Perfusión de CT monitorea flujo sanguíneo para pronosticar la respuesta al tratamiento del cáncer de ovario

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Las pacientes con cáncer de ovario avanzado tienen una tasa de recaída muy alta después del tratamiento primario, con un índice de reincidencia del 60 al 85%. Por ello, la planificación del tratamiento del paciente es factor fundamental para evitar la reincidencia de la enfermedad. No obstante, existen pocas opciones confiables para auxiliar a los médicos a planificar con precisión el tratamiento y seleccionar a los pacientes que son candidatos idóneos para una terapia específica.

Para obtener mayor certeza en la aptitud del tratamiento del paciente,  investigadores de la Universidad de Western Ontario y Lawson Health Research Institute en Canadá, recientemente demostraron que la tecnología de perfusión de la tomografía computarizada  (CT, por sus siglas en inglés) puede predecir de qué manera las pacientes con cáncer de ovario responden al tratamiento.

La tomografía computarizada CT, es un estudio radiográfico que produce imágenes transversales detalladas de su cuerpo. En lugar de realizar sólo una radiografía, el CT toma varias imágenes a medida que gira alrededor del paciente y efectúa radiografías de secciones múltiples de la parte del cuerpo que se encuentra bajo estudio.

El funcionamiento mediante la perfusión de CT evalúa los cambios en el flujo sanguíneo en la zona del tumor antes y después del tratamiento, con ayuda de un colorante de rayos X y un escáner CT convencional. Aunque no se trata de una nueva técnica, debido a que ésta ya es ampliamente utilizada para medir el flujo sanguíneo al cerebro después de un accidente cerebrovascular, es la primera vez que la perfusión de CT es aplicada a las pacientes de cáncer de ovario.

Publicado en la revista Clinical Cancer Research, el ensayo clínico multicéntrico demostró que el flujo sanguíneo en la zona del tumor aumenta después del tratamiento en pacientes que experimentan una recurrencia de los síntomas en seis meses, mientras que el flujo sanguíneo disminuye en pacientes que no presentan síntomas a mediano plazo.

La principal ventaja de esta tecnología es que permite una evaluación oportuna del flujo sanguíneo (cuatro semanas después del tratamiento), y con ello, eliminar la necesidad de esperar meses antes de que se repitan los síntomas. Como tal, la evaluación de la eficacia del tratamiento puede realizarse antes, al planificar precisa y oportunamente el tratamiento posterior, en caso de requerirse. Además se pretende introducir un biomarcador único para reforzar investigaciones futuras de nuevos protocolos de tratamiento.

Fuentes: https://www.youtube.com/watch?v=ei8XmU4jCP8
https://www.nibib.nih.gov/espanol/temas-cientificos/tomograf%C3%ADa-computarizada-tc