¿Es normal la acumulación de mutaciones en las células humanas sanas?

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Algunos cambios en los genes pueden afectar a características fenotípicas como el color de los ojos o del cabello, pero en cambio, otros tipos de mutaciones pueden llegar a afectar el funcionamiento de una proteína que desempeñe funciones de gran importancia para las células, pudiendo ser la desencadenante de una enfermedad, la cual puede heredarse de una generación a la siguiente u ocasionar neoplasias malignas, como los cánceres.

Las tecnologías genómicas de las células cancerígenas ha contribuido al descubrimiento y análisis de mutaciones somáticas que favorecen el desarrollo de esta neoplasia. Pero el hecho de estudiar la composición genética de un tumor cuando ya se ha desarrollado por completo, reduce ostensiblemente la posibilidad de descubrir cuáles son las mutaciones somáticas, cómo se producen y acumulan en los tejidos normales en las etapas previas a que se inicie el cáncer.

La detección temprana del cáncer es importante, para iniciar lo antes posible el tratamiento y así mejorar las tasa de supervivencia o incluso curarlo, pero muchos tumores y leucemias son tardíamente diagnosticados, encontrándose en etapas avanzadas, que son más difíciles de tratar.

Además, últimamente, algunos estudios indican que incluso las células somáticas y los tejidos «normales» acumulan varias mutaciones con el transcurso del tiempo, hecho que genera células que difieren genéticamente en loci específicos dentro del genoma (mosaicismo), haciendo que los científicos se replanteen el concepto de “normalidad” en las células y los tejidos sanos.

Estudio de mutaciones

Puesto que algunas mutaciones que han sido encontradas en el ADN pueden detectarse en su ARN correspondiente, un equipo de investigadores del Broad Institute of MIT y Harvard realizó un análisis cuidadoso de las secuencias de ARN de una gran cantidad de tejidos normales para descubrir clones mutantes dentro de las muestras. 

En este trabajo, publicado el jueves en Science, los científicos utilizaron la gran colección de secuencias de ARN del proyecto Genotype-Tissue Expression (GTEx), que incluye más de 6,700 muestras de unos 500 individuos, que incluían 29 tejidos normales diferentes, desde el cerebro y la vejiga hasta el tejido mamario y de la próstata.

El autor principal del estudio, Gad Getz- profesor del Harvard Medical School y del Cancer Genome Computational Analysis Group at the Broad Institute  y sus colegas desarrollaron un método novedoso para analizar los datos de ARN.

Dentro de sus hallazgos, indicaron que encontraron muchos más clones de los que esperaban, incluidos algunos que contenían mutaciones conocidas por producir cáncer.

De las casi 500 personas diferentes se observaron mutaciones en el 95% de ellas, por lo que Getz indicó: «No sabíamos si encontraríamos algo”, «Pero encontramos clones macroscópicos en esencialmente cada tejido que observamos en el cuerpo«.

La investigadora Keren Yizhak destacó que estos descubrimientos cambiarán la forma sobre nuestro concepto de «normalidad» : «El tejido normal se está desarrollando y cambiando constantemente«, «Todos somos como un rompecabezas formado por diferentes células«.

Algunos de los tipos de tejidos investigados en este estudio tenían más mutaciones que otros, como aquellos expuestos a factores ambientales que desencadenan mutaciones, como son los del pulmón, el esófago y la piel expuesta al sol. También encontraron una asociación entre el número de mutaciones y la edad, dado que las muestras de tejido pertenecientes a individuos mayores tenían mayor cantidad de mutaciones. 

Importancia del estudio

Comprender más sobre las mutaciones que se encuentran en el tejido normal y en qué circunstancias se convierten en cancerígenas podría ayudar a los investigadores a obtener una mejor comprensión de cómo se originan y progresan estas neoplasias.

Los estudios longitudinales de larga duración podrían servir para aclarar cómo se transforman los tejidos normales a través del tiempo y descubrir qué mutaciones conducen finalmente a desencadenar el cáncer, a través de la recolección, estudio y seguimiento de múltiples muestras provenientes de individuos sanos.

Pero los estudios de Getz y otros, indican que algunas de estas mutaciones, incluso las que se sabe que conducen el cáncer, pueden ser eliminadas por células normales no cancerosas, hecho que «Realmente pone en duda la especificidad de ver estas mutaciones«, dijo Scott Kennedy- profesor asistente de patología en la Universidad de Washington que no participó en la investigación, pues “Solo porque se ve una mutación asociada con el cáncer, no significa necesariamente que el paciente tenga cáncer. Eso es algo que los especialistas en diagnóstico y los médicos definitivamente deben tener en cuenta«.

Este conocimiento de mutaciones en tejidos sanos podría ser el punto de partida para el desarrollo de métodos de detección temprana del cáncer, por lo que Yizhak y Getz resaltan que los científicos que trabajan para desarrollar estas técnicas, simplemente necesitan reconocer la posibilidad de que las mutaciones que descubren puedan provenir de tejidos normales, pues «Cuando desarrollamos estas herramientas de detección temprana, queremos asegurarnos de no tener falsos positivos en personas sanas«, dijo Getz. «Sólo tenemos que ser cuidadosos«.