Riesgo de arritmias disminuye reduciendo el consumo semanal de alcohol

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Cuando el ritmo cardiaco normal (sinusal) se altera, se produce una arritmia. La fibrilación auricular (FA) es la causa de arritmia más frecuente y se produce cuando el corazón late demasiado rápido, muy lento o de manera irregular.

Los síntomas comunes de la fibrilación auricular incluyen pulso irregular o rápido, palpitaciones, dificultad para respirar, fatiga , mareos y dolor en el pecho.

Uno de los principales efectos de la fibrilación auricular es que hace que la sangre se acumule en las cámaras inferiores del corazón, lo que, a su vez, aumenta la probabilidad de formación de coágulos (trombosis).

El potencial de coagulación más elevado en este tipo de pacientes es la razón principal por la cual el riesgo de accidente cerebrovascular es de cuatro a cinco veces mayor, en comparación con las personas sin FA.

A veces es difícil decir qué causa la fibrilación auricular, pero parece ser que el daño al sistema eléctrico del corazón- llamado marcapasos cardíaco- es a menudo el culpable. Este daño puede ocurrir como resultado de alteraciones hormonales, una enfermedad cardíaca o por la complicación de una cirugía cardíaca. 

Otras afecciones, como la hipertensión arterial crónica no controlada, también pueden afectar al corazón de esta manera. También existen arritmias de causa desconocida, denominadas fibrilación auricular idiopática.

Dentro de los factores de riesgo para FA, un equipo de investigadores analizó datos de varios estudios y encontró que las posibilidades de desarrollar fibrilación auricular aumentaron linealmente con el aumento del consumo de alcohol.

Esos hallazgos mostraron que por cada 12 gramos de alcohol, aproximadamente la cantidad en una sola bebida, que una persona consumía por semana, había un riesgo 8% mayor de fibrilación auricular. Sin embargo, ese análisis no entregó datos sobre si el consumo total de alcohol o el número de episodios de alcohol tuvieron el efecto más fuerte.

En E.E.U.U. se estima que entre 2,7 y 6,1 millones de personas  padecen de fibrilación auricular, según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), pudiendo constituir varios de los afectados una población en riesgo de sufrir alguna coagulopatía secundaria.

Frecuencia versus cantidad de consumo de alcohol

En el nuevo estudio, el Dr. Jong-Il, profesor del departamento de medicina interna de la Facultad de Medicina de la Universidad de Corea en Seúl y sus colegas informan sobre sus hallazgos en EP Europace, donde compararon el efecto del consumo frecuente de alcohol en relación  a la ingesta excesiva sobre el riesgo de la aparición de fibrilación auricular.

Para ello, analizaron datos de 9,776,956 personas en la base de datos del Servicio Nacional de Seguro de Salud de Corea, que contiene registros de casi todos los habitantes.

Todos los individuos en el análisis inicial que se realizaron como parte de su chequeo de salud del 2009 no presentaban fibrilación auricular. Además, completaron una encuesta sobre el consumo de alcohol que realizaban.

Los investigadores utilizaron los registros de la base de datos para rastrear a las personas que formaban parte del estudio hasta el 2017, para detectar cualquier ocurrencia de fibrilación auricular.

Evaluaron el efecto del consumo semanal de alcohol- que calcularon multiplicando el número de sesiones de bebida alcohólica semanal por la cantidad de alcohol consumido en cada ocasión- en relación al riesgo de la aparición de fibrilación auricular.

El análisis reveló que la ingesta semanal de alcohol es un factor de riesgo significativo para la aparición de fibrilación auricular. Sin embargo, el equipo descubrió que el factor más fuerte era beber varias  veces por semana: tomar una bebida alcohólica diaria se asoció con un mayor riesgo de fibrilación auricular que beber dos veces a la semana, mientras que beber una vez a la semana fue menos riesgoso.

Los investigadores no encontraron un vínculo entre el consumo de una gran cantidad de alcohol en una sola vez o el consumo excesivo de alcohol y la aparición de fibrilación auricular. Por estos hallazgos, Choi y su equipo concluyeron que la ingesta diaria de alcohol es más riesgosa que el consumo excesivo de alcohol. Señalaron además que la asociación entre el número de veces que se ingirió bebida alcohólica y el inicio de la fibrilación auricular se mantiene independientemente del sexo y la edad.

Al suponer una posible razón de la asociación entre alcohol y fibrilación auricular, el profesor Choi sugiere que el alcohol podría desencadenar un episodio individual de fibrilación auricular, que de repetirse, podría «conducir a una enfermedad manifiesta«. «Además, beber puede provocar trastornos del sueño, que es un factor de riesgo conocido para la fibrilación auricular”.

Choi agrega que si bien : «Las recomendaciones sobre el consumo de alcohol se han centrado en reducir la cantidad absoluta en lugar de la frecuencia. Nuestro estudio sugiere que beber con menos frecuencia también puede ser importante para proteger contra la fibrilación auricular«.

Análisis de ingesta alcohólica

Al observar el consumo semanal de alcohol, los investigadores vieron que sus resultados coincidían con los de otros estudios: vieron un aumento del 2% en el riesgo de casos nuevos de FA por cada gramo semanal adicional de consumo de alcohol. El riesgo de fibrilación auricular aumentó en un 8% por cada bebida ingerida durante una semana, pero que la cantidad de veces que bebieron fue el factor de riesgo más importante. Por su parte, los que bebían todos los días tenían un riesgo 40% más alto que los que consumían alcohol dos veces por semana (grupo de referencia).

Prevenir la fibrilación auricular en sí, en lugar de sus complicaciones, debería ser nuestra primera prioridad, puesto que «El consumo de alcohol es probablemente el factor de riesgo más fácil de modificar”, el profesor Choi recomienda: «Para prevenir la fibrilación auricular de reciente aparición, se debe reducir tanto la frecuencia como la cantidad semanal de consumo de alcohol«.


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