Tifoidea: causas, síntomas, tratamiento, prevención

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En días recientes, las autoridades sanitarias de Tamaulipas han dado a conocer el aumento en los casos de fiebre tifoidea en diferentes regiones del estado.

Aunque esa zona de la frontera mexicana es considerada endémica, las autoridades toman medidas necesarias para evitar su propagación y atender a los pacientes infectados. No obstante, la mejor forma de evitar el brote de esta enfermedad es con información y prevención.

De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), la fiebre tifoidea es una infección bacteriana potencialmente mortal causada por la Salmonella typhi.

Esta enfermedad es común en lugares donde no existe el hábito de lavarse las manos de forma constante o higiene adecuada.

El agua y los alimentos contaminados con excremento son dos fuentes de transmisión; aunque también se puede contagiar a través de individuos que no se saben portadores de la bacteria.

Si es detectada a tiempo, se puede tratar con antibióticos.

Datos básicos

La tifoidea es una infección común en países con bajos ingresos; sin el tratamiento adecuado, resulta mortal en un 25% de los casos.

Los síntomas incluyen fiebre alta y problemas gastrointestinales como diarrea y vómito.

La bacteria se propaga solo entre humanos por contacto directo con las heces.

La s. typhi entra por la boca; permanece entre 1 y 3 semanas en el intestino y luego se abre paso por la pared intestinal hasta el torrente sanguíneo.

Desde el torrente sanguíneo, llega a otros tejidos y órganos; incluso puede vivir en las células.

Para detectar la enfermedad es necesario realizar análisis de sangre, heces, orina o una muestra de médula ósea.

Síntomas y tratamiento

Los síntomas comienzan entre los 6 y 30 días después de contraer la bacteria.

Se presenta fiebre de hasta 39° y 40° centígrados; así como erupciones cutáneas o manchas rosadas en cuello y abdomen.

Otros signos son: debilidad, dolor abdominal, estreñimiento, y dolores de cabeza. Asimismo, puede haber confusión, diarrea y vómitos.

El único tratamiento efectivo son los antibióticos. Los más usados son el ciprofloxacino y la ceftriaxona.

El ciprofloxacino es un medicamento clave para este padecimiento; además, es uno de los antibióticos capaces de tratar o prevenir diversas infecciones bacterianas que van desde la gonorrea hasta infecciones en la piel.

Por su puesto, los antibióticos combinados con una alimentación saludable y la ingesta abundante de agua darán un mejor resultado.

Cabe mencionar que existen más de cien variedades de tifoidea, entre ellas se encuentran algunas resistentes a los antibióticos como la trimetoprima-sulfametoxazol y a la ampicilina.

En meses recientes, se ha reportado que el ciprofloxacino está experimentado casos similares: la tasa de resistencia de la s. typhimurium a este fármaco es de 35% aproximadamente.

Prevención

A principios del siglo XX, la fiebre tifoidea era endémica en muchos países. En la actualidad, gracias a las medidas de cloración de agua y a la eliminación sanitaria de excremento, se ha logrado controlar su propagación.

Aun así, a nivel mundial, 21.5 millones de personas contraen tifoidea cada año. Solo en Estados Unidos, se dan alrededor de 5 mil 700 casos; de los cuales, 75% comienzan cuando viajan por el mundo.

Para prevenir el contagio la principal herramienta es la vacunación.

La vacuna se administra en una sola dosis si es inyectada; o vía oral con cuatro tabletas, una cada dos días —la última se toma una semana antes del viaje—.

Según los especialistas, no se debe comenzar la vacunación si una persona está enferma o es menor de 6 años. Por otro lado, se debe evitar la dosis oral en personas con VIH.

La vacuna puede provocar efectos secundarios como fiebre, náuseas y dolor de cabeza; pero suelen ser poco comunes.

La OMS destaca que las vacunas no confieren inmunidad duradera. Sin embargo, desde 2017, esta organización precalificó una nueva vacuna conjugada contra la fiebre tifoidea; la cual se administra en dosis más pequeñas desde los seis meses de edad y tiene un efecto más prolongado.

Otras formas de prevenir la tifoidea son:

  • Beber agua embotellada o hervida.
  • Evitar la ingesta de alimentos en puestos de la calle.
  • No colocar hielo en las bebidas.
  • Evitar el consumo de frutas y verduras crudas.

Con información de Medical News Today.