El riesgo de desarrollar cáncer de mama aumenta con la edad biológica
Existen varios factores conocidos que se han asociados con un mayor riesgo de cáncer de mama, como el aumento de la edad, el sobrepeso en edad postmenospáusica, el consumo de bebidas alcohólicas y los antecedentes familiares; pero de ellos, la edad es uno de los más importantes para predecir no sólo el cáncer, sino también las enfermedades crónicas y la mortalidad, sin embargo, las respuestas biológicas que se desarrollan frente al envejecimiento varían notablemente de una persona a otra.
Para estimar la “edad biológica”, se han empleado las modificaciones epigenéticas del ADN, que han resultado ser un útil predictor del riesgo de cáncer de mama, ya que están asociados con el envejecimiento en los tejidos mamarios sanos y presenta mayor alteración en los tejidos tumorales.
Los cambios epigenéticos se refieren a un área que estudia cómo los procesos bioquímicos inciden en la activación y desactivación de los genes individuales, sin afectar la secuencia nucleotídica del ADN. Estos cambios se traducen en alteraciones hereditarias causadas por mecanismos como la metilación del ADN, que si bien forman parte de un proceso epigenético normal, se reconoce que existen algunas marcas de este tipo que son atípicas y que preceden al inicio del cáncer.
Pese a conocerse estos cambios significativos en los mecanismos biológicos de base que contribuyen en muchos de estos factores de riesgo para el cáncer de mama, aún no están claro cómo se genera esta patología en el organismo.
Estudio epigenético
Los investigadores de los National Institute of Environmental Health Sciences (NIEHS), perteneciente al National Institutes of Health(NIH) diseñaron un estudio para identificar factores de riesgo ambientales y genéticos implicados en el desarrollo del cáncer de mama, ya que hipotizan que la edad biológica puede estar relacionada a las exposiciones ambientales.
Este estudio surgió debido a que el autor principal de la investigación -Jacob Kresovich, becario postdoctoral en el grupo de Jack Taylor, que es jefe del Grupo de Epidemiología Molecular y Genética de NIEHS- había leído reportes en los que habían utilizado relojes epigenéticos para predecir la mortalidad de un grupo determinado en relación con la edad. Puesto que la edad es el principal factor de riesgo para el desarrollo de cáncer de mama, el investigador planteó que la aceleración de esta variable podría estar relacionada con un incremento en el riesgo de cáncer mamario.
Para el análisis emplearon ADN obtenido a partir de muestras de sangre proporcionadas por 50,000 mujeres de Estados Unidos y Puerto Rico, inscritas en el Estudio de Hermanas, dirigido por el NIEHS.
El equipo de investigación midió el grado de la metilación en un subgrupo de 2,764 mujeres, todas libres de cáncer en el momento de la extracción de sangre, de las cuales 1,566 desarrollaron cáncer mamario después de un tiempo promedio transcurrido de seis años.
La edad biológica se determinó a través de relojes epigenéticos, midiendo la metilación del ADN en ubicaciones específicas- usando patrones previamente establecidos- para definir la aceleración de la edad biológica estimada en comparación a la edad cronológica que tenían en esos períodos de tiempo.
Hallazgos y su utilidad
El estudio, cuyos hallazgos fueron publicados en la la Journal of the National Cancer Institute del 22 de este mes, mostró que cada cinco años en que la edad biológica de una mujer era mayor que su edad cronológica o real- conocida como aceleración de la edad- aumentaba un 15% su probabilidad de desarrollar cáncer mamario.
Según palabras del autor Jack Taylor: «Descubrimos que si su edad biológica es mayor que su edad cronológica, su riesgo de cáncer de mama aumenta. Lo contrario también fue cierto. Si su edad biológica es menor que su edad cronológica, es posible que tenga un riesgo menor de desarrollar cáncer de mama«. «Sin embargo, aún no sabemos cómo las exposiciones y los factores de estilo de vida pueden afectar la edad biológica o si este proceso puede revertirse«. Agrega: «Si miras a un grupo de personas de la misma edad, algunas pueden estar perfectamente sanas, mientras que otras no«, «Esa variabilidad en la salud puede ser mejor captada por la edad biológica que la cronológica«.
Kresovich sugiere que usar esta medida epigenética en base a la metilación del ADN puede servir a los científicos para identificar de manera más certera a quién está en riesgo de desarrollar cáncer mamario y otras enfermedades relacionadas con la edad.
El grupo de Taylor planea continuar utilizando datos epigenéticos, junto con información relevante sobre genética, influencia del ambiente y estilo de vida para comprender mejor cómo interactúan estos factores y contribuyen al riesgo de padecer determinadas patologías, además del cáncer.