Percepción: qué es y cómo funciona

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La percepción de nuestro entorno se basa en lo que creamos en forma de experiencia usando nuestros cinco sentidos. Esta información es procesada en el cerebro e interpretada por el observador. La visión nos entrega información sobre la proximidad de los objetos y nos permite movernos y gestionar nuestro entorno.

¿Qué es la teoría de la Gestalt?

La vida es como la percibimos a través de nuestros cinco sentidos. Así es como le damos sentido al mundo que nos rodea. Hay muchas teorías psicológicas que intentan explicar cómo funciona la percepción. 

La psicología de la Gestalt postula que el cuerpo en su totalidad es mucho más poderoso que las diferentes partes que lo componen. De hecho, Gestalt es la palabra alemana para «todo», por lo que esta teoría estudia el cuerpo en su totalidad.

La Gestatlt dice que tomamos la información de la que disponemos como un todo y la organizamos en grupos particulares. Esta habilidad agiliza nuestros tiempos de procesamiento, por lo que agrupamos las cosas en función de cuatro criterios: similitud, proximidad, continuidad y cierre. 

Cuando agrupamos objetos en función de la similitud, esto nos facilita la organización del grupo, incluyendo objetos y personas. Así, por ejemplo, podemos agrupar a las personas en función de su color de cabello o piel.

Cuando nos referimos a proximidad, agrupamos las cosas en función de lo cerca que estén con respecto al observador. 

Hablamos de continuidad cuando vemos un patrón, luego lo tomamos como referencia y lo asignamos a otra cosa si corresponde, como parte de un modelo. Es decir, percibimos elementos continuos aunque presenten una interrupción física y temporal entre sí. 

El principio de cierre es cuando completamos los espacios faltantes en un objeto debido a su familiaridad formando una imagen completa y basándose en las pistas proporcionadas.

Cómo conservamos la información

Otro aspecto interesante es cómo nuestras mentes conservan la información una vez que realizamos la percepción y los procesamiento de información; eso es lo que llamamos constancia. Esta sirve cuando hay que reconocer una cualidad, lo que se conoce como constancia perceptual. Cuando se trata de constancia, hay tres tipos: de tamaño, de forma y de brillo. 

La constancia de tamaño es cuando miramos un objeto y podemos darnos cuenta que tiene el mismo tamaño, independiente de la distancia a la que estemos. La constancia de tamaño se aplica también a otros sentidos. Este incremento en la distancia también es aplicable al volumen de un sonido, que decrece al alejarnos de la fuente que lo genera.

La constancia de forma nos permite percibir un objeto con la misma forma, aunque lo estemos viendo desde un ángulo diferente. 

En cuanto a la constancia de brillo, es cuando nos damos cuenta de que el brillo no afecta los colores porque el cerebro sí se da cuenta de que la iluminación puede afectar la forma en la que se perciben los colores debido al efecto del brillo.

Percepción monocular

La habilidad para percibir adecuadamente la distancia y la profundidad es crucial para que los seres humanos nos movamos con libertad a través de nuestro entorno.

Para percibir la distancia, el cerebro emplea señales monoculares y binoculares que nos entregan distintos tipos de información. Cuando es monocular, es lo que puedes ver con un solo ojo, como el tamaño, la textura, la superposición, el sombreado, la altura y la claridad de un objeto.

El tamaño es la cualidad que nos indica si una imagen es más grande, más pequeña, está más cercana o más alejada con respecto a nosotros. Esto se aplica especialmente si hay dos objetos similares, pero uno es más grande.

En cuanto a la textura, percibimos que una superficie tiene una textura más suave a medida que nos alejamos de ella. 

Al hablar de la superposición, vemos que si un objeto está cubriendo a otro, percibimos que el que cubre está más cerca de nosotros.

En lo que respecta al sombreado, este puede ser un indicativo de la distancia que está un objeto que, al proyectar una sombra larga, esta puede superponerse a otros.

Cuando percibimos la altura, si un objeto está más alto en relación a nuestro campo de visión, se ve más distante. Al contrario, si un objeto está más cercano a la parte inferior de nuestro campo visual, lo percibimos más cercano.

Al percibir la claridad, un objeto se vuelve más claro a medida que te acercas, mientras que se vuelve borroso al alejarse de él. Esto se debe a cómo están diseñados nuestros ojos, ya que cuanto más cerca estemos del objeto, más importante se torna.

Percepción de señales binoculares

La visión binocular se refiere a la capacidad que tiene el ser humano para integrar dos imágenes, una de cada ojo, en una sola. En estas señales entra en juego el concepto de convergencia, pues se requiere que ambos ojos funcionen armoniosamente para generar una imagen única del objeto. 

Estas señales implican los conceptos de convergencia y disparidad retiniana. La disparidad retiniana se refiere a la distancia entre dos objetos diferentes, pues cada ojo recibe una imagen levemente distinta al percibir el objeto desde un ángulo diferente. Esto puede dificultar el aprecio por la distancia siempre que tenga disparidad retiniana.

La convergencia se produce cuando fijamos la vista en un objeto con un tamaño que varía en función de la distancia a la que se encuentra el punto de fijación. Si el objeto se aproxima a nosotros, el ángulo de convergencia tiende a hacerse mayor, por lo que el objeto parecerá estar más cerca. Por el contrario, si el objeto se aleja, el ángulo de convergencia disminuye.

La compleja fisiología de la visión implica que a alguien a quien le falta un ojo o tiene trastornos en su visión, puede tener problemas para procesar estas señales, lo que altera su percepción y concepción general del mundo que lo rodea. 

Con información de BetterHelp.