La acupuntura y su utilidad para reducir los síntomas de la menopausia

- Por

La menopausia es una etapa normal de la fisiología femenina, que se traduce en la falta de menstruación, debido al cese de la actividad ovárica, que generalmente comienza en la quinta década de la vida y continúa durante un promedio de 4 a 5 años.

La mayoría de las mujeres manifiestan síntomas asociados a la menopausia, de diversa índole e intensidad, que pueden comprometer el bienestar general, como los sofocos, que afectan a más de tres cuartas partes de las mujeres menopáusicas.

Si bien esta sintomatología es tratable, los métodos actuales tienen bastantes efectos adversos y contranidicaciones. Como el caso de la terapia de reemplazo hormonal (TRH), queaunque es efectiva para muchas mujeres, puede aumentar el riesgo de desarrollar cáncer de mama en pacientes con antecedentes familiares.

Debido a estos riesgos, en los últimos años, ha habido un incremento en las sociedades occidentales al empleo de las llamadas terapias alternativas o complementarias, como la popularacupuntura.

Esta milenaria técnica china se basa en la aplicación de agujas que actúan estimulando las terminaciones nerviosas de la piel y otros tejidos, que al enviar mensajes al cerebro genera diferentes efectos en el cuerpo, como analgesia o acción antiinflamatoria.

Existen varios estudios científicos que han comprobado la eficacia de la acupuntura en el tratamiento o como complemento en algunas patologías de índole orgánico y/o emocional, como por ejemplo la sinusitis, asma, depresión, dolor crónico, migraña, epilepsia, esquizofrenia o la artritis, entre otras, con diferentes grados de éxito.

Con respecto a la menopausia, algunos estudios han considerado la acupuntura como una terapia posible para mitigar sus síntomas, pero no han presentado pruebas concluyentes en sus hallazgos.

Acupuntura y sofocos

El estudio más reciente realizado sobre acupuntura, fue dirigido por investigadores de la Universidad de Copenhague, y la Universidad del Sur- en Odense- ambas de Dinamarca, cuyo objetivo fue evaluar los efectos de la acupuntura en la disminución de algunos síntomas asociados a la menopausia. Los hallazgos del estudio fueron publicados en la revista BMJ Open de esta semana.

Con respecto a estudios anteriores, los autores indican que:

«Han sido criticados por limitaciones metodológicas, por ejemplo, diseño deficiente, tamaño de muestra inadecuado, control inadecuado o grupos de placebo , ausencia de protocolos estandarizados y falta de datos sobre los efectos adversos«.

Por lo que para subsanar estas críticas y falencias, se enfocaron en investigar especialmente un síntoma clave: los sofocos. 

La muestra incluyó a 70 mujeres que atravesaban la menopausia,  de las cuales la  mitad se sometió a una sesión de 15 minutos de acupuntura estandarizada por semana, durante 5 semanas; con acupunturistas de vasta trayectoria, pues tenían un promedio de 14 años de experiencia. Las demás participantes formaron parte del grupo de control y no recibieron ningún tipo de tratamiento. 

Cada una de las mujeres completó un cuestionario para evaluar su experiencia con los síntomas más comunes de la menopausia, incluidos los sofocos, las alteraciones del sueño, los cambios de memoria, los síntomas génito-urinarios y las modificaciones cutáneas.  Estos datos los proporcionaron antes de que comenzara el estudio y después de 3, 6, 8, 11 y 26 semanas. 

Después de solo 3 semanas, los participantes en el grupo de acupuntura notaron una disminución en los sofocos. Transcurridas las 6 semanas, el 80% de las mujeres del grupo que participó de estas sesiones creían que les habían ayudado, pues la acupuntura no solo redujo los sofocos, sino que también experimentaron disminución en la frecuencia de la sudoración- incluidos los sudores nocturnos- los trastornos del sueño, los síntomas de tipo emocional y los problemas cutáneo- capilares.

Utilidad y limitantes del estudio

Aunque los resultados fueron considerados estadísticamente significativos, los autores advierten que el tamaño muestral fue escaso y la duración del estudio fue breve.

Además, ante la carencia de un placebo que debería emplearse en el grupo control, le resta valor a los hallazgos, como explican los autores: «En la actualidad, no existe un comparador de placebo de acupuntura validado«, pues el efecto placebo puede tener mayor impacto en aquellas situaciones en las que una persona recibe atención personalizada por parte de un profesional, en lugar de que se le administre un medicamento.

Existe una técnica llamada acupuntura simulada, que guarda gran similitud con la acupuntura estándar y que los investigadores creen que podría ser útil en estudios futuros. Su diferencia radica en que el acupunturista no aplica las agujas en los puntos de acupuntura o no penetra la piel con ellas.

Pero este tipo de técnica tampoco es ideal como control, pues un placebo debe ser inactivo, pero la acupuntura simulada posee un efecto que no podría definirse como neutral, comparada con los placebos verdaderos, como explican los investigadores: «un estudio que evalúa simulacros versus acupuntura real no es un estudio controlado con placebo, sino un estudio que evalúa dos tipos diferentes de acupuntura«.

El cuestionamiento es que ante la falta de un placebo adecuado que supla esta deficiencia en el estudio de la acupuntura, se desconoce si el alivio que aporta esta técnica puede ser comparable con los beneficios que se experimentan por ejemplo, debido a la atención de un médico, un masaje y descanso relajante u otro tipo de interacción tranquilizadora, además del efecto potenciador de las expectativas del propio paciente.

Pero pese a estas limitaciones y objeciones, si las mujeres tratadas con acupuntura han percibido mejoras en su sintomatología, podría constituir una técnica válida para mejorar su calidad de vida y revalorizar esa nueva etapa por la que atraviesan.


Etiquetas: