El triclosán de las pastas de dientes afecta la microbiota y la salud del colon

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El triclosán es un antimicrobiano que difunde a través de la membrana bacteriana e interfiere en el metabolismo lipídico de las bacterias. Tiene acción bacteriostática,  que ha demostrado particular actividad contra bacterias gram positivas como el género Staphylococcus, incluidas las cepas multirresistentes, como el S. aureus meticilinorresistente; aparte de las especies de Streptococcus.  Además tiene buena actividad contra bacterias gramnegativas, como son Escherichia coli, Salmonella, Klebsiella, Bacilo de Koch y diversos virus; pero es poco activo frente a Pseudomonas y hongos. Posee efecto acumulativo y residual.

Fue desarrollado en los años sesenta, desde donde comenzó a utilizarse en hospitales para reducir el riesgo de infecciones en quirófanos y como desinfectante de manos. Más tarde se extendió a una amplia gama de productos domésticos por sus propiedades antisépticas, como  jabones, champús, desodorantes, dentífricos, colutorios, utensilios de cocina, bolsas de basura, calcetines y juguetes, por lo que se calcula que unos 2,000 productos pueden contenerlo dentro de su formulación.

Estudios anteriores han demostrado que al usar un dentífrico que contiene triclosán, esta sustancia puede ser ingerida o absorbida a través de la mucosa oral, lo que ha dado paso a estudiar los posibles efectos nocivos que podría ocasionar sobre el organismo.

El año pasado, la FDA de los E.E.U.U. estableció un año de plazo para que las empresas retiren este compuesto de sus productos, ante el riesgo de que pudiera ser causante de resistencia bacteriana, así como la posibilidad de ocasionar alteraciones a nivel de la glándula tiroides o del sistema reproductivo.

Otros hallazgos sobre los efectos nocivos del triclosán son aportados por un estudio de la Stanford University- que fue presentado el año pasado- detectó que el uso de dentífricos con triclosán altera la conformación de la microbiota intestinal humana.

El triclosán y la microbiota

Según una reciente investigación realizada por la Massachusetts University (E.E.U.U.), que fue dirigida por Guodong Zhang y publicada esta semana en la revista Science Translational Medicine, muestra una relación entre este compuesto con cuadros inflamatorios intestinales y el cáncer de colon.

Con el objetivo de comprender de qué manera el triclosán altera la microbiota y qué consecuencias puede acarrear, los investigadores realizaron experimentos con ratones, consistentes en exponer a ratones a dosis bajas de triclosán a lo largo de tres semanas, para luego observar los efectos sobre el colon.

Según los hallazgos realizados, los ratones expuestos al triclosán desarrollan un estado de inflamación colónica de baja intensidad. Esta situación se acompañó de un incremento de la molécula inflamatoria interleucina-6 y de un deterioro de la mucosa que reviste internamente al colon.

Asimismo, en ratones que presentaban enfermedad inflamatoria intestinal- un término que incluye la colitis y la enfermedad de Crohn– la exposición al triclosán agravó los síntomas. En el caso de los ratones con cáncer de colon, se observó que el triclosán aceleró la progresión de la enfermedad y acortó la supervivencia.

Además, el triclosan no tuvo ningún efecto en ratones con ausencia de microbioma intestinal, ni en un modelo de ratón genéticamente modificado donde no existe el  receptor tipo toll 4T(LR4), un mediador importante para las comunicaciones entre el huésped y su microbiota. «Esta es una fuerte evidencia de que se requiere la microbiota intestinal para los efectos biológicos del triclosán«, indica Zhang.

Mecanismo de acción

Los hallazgos que se han realizado evidencian que el triclosán, cuando se ingiere, favorece la inflamación del colon, ya que al modular la expresión del TLR4 juega un papel fundamental en la respuesta inflamatoria del colon, al desencadenar el aumento de la interleucina-6 (IL-6) y sus efectos proinflamatorios.

Aunque la masa total de la microbiota intestinal no cambia, sí se modifica la composición de la microbiota, ya que unas especies de bacterias disminuyen y otras proliferan. Por ejemplo, se ha visto la reducción en un 75% la población de bifidobacterias, que tienen una importante acción antiinflamatoria intestinal.

Exposición inusual

Los investigadores advierten que, si bien esta investigación se ha basado en datos obtenidos tras administrar oralmente el triclosán, hecho que no representa la exposición habitual de las personas a este compuesto, puesto que los productos que lo contienen no están pensados para ser ingeridos, aún así, el amplio uso de este antimicrobiano lo ha convertido en un contaminante ambiental que puede consumirse a través de vegetales regados con aguas contaminadas o de pescados que lo hayan ingerido, ya que según el artículo: “El triclosán se ha detectado en el 75% de las muestras de orina de las personas analizadas en Estados Unidos”.“Toda la población está expuesta al triclosán en casi todas las etapas de la vida”.

Esta investigación supone una llamada de atención sobre un compuesto al que la mayoría de la población está expuesta, aún a dosis bajas, dado que sus concentraciones en la sangre de los ratones del estudio “son similares a las que se han encontrado en personas”, destaca Guodong Zhang, por lo que “Estos datos nos indican que las dosis que hemos utilizado son relevantes para la salud humana”. También hace énfasis en que “se habían estudiado los efectos potencialmente tóxicos del triclosán a dosis relativamente altas”, pero que “sus efectos en las dosis en que se utiliza habitualmente no se conocen bien”.

Recomendaciones y precaución

Los autores de la investigación abogan por “actualizar las normativas que regulan el uso de este antimicrobiano” por muchos motivos, entre ellos: “Los antimicrobianos son ubicuos y se encuentran en el ambiente como contaminantes. […] Aunque el estudio se ha limitado a modelos de ratón, este trabajo sugiere que los efectos del triclosán sobre la salud humana deberían examinarse más atentamente”. Además indican “Nuestro estudio sugiere que hay una necesidad urgente de evaluar más a fondo el impacto de la exposición al triclosán sobre la salud del aparato digestivo. […] Dado que la inflamación es una característica de muchas enfermedades metabólicas, sería importante evaluar si la exposición al triclosán tiene algún efecto perjudicial en estas enfermedades”.

Más allá del aparato digestivo, Zhan recuerda que  el triclosán, al ser empleado en variados productos formulados para la higiene personal podrían absorberse en bajas dosis a través de la piel, que también podría representar un problema de salud potencial a mediano plazo para la población general.