Plan de parto, ¿cómo hacerlo, por qué y para qué?

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Tener o no hijos son decisiones que no deben tomarse a la ligera. Por eso, tanto mujeres como hombres realizan planes de control natal con el uso de anticonceptivos si no desean hijos; o, por el contrario, planes de embarazo cuando quieren agrandar la familia.

Esos planes incluyen elementos diferentes que tienen que ver con la salud del padre o madre y con los métodos más eficientes para lograr el cometido.

Ahora bien, para quienes han elegido el embarazo usualmente se sigue un régimen de consultas y cuidados prenatales para que la madre y el bebé se mantengan sanos. Y aunque se suele hablar más de qué hacer durante el embarazo, es importante prepararse para el momento del alumbramiento con un plan de parto.

¿Qué es un plan de parto?

Un plan de parto es un conjunto de instrucciones y preferencias que las madres y padres dictan para el nacimiento de su bebé.

En él, se incluyen datos como el hospital y médico que atenderá el nacimiento; la sala; las personas que podrán estar presentes, y cómo se desea que sea el parto.

Los planes de parto también se elaboran para ayudar a los proveedores de atención médica a atender el alumbramiento.

La Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos recomienda usar el momento de la planeación como una oportunidad para aprender sobre las distintas prácticas, procedimientos, métodos para aliviar el dolor y las opciones disponibles para el parto.

El plan puede ser tan específico o abierto como se desee; lo importante es mantenerse flexible; pues hay situaciones que quizá no puedan cumplirse o eventos no contemplados durante el nacimiento del bebé.

Pensar el plan como un listado de preferencias con posibles variables ayudará a entender mejor las opciones para dar a luz y tener contemplados los escenarios para un mejor nacimiento.

¿Qué puntos debe tomar en cuenta un plan de parto?

  • Cuál será la forma para aliviar el dolor: el dolor que cada mujer siente al momento de dar a luz es distinto. La manera de manejarlo pueden ir desde técnicas y ejercicios de respiración, hasta analgésicos. Si se opta por los medicamentos, pueden ser administrados por medio de una inyección en la vena o músculo; por otro lado, existe el bloqueo epidural para adormecer la parte inferior del cuerpo.
  • Monitorización fetal: esta técnica permite medir el bienestar intrauterino. No es invasiva y es indolora. Sirve para monitorear el número, intensidad y duración de las contracciones; así como la frecuencia cardiaca del bebé. Puede ser monitorización interna y la externa.
  • Tipo de parto: puede ser cesárea o parto natural. En cualquier caso, la decisión debe estar basada en las consultas previas con el médico. En este punto, se incluyen las decisiones sobre el entorno y posturas para el parto.
  • Trato para el bebé tras el nacimiento: esto contempla la posibilidad de tener al bebé en brazos inmediatamente después del parto, alimentarlo, o permitir que duerma con la madre. Aquí se deben considerar las políticas de cuidado a recién nacido del hospital y cómo pueden adaptarse.
  • Qué hacer si ocurre algo inesperado: nadie quiere que algo malo suceda; sin embargo, contemplar algunas complicaciones permitirá que tanto médicos, padres, y familiares estén preparados.

Los especialistas reiteran la flexibilidad ante las preferencias durante el parto; ya que puede haber medidas que su médico indique como necesarias a pesar de no ser las deseadas.

¿Cómo preparar un plan para el parto?

El ginecólogo, obstetra y médicos que den seguimiento al embarazo suelen contar con un formulario que puede ser llenado por los futuros padres. De no contar con ellos, se puede realizar una plantilla con los puntos mencionados, ajustarlo a las preferencias y hacerlo tan detallado como se desee.

Algunas de las preguntas que podrían ayudar a tener el plan son:

  • ¿Qué ambiente (sala) desea para el trabajo de parto? Esto incluye el tipo de ropa de cama, luces; incluso detalles como fotografías y otros artículos que no ocasionen problema en la sala.
  • ¿Quién desea que la acompañe?
  • ¿Qué tipo de parto está planeado?
  • ¿En qué posición desea estar en el parto (natural)?
  • ¿Le gustaría ver el alumbramiento?
  • ¿Cómo manejará el dolor?
  • ¿Es posible que el padre o acompañante corte el cordón umbilical?
  • ¿Desea conservar el cordón umbilical?
  • ¿Desea amamantar inmediatamente después del alumbramiento?
  • ¿Cómo desea crear los primeros vínculos con el bebé?
  • ¿Qué hacer en caso de una eventualidad?

Otro de los aspectos que se pueden tener para el parto, en incluso antes de iniciar el plan de nacimiento, son los económicos; es decir, tener opciones de clínicas y conocer sus planes de hospitalización, su cobertura y acciones ante el alumbramiento o sus complicaciones.

La Condusef sugiere revisar si la clínica o el hospital cubre gastos médicos consecuencias del parto; si cuenta con algún tipo de seguro para el bebé y la madre; el tiempo de cobertura; pago y reembolso.

Preguntar y comunicar

Por último, contar con un plan de parto es importante para un buen nacimiento del bebé; para evitar complicaciones; y para estar preparados ante cualquier eventualidad.

Por esos motivos es importante que los futuros padres, en especial quien dará a luz, pregunten sobre los procedimientos, opciones, riesgos y ventajas, desde su perspectiva como desde el punto de vista médico.

El plan debería tomar en cuenta malos escenarios; pero, sobre todo, deberá pensarse para los mejores escenarios posibles.