2017: el impacto del cancer infantil en el mundo

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El cáncer infantil incluye varios tipos de tumores diferentes que se desarrollan en niños y adolescentes (edades comprendidas entre 0 a 19 años). Los tipos más comunes de estas neoplasias son la leucemia (40%), seguidos por los del sistema nervioso central con aproximadamente el 20% y el linfoma (15%).

El cáncer en pediatría es una patología poco frecuente, sólo se diagnostican 135-150 casos cada 1,000,000 de niños menores de 15 años. Cada año se diagnostica cáncer a aproximadamente 300,000 niños de entre 0 y 19 años.

El cáncer es una de las principales causas de mortalidad entre niños y adolescentes en todo el mundo, pero es una enfermedad curable, siempre y cuando haya una detección temprana, diagnóstico oportuno y el correcto manejo, que pueden mejorar la calidad de vida, el pronóstico del niño y aumentar las posibilidades de cura.

Importancia del estudio y metodología de trabajo

Si bien existen tratamientos de gran eficacia para tratar el cáncer infantil, poco se sabía sobre el impacto de esta patología en términos de años de vida saludable perdidos por estados de salud deficitaria y muerte prematura, por lo que un estudio publicado en la revista The Lancet Oncology es el primer análisis que cuantifica el impacto del cáncer infantil en base a estos prámetros.

En esta investigación se analizaron las estimaciones globales y regionales mediante el uso del Índice Sociodemográfico (IDE), que corresponde a una medida basada en las tasas de educación, fertilidad e ingresos, que evidencia que países con alto IDE tienen altos niveles de ingreso y educación, unida a una baja fertilidad; mientras que los países con bajo IDE tienen bajos niveles de ingreso y educación y altas tasas de fertilidad. 
El estudio calculó la cantidad de años de vida saludable que los niños y adolescentes con cáncer han perdido debido a la enfermedad, discapacidad y muerte prematura, una medida conocida como años de vida ajustados por discapacidad (DALY, por sus siglas en inglés). Un DALY es equivalente a un año de vida sana perdida, pero que en esta investigación, la discapacidad en los sobrevivientes de cáncer infantil se limitó solo a los primeros 10 años después del diagnóstico de cáncer.

Resultados

Es la primera vez que un estudio proporciona una imagen bastante completa en relación a la carga mundial y regional del cáncer infantil, con datos que van más allá de la incidencia, la mortalidad y la supervivencia,  según indica la Dra. Lisa Force, del Hospital de Investigaciones para Niños St. Jude en E.E.U.U. , quien dirigió la investigación en colaboración con el Institute for Health Metrics and Evaluation: «Al evaluar la carga global del cáncer infantil a través de la lente de los años de vida ajustados por discapacidad, podemos comprender más ampliamente el impacto devastador del cáncer en los niños de todo el mundo«, «Nuestros hallazgos son un primer paso importante para establecer que el cáncer infantil tiene un papel en los marcos que abordan la oncología global y la salud infantil mundial«. 

Según el primer Estudio sobre la Carga Global de Enfermedades (GBD), realizado con el objetivo de evaluar la carga de cáncer infantil y adolescente en 195 países en el 2017, el número de casos nuevos de cáncer en niños y adolescentes (de 0 a 19 años) es relativamente bajo- alrededor de 416,500 en todo el mundo en ese año.

Los cánceres infantiles considerados en conjunto, constituyen el sexto mayor aporte a la carga total de cáncer mundial, después de los cánceres de pulmón, hígado, estómago, colon y mama en adultos; y la novena causa principal de carga de enfermedades infantiles a nivel mundial, donde países como India, China, Pakistán e Indonesia y Estados Unidos enfrentan la mayor carga de cáncer infantil, entre aquellos que tienen la mayor población de niños.

Condiciones socioeconómicas y cáncer

Factores como la falta de diagnóstico, el acceso restringido a la atención médica y una población más joven son responsables de la carga excesivamente elevada de cáncer infantil en varios de los países más pobres, que contribuye con más del 82% de la carga mundial de cáncer en ese grupo etario, equivalente a casi 9,5 millones de años de vida saludable perdidos en el 2017.

En cuanto a la supervivencia,  la mayoría de los países de ingresos bajos y medios, ésta fluctúa entre un 20%- hasta un 35-40%- panorama muy sombrío, considerando que  alrededor del 90% de los niños con riesgo de desarrollar cáncer viven en estos países.
En oposición, los niños con cáncer que viven en países de altos ingresos tienden a tener una buena supervivencia, y alrededor del 80% sobreviven 5 años después del diagnóstico. 

Además, el estudio evidencia notables desigualdades en la carga del cáncer infantil entre los países con según el IDE: los países con IDE de media y media alta representaron aproximadamente el 35% de los nuevos casos de cáncer infantil en 2017, con alrededor de 2 millones de años de vida sana perdidos, mientras que los países con IDE baja y media tuvieron el 38% de la incidencia global con casi 7 millones de años de vida sana perdidos.
En 2017, el cáncer infantil se encontraba entre los cuatro principales contribuyentes a la carga de enfermedades generales de la infancia en los países con IDE media y media alta, clasificándose por encima de la malaria y el VIH / SIDA. 
Las leucemias fueron los principales contribuyentes al DALY general, representando el 34% de la carga total de cáncer infantil en todo el mundo, seguidos de los cánceres del cerebro y del sistema nervioso (18%). En 2017, la proporción de la carga de leucemia y cáncer cerebral difirió en casi 3 veces entre regiones. La carga proporcional de leucemias fue más alta en América Central y en América Latina (49% de todos los cánceres infantiles) y la mayor carga absoluta en el sur de Asia.

Propuestas ante la situación

Los investigadores enfatizan en el hecho de que los mecanismos para abordar la carga de cáncer en adultos- que se focaliza en reducción de riesgo y mejoras en la  detección- no tan útiles en lo que a los cánceres infantiles se refiere, pues las neoplasias en infantes en general progresan rápidamente, prácticamente no tienen factores de riesgo asociados a estilos de vida y no son susceptibles a los programas de detección que buscan identificarlos, por lo que es de vital importancia  el papel del diagnóstico, tratamiento precoz y adecuado para reducir la carga global del cáncer infantil, como indica Force: «Mejorar la supervivencia del cáncer infantil requerirá una planificación considerable por parte de los responsables de las políticas para garantizar que los sistemas de salud funcionen bien y sean capaces de un diagnóstico y tratamiento tempranos«, “La estimación de los años de vida saludable que los niños han perdido debido al cáncer les permite a los encargados de formular políticas comparar las implicaciones de por vida del cáncer infantil con otras enfermedades, lo que podría ayudarles a determinar la forma más efectiva de gastar recursos limitados e identificar decisiones de planificación de control de cáncer de alto impacto.«


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