardar distintos períodos de tiempo, según la persona.

Se habla de «normal» cuando la sintomatología es leve o inexistente. Si esta va de grado moderado a grave y obliga a la mujer a visitar al médico, puede tratarse de una menopausia «patológica», donde los síntomas, como los genitourinarios, pueden durar meses o años.

Se denomina menopausia precoz (espontánea, quirúrgica o postratamiento con quimioterapia o radioterapia) a la que sobreviene antes de cumplir los 40 años, ya sea por un cáncer u otra patología que afecta a los órganos reproductores femeninos.

¿Cuáles son los primeros síntomas de la menopausia?

Habitualmente, se presentan alteraciones en la perimenopausia, que anuncian esta etapa:

Ciclos menstruales irregulares

Este desequilibrio se manifiesta cuando la menstruación se adelanta o se atrasa más de siete días, lo que se considera perimenopausia temprana. Se dice que es tardía cuando la menstruación no aparece en dos meses y hay un intervalo de 60 días entre ciclos.

Bochornos y sudoraciones nocturnas

El bochorno o sofoco es la sensación repentina de intenso calor en el rostro y en la parte superior del tronco, que luego se extiende por todo el cuerpo y dura entre 2 y 4 minutos.

Esto se debe a las alteraciones del centro termorregulador que se ubica a nivel cerebral, efecto de la disminución de los estrógenos. También, puede asociarse a escalofríos posteriores, palpitaciones y un estado de gran ansiedad.

Si bien estas son las manifestaciones de las que más se quejan las mujeres, muchas ya empiezan a sentir los sofocos en la perimenopausia, especialmente en la fase tardía, donde suelen ser más intensos.

Los sofocos que aparecen durante el sueño, que pueden llevar a despertarse varias veces durante la noche, provocan, posteriormente, una sensación de fatiga, irritabilidad, cambios anímicos y dificultad para concentrarse.

Trastornos del sueño

Los problemas para conciliar el sueño también se deben a los desequilibrios que provienen, generalmente, del trastorno hormonal que está experimentando el cuerpo, que puede asociarse a los sofocos.

Hasta un 60 % de mujeres reportan problemas de sueño, que se asocian a la estructura y fisiología cerebral, que puede afectar al funcionamiento de la memoria.

Problemas con las relaciones sexuales

La pérdida de deseo sexual tiene una gran relación con la evolución de las fluctuaciones hormonales, lo que puede incidir en una disminución de la lubricación, con la consiguiente sequedad vaginal, irritación o picazón vaginal o vulvar.

Si bien estos síntomas se empiezan a manifestar durante la perimenopausia, en la menopausia pueden desembocar en una atrofia vaginal.

Cambios en el estado anímico

Debido a la alteración hormonal, se produce un desequilibrio emocional, que puede hacer a la mujer más irritable o negativa ante algunas situaciones.

Pequeñas pérdidas de orina

Si al toser o estornudar se producen pequeñas fugas de algunas gotas de orina, puede indicar que el suelo pélvico está debilitado.

Deterioro cognitivo

Muchas mujeres en la perimenopausia comienzan a tener dificultades para recordar hechos o nombres, encontrar palabras o concentrarse en varias tareas simultáneas. También es habitual que manifiesten problemas de fluidez verbal.

Los síntomas pueden comenzar a veces solo unos pocos días previos a cada período y, luego, pueden extenderse a una o dos semanas hasta convertirse en constantes.

Además, existe una variedad de síntomas que puede experimentar una mujer durante la perimenopausia y que, a veces, se extienden hasta la menopausia:

  • Ansiedad
  • Bajo estado anímico
  • Fatiga
  • Cefaleas
  • Prurito generalizado
  • Palpitaciones
  • Mialgia
  • Reducción de la masa muscular (sarcopenia)
  • Artralgia
  • Síntomas urinarios
  • Recurrencia de infecciones urinarias

¿Qué le pasa a la mujer en la menopausia?

Hay que tener claro que esto es un proceso que se va gestando desde la perimenopausia, donde se inician los primeros signos y síntomas que indican cambios en los ciclos menstruales, además de otras alteraciones corporales y anímicas.

Durante este período, los ovarios comienzan a disminuir de tamaño. Mientras se alcanza la menopausia, los niveles de las hormonas estrógeno y progesterona disminuyen, lo que desencadena el cese de la ovulación y de la menstruación.

Conocimiento y conciencia

Se requiere mayor información sobre la menopausia, partiendo desde la propia mujer, para poder entender cuándo es normal, cuándo se torna patológica y a qué tratamientos se pueden recurrir.

Además, hay que saber que la ansiedad y la fatiga son síntomas muy comunes y pueden afectar a la productividad laboral.

Hay que considerar que existen complicaciones asociadas a esta etapa de la vida femenina que pueden ser evitadas, como son las fracturas por osteoporosis, enfermedades cardiovasculares e incontinencia urinaria, entre otras.

Para estas alteraciones, se puede recurrir a la terapia de reemplazo hormonal (TRH), que puede aminorar, retrasar o subsanar estos cuadros, para así tener una mejor calidad de vida y productividad.

Con información obtenida a partir de Medical News Today, Mayo Clinic, BBC News, Ifa on Line y Barna Clinic.