Nuevo fármaco contra la insuficiencia renal en pacientes diabéticos

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La diabetes es un desorden que ocurre cuando el páncreas no produce suficiente insulina o el cuerpo no puede utilizar de forma efectiva la que produce.

Según datos de la Organización Mundial de la Salud, las personas con diabetes pasaron de 108 millones en 1980 a 422 millones en 2014.

Se estima que, en 2016, 1.6 millones de muertes fueron consecuencia de la diabetes.

Sin el tratamiento adecuado y cambios en el estilo de vida, la diabetes provoca otras complicaciones como ceguera, ataques al corazón, infartos, amputación e insuficiencia renal.

Existen dos tipos de diabetes:

  • la 1, que se de debe a la producción deficiente de insulina y, hasta ahora, no es prevenible;
  • y la 2, la cual se desarrolla por falta de actividad física, exceso de peso y mala alimentación.

La diabetes tipo 2 es la principal causa de insuficiencia renal y problemas cardiovasculares.

En la actualidad existen medicamentos para tratar estos padecimientos; pero, son pocos los que tienen un efecto de largo plazo.

De hecho, el único tratamiento aprobado para la protección renal en pacientes con diabetes tipo 2 bloquea el sistema renina-angiotensina (relacionado con el control de la presión arterial), y se creó hace 18 años.

Por el motivo anterior, un equipo de investigadores realizó pruebas con inhibidores cotransportadores de sodio-glucosa 2.

Los resultados obtenidos sugieren que estos medicamentos pueden mejorar la función renal en pacientes con diabetes tipo 2.

Un nuevo fármaco

Los cotransportadores de sodio-glucosa 2, también llamados SGLT2, son inhibidores que reducen la reabsorción renal de glucosa e incrementan su eliminación a través de la orina.

La canagliflozina es uno de esos inhibidores, y fue el medicamento utilizado por los científicos para tratar a pacientes con diabetes e insuficiencia renal.

En el nuevo estudio participaron 4 mil 401 personas de 30 años o más, a quienes se les diagnosticó diabetes e insuficiencia renal crónica.

Los participantes tomaron inhibidores de angiotensina convertidos de enzima, o bloqueadores de angiotensina, 4 semanas antes de iniciar los ensayos.

Posteriormente, fueron asignados, de forma aleatoria, a 690 lugares en 34 países para tomar canagliflozina o un placebo, entre marzo de 2014 y mayo de 2017.

Sus efectos fueron monitoreados en tres etapas: a las 3 semanas; después a las 13, y, finalmente, a las 26 semanas.

Los especialistas notaron que el grupo que recibió canagliflozina bajó su riesgo de morir por causas renales hasta un 34%; así como el riesgo de padecer enfermedad renal en etapa terminal, a 32%.

De forma adicional, observaron disminución en sus probabilidades de muerte cardiovascular, ataques cardiacos, infartos, y de hospitalización por fallas del corazón.

Basados en la información obtenida, estimaron que el tratamiento con canagliflozina podría prevenir 22 hospitalizaciones por falla cardiaca y hasta 25 eventos relacionados con problemas cardiovasculares o coronarios por cada mil pacientes.

Aun con estas respuestas positivas, existe un riesgo mayor de amputación y de fracturas en los huesos como efectos secundarios; asimismo, hay un alto riesgo de cetoacidosis diabética.

A pesar de ello, los expertos señalaron que esas probabilidades no distan mucho entre el grupo de control y el de quienes tomaron canagliflozina.

Por otro lado, el estudio incluyó a una población con alto riesgo de insuficiencia renal; aunque tiene tiene limitaciones.

En primer lugar, anotaron los autores, el ensayo se detuvo antes en un análisis provisional planificado; lo cual pudo tener impacto en resultados secundarios y en el riesgo de sobreestimar sus efectos. No obstante, la consistencia, señalaron, es similar a la de otras investigaciones con SGLT2.

Tampoco se incluyeron a pacientes con enfermedad renal muy avanzada; ni a aquellos quienes creen tener insuficiencia renal como consecuencia de una condición distinta a la diabetes. Sin embargo, tiene el potencial para influir en la práctica médica.

Los hallazgos fueron publicados en The New England Journal of Medicine; y recibió el apoyo de Janssen Research and Development, quienes han manufacturado la canagliflozina con el nombre comercial de Invokana.

Dicha compañía presentó el mes pasado una nueva solicitud ante la Food and Drugs Administration (FDA) para usar la canagliflozina como fármaco que reduce el riesgo de enfermedad renal terminal, muerte renal o cardiovascular, en pacientes con diabetes tipo 2.