Científicos de la UNAM desarrollan prueba para detectar cáncer de mama con yodo
Un nuevo procedimiento para detectar de manera oportuna el cáncer de mama a través de yodo, que ayuda a interpretar las mamografías, ha sido desarrollado por científicos del Instituto de Física de la UNAM, informó el portal de la Agencia de información del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt).
La herramienta que se utiliza es la mastografía, que consiste en estudios con rayos “X” para detectar anomalías en los pechos. Sin embargo, para saber si se trata de tumores malignos es necesario se tiene que saber mediante una biopsia de los mismos.
Cabe recordar que este estudio, según el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), es recomendable que se lo practiquen mujeres de 40 a 69 años, preferentemente, aunque no presenten síntomas de cáncer de mama, como dolor en los pechos, tumores y líquido que salga de los pezones.
El estudio está publicado en el British Journal of Radiology en 2016, establece que puede haber elementos quizá de empacamiento celular que impidan que, aunque haya vasos, haya derrame del medio de contraste, resalta el texto.
Desarrollo del método
La investigadora María Ester Brandan Siqués, doctora en el Instituto de Física es quién lideró el proyecto, que, a través del yodo, interpreta de manera oportuna las imágenes mamográficas, con ayuda del perfil clínico de la paciente.
El total de muertes por esta enfermedad es de 468 mil decesos a nivel mundial, destacó la Organización Mundial de la Saludo (OMS), por lo que los realizadores de esta investigación, incluidos los estudiantes de la maestría de Física Médica de la UNAM, quienes a través de sus trabajos de tesis diseñaron técnicas de análisis para este padecimiento.
El objetivo es sacarle el mayor provecho a las imágenes que se toman con mastógrafos digitales a través de la identificación de vasos sanguíneos y linfáticos en la zona de la lesión, señala la publicación del Conacyt.
“El proyecto inició utilizando maniquíes de plástico; sabíamos que el medio de contraste radiológico iba a ser uno normal como el yodo. Vimos qué se requería para restar imágenes, porque es tan poca la sustancia que se deposita en la mama, que no sería observable a simple vista”, dijo la científica.
Añadió que, para poderla cuantificar, decidieron investigar la posibilidad de restar imágenes con y sin medios de contraste, de manera que en la resta sólo veamos el medio de contraste.
Al presentar resultados positivos, crearon un modelo matemático para cuantificar la imagen para medir el contraste y el ruido, que son los dos elementos que permitirán observar o no el yodo, así como medirlo.
La técnica consiste en comparar dos imágenes: una previa a inyectar el yodo, y otra posterior a esta acción.
Además, otro paso consiste en la toma de la imagen al momento en que esta sustancia circula por la mama y cambia la energía de los rayos X entre una y otra, y así visualizar la sustancia.
Realizan pruebas
Yolanda Villaseñor Navarro, doctora y jefa del Departamento de Radiodiagnóstico del Instituto Nacional de Cancerología; y del doctor Luis Benítez Bribiesca, del Hospital de Oncología del Centro Médico Nacional Siglo XXI, se sumaron a este estudio y realizaron pruebas con 18 mujeres que padecen el mal.
Se comparó el resultado de la biopsia que se les hizo previamente, a través de una mastografía, con una medida que los científicos establecieron que se depositara de yodo que en la zona.
La doctora Brandan Siqués precisó que los resultados ofrecen información adicional a la de una mamografía normal, pues el yodo que se observa se concentra alrededor de la lesión.
Se registró una correlación entre la captación de yodo y la malignidad, y hubo casos de lesiones benignas también estudiadas que fueron calificadas de alta sospecha de malignidad, pero que no captaron yodo, lo cual hace efectivo el método.
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