¿El Ayurveda puede ayudar contra la artritis reumatoide?

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El término «Ayurveda» es una combinación de dos términos sánscritos «ayu» (vida) y «veda» (conocimiento). Consiste en una práctica médica tradicional de la India que emplea un enfoque natural y holístico como tratamiento de variadas afecciones médicas.

Los practicantes buscan equilibrar las tres fuerzas de energía o «doshas» -que significa ‘humores’ o ‘aires vitales’- que en la actualidad se traduce como ‘temperamentos’ o ‘biotipos’ y son los elementos en que se  basa la vida: «vata» (aire), «pitta» (unión del fuego y el agua) y «kapha” (unión del fuego y la tierra).

Existen tratamientos ayurvédicos para tratar y aliviar patologías crónicas como la artritis reumatoidea (AR), pero son dependientes de las pautas de diagnóstico que utilice el profesional en cuestión: los que practican las pautas «Madhava Nidana» creen que los desequilibrios surgidos en el intestino y las sustancias inflamatorias causan la AR (llamada “amavata”). Por otro lado, la escuela de pensamiento «Ashtanga Hridaya» cree que la AR es el resultado de malos hábitos alimenticios y de estilo de vida, causantes de inflamación en el organismo.

Pero ambos enfoques ayurvédicos tienen en común un tratamiento en el que usan hierbas, suplementos dietarios, cambios dietéticos y ejercicios para aliviar los síntomas de la AR.

Hierbas y suplementos para tratar AR

Algunas de las hierbas que los practicantes ayurvédicos usan a menudo para tratar la AR incluyen: Boswellia serrata (incienso indio), ajo, jengibre,  Ricinus communis (aceite de ricino) y ashwagandha.

Algunas prepraciones de medicina ayurvédica también incluye «bhasma», o fórmulas especiales que contienen metales, como plata, hierro y cobre.

Un terapeuta ayurvédico también puede preparar aceites en base a hierbas para que los pacientes los apliquen en formas de masaje en en zonas donde experimentan dolor.

Dieta

Según el Ayurveda, ciertos alimentos pueden empeorar los síntomas de la AR, señalándose determinados hábitos alimenticios como agentes causantes o que empeoran los síntomas de la AR, los que deberán ser evitados: beber alcohol; comer alimentos picantes; ingesta excesiva de sal; consumo de un exceso de alimentos agrios, dulces o azucarados; ingerir alimentos crudos y los conocidos por causar reflujo ácido.

En el ayurveda también recomiendan sopas que contienen cebada y arroz, pues consideran que aportan una sensación de ligereza al cuerpo. A veces, el tratante puede recomendar una dosis de aceite de ricino, que actúa como laxante natural, como una forma de facilitar la purificación intestinal.

Con posterioridad y de forma gradual, la persona en tratamiento irá reintroduciendo alimentos, hasta adquirir de manera rutinaria una dieta saludable, que ayude a calmar la inflamación y mejore su condición clínica.

Estilo de vida

El ayurveda cree que un estilo de vida sedentario conduce a la formación de «ama» (toxinas), que causan inflamación y enfermedad, por lo que la adquisición de hábitos de vida saludables puede apoyar el tratamiento de la AR.

La práctica de yoga se considera una parte esencial de la medicina ayurvédica, puede ayudar a una persona con AR a ser más activa, a reducir la rigidez y el dolor, además de calmar el estrés.

Los profesionales de la medicina ayurvédica pueden aconsejar las siguientes prácticas para personas con AR: evitar el agua fría para bañarse y beber, sino que emplear agua caliente o tibia; evitar exponerse a la brisa fría; evitar hacer siestas nocturnas o vespertinas, emplear aceites herbales para masajear, a fin de reducir el dolor y la rigidez.

Dentro de estos hábitos favorecedores, si bien creen que la actividad física ayuda a aliviar algunas afecciones, recomiendan que las personas con AR eviten caminar en exceso.

Lo que la regulación y la ciencia dicen

Actualmente, en la mayoría de los países no existe un programa que otorgue licencia para los terapeutas ayurvédicos, ni existe un proceso oficial de capacitación o certificación que les de una licencia para ejercer, por lo que hay que averiguar sobre la formación profesional del terapeuta, antes de seguir sus recomendaciones y terapias.

La Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) de los Estados Unidos no regula los suplementos ayurvédicos de igual manera que los medicamentos recetados, por lo que existe menor disponibilidad en la información sobre cómo funcionan los suplementos, su interacción con medicamentos recetados y su seguridad, por lo que es fundamental que las personas solo compren suplementos ayurvédicos de un profesional acreditado y le informen a su médico si están usando algún tipo de tratamiento ayurvédico.

También deben preguntar al terapeuta que es lo que exactamente contiene cada preparación que les da, a fin de asegurarse de que no contenga compuestos a los que sea alérgica o que tengan interacciones medicamentosas con los tratamientos convencionales.

La ciencia se ha ocupado muy poco en investigar sobre tratamientos ayurvédicos en general y los que son específicos para la AR, puesto que los científicos han reportado dificultades al diseñar ensayos clínicos para evaluar las terapias ayurvédicas, en comparación con la medicina convencional y el uso de placebos . 

Además, la mayoría de los estudios incluyen un pequeño tamaño muestral, lo que dificulta a los investigadores saber si los resultados son aplicables a poblaciones más grandes.

Como ejemplo, se puede citar un estudio realizado en el 2011, que fue publicado en el International Journal of Ayurveda Research, que  siguió y evaluó los tratamientos ayurvédicos en 290 personas con AR durante 7 años, tras lo cual, el autor descubrió que incluso los participantes con AR grave informaron mejoras, como la disminución de la hinchazón y el dolor. Sin embargo, el estudio no comparó con un grupo de control, por lo que los hallazgos son difíciles de confirmar.

Lo que sí apoya la ciencia contemporánea es el uso del yoga, que muchos practicantes ayurvédicos recomiendan a para ayudar a aliviar los síntomas de la AR. Esta recomendación es avalada por un estudio del 2018 realizado con 75 adultos con AR, que descubrió que el yoga mejoraba el estado físico, al aumentar la flexibilidad; además de subir el estado de ánimo y mejorar la calidad de vida en general.

Con respecto a la adquisición de una dieta saludable y la incorporación del ejercicio, pueden resultar beneficiosos, al ejercer un efecto antiinflamatorio sobre las articulaciones, pero considerando que la AR puede dañar las articulaciones sin un tratamiento efectivo, es importante trabajar con un médico reumatólogo junto con el tratamiento ayurvédico, para optimizar los resultados de la terapia conjunta.