La ingesta temprana de cacahuates puede disminuir riesgo de alergia

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Las alergias alimentarias son muy comunes en la población general, su presentación varía desde leves síntomas  hasta reacciones anafilácticas, que pueden causar la muerte del afectado. En ese contexto, alrededor de 80% de los niños con alergia al cacahuete o maní la seguirá teniendo hasta llegar a la edad adulta.

Los alimentos más comúnmente identificados como causantes de alergias son la leche, el huevo, las legumbres, las frutas, los frutos secos, los pescados y mariscos. Estos cuadros presentan una prevalencia de 2 a 4% en adultos y de 6 a 8% en niños menores de 3 años.

Asimismo, alrededor del 80% de los niños con alergia al cacahuete o maní la seguirá teniendo hasta llegar a la edad adulta, por lo que el peligro de que se manifieste una reacción a este alimento perdura en el tiempo. También, aproximadamente 2% de los niños estadounidenses tienen alergia a los cacahuetes, siendo la principal causa de mortalidad relacionada con las alergias a los alimentos en dicho país.

Si bien el diagnóstico de este tipo de alergias se basa en la historia clínica, debe demostrarse una evidencia de sensibilización específica para el alérgeno del cual se sospecha como desencadenante.

Pese a las recomendaciones de la American Academy of Pediatrics (AAP)  para que los niños no consumieran maní dentro de determinadas edades, la prevalencia de las alergias al maní se ha duplicado en los países occidentales en los últimos 10 años, por lo que dichas recomendaciones fueron dejadas de lado en el 2008.

Las sorprendentes observaciones

Hace unos años, un grupo de investigadores del Reino Unido se dio cuenta de un hecho muy interesante: la alergia al maní en los niños judíos que residían en el Reino Unido era casi 10 veces mayor que la manifestada por los niños judíos que vivían en Israel. Dado que estos niños tienen una ascendencia y genética similar, descubrieron que la diferencia estaba en la dieta.

Los infantes judíos del Reino Unido escasamente consumían maní o productos derivados durante el primer año de vida. Por el contrario, los niños de Israel consumían Bamba, una especie de hojaldre de maíz elaborado con mantequilla de maní. Ante lo cual los investigadores se plantearon si esta precocidad del consumo de maní sería la diferencia crucial.

Los estudios

Investigación pionera

Así que decidieron poner su hipótesis a prueba, realizando un estudio con cerca de 600 bebés que tenían eczema severa o alergia al huevo, que se sabe aumenta el riesgo a sufrir alergia al maní.

Los sujetos participantes fueron divididos en dos grupos: a un grupo le dieron el producto Bamba para consumir frecuentemente (si no les gustaba Bamba, podían reemplazarla por mantequilla de maní sin grumos) y al otro grupo se le indicó que no ingiriera ningún producto que incluyera maní. Esta forma de alimentación continuó hasta que los niños cumplieron 5 años de edad.

Cumplido este tiempo, los niños fueron evaluados, evidenciándose que solo el 5% de los niños que comieron productos que contenían maní eran alérgicos, en comparación con 19% de los que no consumieron este alimento.

El segundo estudio

Un estudio reciente incluyó a 1,300 niños británicos con lactancia materna asignados de manera aleatoria en dos grupos, uno que recibe varios tipos de alimentos reconocidos por inducir alergias y el que solo era alimentado por leche materna, sugiere que la estrategia inicial de incorporar un alimento alergénico para los niños pequeños como son los huevos, también podría funcionar, al descubrir que las alergias a los cacahuetes y los huevos eran menos comunes en los niños pequeños que comenzaron a comer esos alimentos a los 3 meses de edad, comparativamente con los niños que solo recibieron leche materna cuando eran bebés.

Los resultados más fuertes evidentes con alimentos en base a maní y huevos, pero se presentó un problema, ya que aproximadamente un 60% de los infantes que comen tempranamente no se apegaron al programa indicado por el estudio, ya que algunos pueden haber tenido inmadurez de la deglución, por lo que algunos médicos no recomiendan comenzar con alimentos sólidos hasta los 4 meses de edad, según dijo el Dr. Gideon Lack, investigador de King’s College en Londres, quien dirigió los estudios.

El  New England Journal of Medicine publicó recientemente ambos estudios, coincidiendo con su presentación en una reunión médica con sede en Los Ángeles.

Repercusiones de estos hallazgos

Los resultados obtenidos a partir del estudio del año pasado ocasionaron un cambio radical en el enfoque preventivo de estas alergias, ya que fue el primero «en mostrar que la introducción temprana de maní puede prevenir el desarrollo de alergia«, según manifestó en un comunicado el Dr. Anthony Fauci, director del  National Institute of Allergy and Infectious Diseases.

A la vez, dio lugar a un  nuevo borrador orientativo-que  posteriormente se transformará en una nueva guía- donde se recomienda dar a los niños en riesgo a esta alergia alimentos que contienen maní, en edades tan tempranas como son los 4 a 6 meses de edad.

Los nuevos resultados sugieren que la introducción temprana de alimentos que inducen alergias produce «tolerancia verdadera» en los niños en riesgo, dijo la Dra. Stacy Dorris, alergista del Vanderbilt University Medical Center, quien no estuvo involucrada en las investigaciones.