Crean dispositivo que substituye los rayos X en las cirugías de cálculos renales

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Las piedras en el riñón o cálculos urinarios dejaron de tratarse con una cirugía de abdomen abierto y ahora se utiliza la nefrolitotripsia percutánea, un procedimiento quirúrgico de mínima invasión. Sin embargo, esta técnica —relativamente nueva— todavía se está perfeccionando para que sea más precisa y sin riesgos para los médicos.

Efraín Maldonado Alcaraz, medico urólogo del Hospital de Especialidades del Centro Médico Nacional Siglo XXI del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), explicó que esta cirugía requiere de mucha precisión, entrenamiento y cirugía del médico que la realiza.

Crédito: Conacyt

El problema es que la cirugía utiliza rayos X para mejorar la precisión del acceso al riñón, por lo que los médicos están expuestos a la radiación que esto implica, lo que dificulta que los doctores quieran practicar para mejorar su técnica.

Esta cirugía tiene un problema muy importante: a los urólogos les da miedo practicarla, pero además, la persona que está aprendiendo a realizar la cirugía recibe dosis de radiación cada vez que práctica. La radiación acumulada genera cáncer para el profesor y el aprendiz”, señala el médico.

De acuerdo con los cálculos realizados, el médico aprendiz recibe una dosis de entre un millisievert (mSv) hasta seis mSv por cirugía, todo depende de la dificultad que tenga el caso en ese momento y la necesidad de rayos para precisar el lugar donde tienen que operar.

Ese médico requiere operar entre 35 y 30 veces para perfeccionar su técnica y en cada una de esas operaciones recibe una dosis de radiación. Al multiplicarlos, resulta que la persona ya superó los 20 mSv, que es la dosis máxima al año que puede recibir un médico durante su trabajo, según la recomendación de la Comisión Internacional de Protección Radiológica (ICRP, por sus siglas en inglés).

Ante el peligro que representaba la radiación, Maldonado Alcaraz y sus colaboradores desarrollaron el dispositivo de entrenamiento de punción percutánea renal (iPERC), una herramienta que ayuda al cirujano en formación a orientarse en los sitios de acceso percutáneo al riñón y que evita la exposición a la radiación.

El dispositivo sustituye el uso de rayos X por una luz blanca que no emite radiación, pero tiene la misma función.

iPERC es una pequeña caja que realiza movimientos de 0 a 30 grados y simula el arco en C para procedimientos quirúrgicos. En la plataforma superior  se coloca un dispositivo móvil con cámara para grabar video, lo que permite a los cirujanos ver todas las maniobras de la cirugía en tiempo real.

Dentro de la pequeña caja se coloca un modelo tridimensional hecho de resina que cuenta con un circuito eléctrico, este tiene un electrodo exactamente en el punto donde el médico deberá puncionar. La herramienta tiene un pedal de activación y desactivación de una luz blanca que no emite radiación. Cuando se realiza una punción perfecta, la herramienta emite una luz led; si esta no se enciende, el médico puede practicar muchas veces sin lastimar su salud, al paciente o a un animalito”, explicó Efraín Maldonado.

Maldonado calificó el dispositivo como una innovación médica que revoluciona la enseñanza de la cirugía nefrolitotripsia percutánea, ya que se acortó la curva de aprendizaje de los médicos para que la practiquen con más frecuencia y le pierdan el miedo.

Hasta ahora, el entrenamiento de esta cirugía se realiza en riñones de cerdo, pero no es muy apropiado practicar en estos órganos, pues los conductos internos no se parecen mucho a los del ser humano.

Las piedras en el riñón son un problema de salud frecuente en la población, que se deriva de no beber suficientes líquidos, consumir mucha sal, calcio y proteínas de origen animal, alimentos que contribuyen a cerrar los conductos del riñón.

Hasta ahora, el procedimiento tradicional para tratar la litiasis urinaria —el nombre correcto de esta enfermedad—es con una cirugía en la que se abre el abdomen para llegar al riñón y extraer los cálculos.

Sin embargo, se ha visto que los pacientes que se someten a la nefrolitotripsia percutánea se recuperan más rápido que aquellos que tuvieron una cirugía. El problema era la falta de práctica por los problemas de radiación ya mencionados.

El Centro Médico Nacional Siglo XXI del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) es una de las instituciones públicas del país donde más cirugías de cálculos urinarios se realizan anualmente, con hasta 40 cirugías semanales, por lo que el centro es también un lugar de entrenamiento para los nuevos procedimientos quirúrgicos.

Y ahora con el dispositivo desarrollado por Maldonado se espera que el número de cirugías con la nueva técnica se incremente positivamente para atender a los pacientes, que además sufren de dolor agudo por esta enfermedad.

Los especialistas están tramitando la patente en el Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial (IMPI), pues el dispositivo también puede utilizarse en otras intervenciones quirúrgicas y no solo en la de cálculos renales.

Efraín Maldonado Alcaraz ha presentado este dispositivo en el Congreso Anual de la Asociación Europea de Urología y el Congreso de la Asociación Americana de Urología.