Nuevo desarrollo biotecnológico para el tratamiento del asma

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Los cambios climáticos, los elevados índices de contaminación, la alimentación de mala calidad y saturada de químicos alérgicos, así como la predisposición hereditaria, han tenido efectos directos sobre el aumento de la cifra de padecimientos alérgicos respiratorios, los cuales, al no ser diagnosticados y tratados a tiempo, llegan a transformarse en patologías respiratorias crónicas  como el asma. Este hecho es apoyado por varios estudios realizados por la  OMS, que demostraron que este cuadro se origina de una alergia mal tratada, la cual puede ser adquirida por cualquier persona, si bien la mayor prevalencia se presenta en niños.

El asma tiene distintos grados de gravedad, siendo el asma severa la que compromete profundamente la capacidad pulmonar, que cae por debajo de 60% e involucra la refractariedad a los tratamientos farmacológicos de primera línea.

Según estimaciones de la OMS, el asma afecta a más de 235 millones de personas en el mundo, siendo la patología más frecuente entre la población infantil.

Datos aportados por  la Secretaría de Salud de México, señalan que un 7% de la población del país padece de asma, patología que habitualmente se arrastra desde la niñez.

Si bien el asma está presente en todos los países, independientemente de su grado de desarrollo, sobre el 80% de la mortalidad por esta causa tiene lugar en países de ingresos bajos y medios-bajos.

El nuevo desarrollo mexicano

Un nuevo fármaco para el tratamiento del asma fue desarrollado en el Laboratorio de Ingeniería de Bioprocesos del Instituto de Biotecnología (IBT) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), en colaboración con el laboratorio farmacéutico- también mexicano- Liomont.

Este  avance consiste en el desarrollo de una nueva metodología para la síntesis de un anticuerpo monoclonal recombinante proveniente del ovario de hámster chino, cuya elevada especificidad le confiere la capacidad  de detectar e inhibir la molécula que da origen a la inflamación bronquial y desencadena el asma.

Cómo se gestó el proyecto

Este proyecto fue liderado por el Dr. Tonatiuh Ramírez, actualmente director del IBT y la Dra. Laura Alicia Palomares Aguilera, investigadora titular de la misma institución, quien indicó que la colaboración del instituto en este proyecto se produjo a partir de la petición de Liomont para que la UNAM se encargara del desarrollo del proceso para la síntesis de un anticuerpo monoclonal determinado.

Este proyecto se realiza en colaboración con Laboratorios Liomont, empresa cien por ciento mexicana, la cual buscó hace tres años al IBT como socio para el desarrollo de dicha tecnología. Ellos definieron la molécula con la que trabajaríamos y nosotros nos encargamos de toda la parte científica y tecnológica del proyecto, mientras que Liomont financió el trabajo”.

Este proyecto también recibió recursos —desde el 2014— provenientes del Programa de Estímulos a la Innovación (PEI) perteneciente al Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt).

Metodología de trabajo

La primera etapa que llevó a cabo el grupo de investigación para llegar a este nuevo fármaco consistió en definir la secuencia del gen que codifica el anticuerpo; posteriormente, diseñaron  un nuevo gen para producir una línea celular recombinante —selección de células presentes en el ovario del hámster chino,  que cuenta con la capacidad de sintetizar la proteína específica— a partir de la cual clonaron la molécula. Como explica el equipo: “Básicamente definimos la secuencia, sintetizamos el gen, se genera la línea celular recombinante que contiene ese gen —en un marco genético que permite su expresión a través de las células de ovario de hámster chino—. Una vez que contamos con esas células productoras, seleccionamos aquellas que producen la proteína en mayor cantidad y con mejor calidad (…) Después generamos un proceso de cultivo de las células que garantice un rendimiento apropiado con calidad adecuada”.

Al finalizar estas etapas, que demandaron tres años de investigación y desarrollo tecnológico, los investigadores purificaron la molécula, para obtener un producto con calidad adecuada para uso farmacéutico.

En los próximos meses, Laboratorios Liomont comenzará con la fase que incluye las pruebas clínicas en humanos, para obtener los permisos sanitarios que le permitan producir el fármaco y pasar a su elaboración a nivel industrial, con la asesoría del IBT.

El Dr. Sergio Valentinotti, director de Ciencias de la Vida de Liomont, destacó que este proyecto les servirá de punto de partida para explorar la producción de medicamentos biotecnológicos dirigidos al tratamiento de otras patologías. Pero una de las implicancias más importantes de este desarrollo, es que servirá de punto de partida para generar un polo de  innovación biotecnológica que se traduzca en un beneficio a mediano y largo plazo para México, pues este tipo de proyectos fomenta la contratación de investigadores jóvenes y la mutua colaboración entre el sector público y privado.

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