El zinc: función y manifestaciones de deficiencia

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Se sabe que el zinc participa en funciones fundamentales del cuerpo, como el manejo adecuado de la inmunidad, síntesis de ADN y proteínas, control de la tensión arterial, entre otras. Por este motivo, es importante consumirlo de fuentes como el reino animal o de suplementos dietarios.

¿Cómo ayuda el zinc a tu cuerpo?

El zinc es un mineral que se encuentra en las células de todo el cuerpo. Sus funciones son muy variadas dentro del metabolismo celular: catalíticas, estructurales y reguladoras. 

Dentro de sus funciones podemos mencionar:

  • Ayuda al sistema inmunitario a combatir gérmenes patógenos, como bacterias y virus que ingresan al cuerpo.
  • Participa como catalizador para unas 50 enzimas distintas.
  • Forma parte de la regulación de proteínas que tienen que ver con la expresión de ciertos genes.
  • Influye en la liberación de algunas hormonas, como es el caso de la insulina.
  • Participa en la síntesis de fabricar proteínas y ADN, el material genético presente en todas las células.
  • Regula la función de proteínas implicadas en el crecimiento y en el desarrollo del cuerpo.
  • Favorece la cicatrización de las heridas.
  • Permite el normal funcionamiento del sentido del gusto y el olfato.
  • Participa en la transmisión del impulso nervioso.
  • Regula la tensión arterial, interactuando con los niveles de calcio y potasio a nivel de los músculos que son responsables de la contracción y relajación de los vasos sanguíneos. Una investigación recientemente realizada por científicos australianos del Instituto Florey de Neurociencia y Salud Mental en Parkville y por la Universidad de Melbourne descubrió que este micronutriente también desempeña un papel en el mantenimiento del tono vascular y, por lo tanto, de la tensión arterial. Este hallazgo fue publicado en la revista Nature Communications.

¿Cuánto zinc debo consumir?

La ingesta diaria recomendada (IDR) para hombres adultos es de 11 mg/día, mientras que para las mujeres adultas es de 8 mg/día.

Sin embargo, ciertos grupos de la población son más propensos que otros a tener dificultades para obtener suficiente mineral:

  • Las personas que han sido sometidas a cirugía gastrointestinal o aquellas que sufren trastornos digestivos, como colitis ulcerativa o la enfermedad de Crohn.
  • Los vegetarianos, puesto que la carne es una buena fuente de zinc. Además, los frijoles y los cereales que comen contienen compuestos que impiden que el cuerpo los absorba de forma eficiente. Por este motivo, los vegetarianos deberían ingerir un 50 % más de zinc que la ingesta diaria recomendada.
  • Los bebés mayores de 6 meses de edad que son amamantados, dado que la cantidad de zinc de la leche materna no es suficiente para las necesidades de su edad.
  • Las personas alcohólicas, ya que el alcohol reduce la cantidad de zinc que absorbe el cuerpo e incrementan su pérdida a través de la orina.
  • Las personas con anemia drepanocítica (enfermedad de las células falciformes) y talasemia porque podrían requerir más zinc.
  • Adultos mayores de 65 años.
  • Pacientes con alimentación parenteral.
  • Quienes sufren de una enfermedad renal crónica.
  • Pacientes que sufren hepatopatías.

Si se ingiere en exceso, pueden presentarse síntomas como náuseas, vómitos, pérdida del apetito, cólicos intestinales, diarrea y cefalea.

En caso de ingesta excesiva mantenida en el tiempo, se podrían presentar trastornos como nivel deficiente de cobre, disminución de la función inmune y bajos niveles de colesterol HDL (el colesterol “bueno”).

¿Qué alimentos son ricos en zinc?

El zinc se encuentra presente en muchos alimentos. Algunos de ellos son:

  • Ostras, la mejor fuente de zinc
  • Carnes rojas, de ave, cangrejo y langosta
  • Cereales fortificados
  • Frijoles, frutos secos y cereales integrales
  • Productos lácteos
  • Suplementos fortificados

¿Cuáles son los signos de deficiencia del zinc?

La deficiencia de zinc es poco frecuente en los países desarrollados, pero, en aquellos más precarizados, se puede presentar hipozincemia, que se manifiesta de la siguiente forma:

  • Produce retraso psicomotor en los bebés y niños
  • Retrasa el desarrollo sexual de los adolescentes
  • Causa impotencia en los hombres
  • Produce problemas en el sistema inmune, lo que aumenta el riesgo de contraer infecciones
  • Causa pérdida del cabello
  • Produce diarrea
  • Ocasiona lesiones oculares y dermatológicas
  • Disminuye el apetito
  • Provoca pérdida de peso
  • Produce problemas de cicatrización de heridas
  • Disminuye el sentido del gusto
  • Reduce los niveles de concentración
  • Aumenta el riesgo de padecer degeneración macular relacionada con la edad, una patología que produce la pérdida gradual de la visión

Algunos estudios sugieren que el zinc en forma de pastillas o jarabe ayuda a acortar el período de recuperación del resfrío común y a reducir la sintomatología si se ingieren dentro de las 24 horas en las que comienza el cuadro. Sin embargo, se necesitan más estudios para determinar la dosis y la forma de administración que funciona mejor, así como el período por el que debe tomarse.

Con información obtenida a partir de Medical New Today, Revista Argentina de Cardiología, INSP, NIH, Scielo,  Oregon State of University y Cochrane.