Nuevo sensor térmico de bajo consumo energético permitiría extender la vida de las baterías para aparatos médicos
Investigadores de la Jacobs School of Engineering de la University of California San Diego han creado un sensor cuyo gasto de energía es casi nulo en comparación con los actuales, ya que utilizaría 628 veces menos energía eléctrica, tan solo 113 pico watts.
El uso de este sensor en implantes médicos o dispositivos wearables permitiría extender la vida de las baterías utilizadas para aparatos cuya función es monitorear la temperatura corporal de los pacientes, entre otras aplicaciones.
El doctor Patrick Mercier quien es profesor de esta Universidad y autor principal del estudio, explicó que la visión de su equipo es crear dispositivos tan eficientes en cuanto al consumo energético, que los aparatos con dicho sensor podrían funcionar sin el intercambio constante de baterías.
Desarrollos como este nuevo sensor podrían ser aplicados directamente en el ramo médico en aparatos para el cuidado y mejora de la salud como termostatos o marcapasos. Esto impactaría de gran forma en la reducción de costos relacionados a los servicios por atención médica e intercambio de baterías de marcapasos, lo que mejoraría la calidad de vida y economía de pacientes en Estados Unidos, México y el mundo.
Dentro de la investigación científica que rodea dicho sensor existen dos enfoques principales: la fuente de corriente eléctrica y la traducción de la temperatura del sensor a medidas digitales. La fuente de la corriente eléctrica de muy bajo consumo que el sensor utiliza está basada en el aprovechamiento de un efecto físico que se genera en los transistores de su circuito eléctrico. Por otro lado, la medición de la temperatura es obtenida en un pequeño chip de .15 por .15 milímetros de área que tiene la capacidad de sensar desde los -20 grados centígrados hasta 40 grados centígrados y actualizando la temperatura detectada cada segundo.
Aunque esta eficiencia en cuanto al número de mediciones por segundo es menor a la de los sensores normalmente utilizados, este nuevo sensor continua resultando funcional para aparatos que operan en el cuerpo humano pues las temperaturas que se registran ahí no fluctúan más rápido.
Actualmente el equipo de investigadores se encuentra realizando mejoras en la precisión del registro de temperatura y esperan poder optimizar el diseño del sensor para posteriormente integrarlo a dispositivos comerciales dado que ya se ha registrado la patente comercial para esta tecnología.
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