Alimentos procesados podrían tener una conexión con el autismo

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Se estima que los trastornos del espectro autista (TEA) afectan a uno de cada 160 niños, aunque algunos estudios sugieren que la cifra podría ser mayor. A pesar de la diferencia en las cifras, en algo se esta de acuerdo, los casos del TEA son cada vez más comunes, sin embargo, ha sido muy complicado llegar a la causa. Aunque los TEA se conocen desde hace tiempo, las causas aún son tema de debate e investigación en la comunidad médica, pero hay un consenso sobre algunos factores de riesgo como el ambiente o genética.

Recientes investigaciones, han ayudado a comprender un poco más sobre el TEA y de paso desmentir algunos mitos sobre la condición. Hace un par de días, el investigador Saleh Naser y su equipo en la Universidad Central de Florida encontraron una posible relación entre un conservador de uso común y los TEA.

Flora intestinal y TEA

La flora intestinal tiene más implicaciones de lo que se cree, e incluso se ha visto como es afectada en casos de TEA. Es usual que en los casos de autismo, se observen problemas como diarrea e inflamación del abdomen. Una de las primeras observaciones sobre la flora intestinal en el TEA, es la disminución de algunas bacterias benéficas (Bifidobacteria por ejemplo). Mientras que otras, aumentan sus números, cambiando la flora intestinal de pacientes con TEA.

Teniendo en cuenta esto, el equipo se propuso estudiar la relación entre las bacterias y el autismo. El estudio se enfoca particularmente en una sustancia conocida como ácido propanoico (PPA). La razón para elegir tal sustancia es la mayor concentración del PPA en heces de pacientes con TEA.

¿Qué relación hay entre el PPA y el autismo?

Aunque el nombre ácido propanoico no suena familiar, de hecho es bastante común, ya que es un conservador de alimentos muy utilizado. Aunque el PPA se encuentra en la naturaleza, normalmente se produce de forma industrial.

En los experimentos con el PPA, los investigadores usaron células madre neurales (CMN). Las CMN se pueden diferenciar en dos tipos de células: neuronas y células gliales.

Al exponer las CMN a altas concentraciones del ácido, se producían más células gliales. Y aunque las células gliales tienen un rol muy importante en funciones neurales, cuando sus números son excesivos causan problemas. Además, se observó que mucho PPA afecta el modo en el que las neuronas se comunican con el resto del cuerpo. Naser y su equipo creen que estos efectos podrían explicar algunos de los signos del autismo, como las dificultades sociales.

Por otro lado, el alto consumo de alimentos procesados durante el embarazo podría afectar los niveles de PPA (recordemos que es un conservador común) en el feto. Lo que podría afectar al desarrollo y causar los efectos vistos por Naser. Sin embargo, el equipo admite que hacen falta más estudios para llegar a una conclusión final, aunque el estudio representa un paso en la comprensión del TEA y un punto para realizar más estudios sobre el autismo.

Investigación original publicada en la revista Nature. Además, complementado con la nota de Medical News Today sobre el tema. También, con información adicional del Instituto Nacional de Salud (NIH de Estados Unidos), del Centro de Control de Enfermedades y de Medline.