La fibromialgia y el sistema inmunológico: ¿están relacionados?
Varias investigaciones han vinculado a la fibromialgia y el sistema inmunológico. De hecho, recientemente, un estudio con ratones sugiere que este podría ser un trastorno autoinmune.
Ante este hecho, te invitamos a conocer qué es este padecimiento, cuáles son sus principales síntomas y el porqué los científicos creen que el sistema inmune está involucrado en su desarrollo.
¿Qué es la fibromialgia?
De acuerdo con Mayo Clinic, «este es un trastorno que se caracteriza por un dolor musculoesquelético generalizado, el cual se acompaña de fatiga, problemas de sueño y memoria».
Por lo general, los síntomas comienzan después de un evento traumático, como una cirugía, una infección o estrés psicológico significativo.
Actualmente, se estima que, al menos, una de cada cuarenta personas en todo el mundo se ve afectada por la fibromialgia, con una predominancia entre las mujeres (80 % de los casos). Asimismo, se sabe que, aunque los niños también pueden padecerla, se da con mayor frecuencia entre los 25 y los 55 años.
¿Cuáles son los síntomas de la fibromialgia?
El dolor crónico es el síntoma más común de este padecimiento; sin embargo, existen otras manifestaciones:
- Cansancio extremo, que no mejora con el descanso
- Problemas cognitivos y de memoria, también conocida como niebla mental
- Mal humor
- Fatiga por las mañanas
- Cansancio muscular, que es ocasionado por calambres o espasmos
- Dolores de cabeza
- Síndrome del intestino irritable
- Períodos menstruales dolorosos
- Entumecimiento en mano y pies
- Síndrome de piernas inquietas
- Sensibilidad a la temperatura, a ruidos fuertes o a luces brillantes
- Depresión y ansiedad
¿Qué ocasiona la fibromialgia?
Todavía la comunidad científica no sabe con certeza qué es lo que causa la fibromialgia. No obstante, se cree que la genética desempeña un papel importante.
Por otro lado, existe evidencia científica de que los cerebros de quienes padecen fibromialgia no procesan el dolor de la misma forma que aquellos sin este padecimiento. Incluso, en los escaneos cerebrales se aprecia que sienten dolor cuando otros no lo hacen.
También se sabe que los receptores del dolor, en el cerebro de quien padece fibromialgia, desarrollan una especie de memoria del dolor, lo que los hace más sensibles a este.
Entre las posibles teorías sobre la razón de padecer este padecimiento se encuentra la que relaciona a la fibromialgia y el sistema inmunológico.
La fibromialgia y el sistema inmunológico
Recientemente, investigadores de King’s College London, la universidad de Liverpool y el instituto Karolinska, en Suecia, encontraron que muchos de los síntomas de la fibromialgia ocurren cuando los anticuerpos del individuo aumentan la actividad de los nervios sensibles al dolor.
Para llegar a esta conclusión, los científicos inyectaron anticuerpos de personas con fibromialgia en ratones y observaron que los animales eran más sensibles a los estímulos dolorosos, débiles y con menos movilidad.
También encontraron que los anticuerpos de personas con fibromialgia parecen sensibilizar a los nociceptores, nervios en la piel que envían señales de dolor al cerebro cuando detectan temperaturas extremas o sustancias químicas.
La investigación, que relaciona a la fibromialgia y el sistema inmunológico, fue publicada en The Journal of Clinical Investigation. Esta también halló que los síntomas de los ratones se resolvían completamente en dos o tres semanas después de que los animales eliminaban los anticuerpos humanos de sus organismos.
De acuerdo con David Andersson, principal investigador del estudio, «las implicaciones de la investigación son profundas, pues establecer que la fibromialgia es un trastorno autoinmune transformará la manera en la que vemos la afección y debería allanar el camino para tratamientos más efectivos para millones de personas afectadas».
¿Cómo se diagnostica?
Anteriormente, se diagnosticaba fibromialgia cuando se padecía dolor y sensibilidad en, al menos, 11 de los 18 puntos gatillo localizados en la nuca, parte superior de los hombros, parte superior del pecho, caderas, rodillas y codos externos, entre otros.
Actualmente, aunque suele ser difícil de diagnosticar, los médicos se basan, principalmente, en dos criterios:
- Tener dolor generalizado (en varias partes del cuerpo) por más de tres meses seguidos.
- Padecer otros síntomas, como la fatiga, problemas de sueño y de memoria.
¿Cuál es el tratamiento?
Aunque no existe una cura, existen medicamentos para tratar el dolor aprobados para esta enfermedad, tales como la pregabalina, duloxetina y milnaciprán. Asimismo, la terapia y las técnicas para controlar el dolor pueden ser de gran ayuda.
Con información de Medical News Today, Healthline, Mayo Clinic, Oficina para la Salud de la Mujer de EE.UU y ScienceDaily.