Niños estadounidenses menores de 2 años consumen más azúcar de la recomendada

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Investigadores del National Cancer Institute encontraron que el 98% de los bebés, y dos terceras partes de los niños, de Estados Unidos consumen demasiados azúcares añadidos en sus dietas diarias.

De acuerdo con la American Heart Association, los infantes menores de dos años no deberían tener acceso a los azúcares añadidos, incluidos los endulzantes artificiales; pues su consumo se asocia con las caries, asma, obesidad, presión arterial alta y paneles de lípidos alterados.

A pesar de ese conocimiento, la relación del azúcar y la salud en bebés no ha sido estudiada, declaró a CNN Kirsten Herrick, líder del estudio. Es por ello que, en su más reciente trabajo se enfocaron solo en los azúcares consumidos por niños menores de dos años estadounidenses.

Azúcar en bebidas y bocadillos

Para conocer los hábitos de consumo de azúcar de los bebés estadounidenses, los científicos recabaron información del National Health and Nutrition Examination Survey; que fue realizado por el US Center for Disease Control and Prevention.

Los datos pertenecían a bebés de entre 0 a 23 meses durante el periodo de 2011 a 2016.

Tras el análisis, notaron que los infantes entre 6 y 11 meses de edad recibían azúcares añadidos a través de yogur, bocadillos, o productos de panadería; aunque descartaron los azúcares contenidos en la leche materna o fórmulas.

Para los bebés de 12 a 23 meses de edad, los altos niveles de azúcar se debían al consumo de bebidas frutales, dulces y pan.

En promedio, los bebés estadounidenses consumen una cucharada de azúcar al día; mientras que los niños ingieren alrededor de 6 cucharadas diarias.

Según los autores, factores como el género, nivel económico o educativo, no marcaron la diferencia en el consumo de azúcar. Sin embargo, sí hubo distinciones significativas en cuanto a razas:

Por ejemplo, los asiáticos comen en promedio 3.7 cucharadas al día, mientras que los african americans ingieren hasta 8.2 cucharadas diarias.

Por otro lado, aun cuando observaron que el consumo de azúcar ha disminuido durante los últimos cinco años, los nutriólogos advierten que los azúcares añadidos en los primeros años de vida pueden tener implicaciones negativas en el futuro; así como definir las preferencias alimenticias.

En otras palabas, en las primeras etapas de la vida se definen los patrones de alimentación.

El artículo completo se publicó en el Journal of the Academy of Nutrition and Dietetics.

Azúcar en México

En 2015, la Organización Mundial de la Salud (OMS) publicó las nuevas directrices para la ingesta de azúcar en niños y adultos.

En dichos lineamientos, sugería reducir el consumo de azúcares libres a menos del 10% de las calorías diarias.

La recomendación se dio después de establecer que el azúcar no es un nutriente esencial; además hay evidencia sólida que muestra su contribución en el desarrollo de sobrepeso, obesidad y caries.

En México, datos del Instituto Nacional de Salud Pública (INSP) destacan que las bebidas con azúcares añadidos son responsables de más de 24 mil muertes cada año en hombres y mujeres menores de 45 años; pues el exceso de azúcar incrementa los riesgos de enfermedades cardiovasculares y diabetes.

Según la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (ENSANUT) de 2012, los azúcares añadidos constituyeron un 12.5% de la ingesta total de calorías en la dieta de los mexicanos.

A principios de este 2019, se dio a conocer que el 85% de la población mexicana sobrepasa el consumo de azúcar recomendado por la OMS; según un estudio de la Oficina de Información Científica y Tecnológica para el Congreso de la Unión.

Por si fuera poco, tres de cada diez niños mexicanos tiene obesidad, lo que los hace más propensos a padecer diabetes. Tales padecimientos están vinculados a poca actividad física y a los alimentos con alto contenidos de azúcares (en especial bebidas) y carbohidratos.