La metformina serviría para tratar la diabetes tipo 2 y la depresión asociada
Se sabe desde hace bastante tiempo que la diabetes es un factor de riesgo conocido para muchas patologías y afecciones de gravedad, como es la enfermedad cardíaca , el accidente cerebrovascular (ACV), insuficiencia renal y la retinopatía diabética, además de la disfunción hepática severa.
Pero últimamente, también existen hallazgos que demuestran que los pacientes diabéticos tienen más probabilidades de experimentar ansiedad, en comparación con las personas sanas, como un estudio publicado en el 2008 que encontró que la ansiedad tenía una «prevalencia aproximadamente 20% más alta» en las personas con diabetes, en relación con las no diabéticas. En este mismo contexto, otros estudios han demostrado que de manera específica la resistencia a la insulina– característica relevante en la prediabetes y la diabetes– guarda relación con cuadros de ansiedad y depresión.
Aunque no se ha determinado exactamente cuál es la asociación entre la prediabetes o la diabetes tipo 2 y la ansiedad o la depresión, algunos estudios han relacionado la resistencia a la insulina con sintomatología psicológica.
Esta resistencia ha sido asociada directamente con desequilibrios hormonales a nivel cerebral, que derivan en el desarrollo de conductas y síntomas parecidos a la depresión y la ansiedad, concordando con los estudios epidemiológicos, que asocian esta enfermedad con un mayor riesgo de padecer depresión mayor.
La metformina como tratamiento
La metformina está indicada especialmente en pacientes cuya hiperglicemia se debe al síndrome de resistencia a la insulina, ya sea acompañado o no de obesidad. En pacientes obesos, este fármaco mejora el control de la glucemia y disminuye el riesgo de complicaciones cardiovasculares.
La metformina reduce los niveles de glucosa en plasma basal y postprandial a través de tres mecanismos:
- Disminuye la síntesis de glucosa (gluconeogénesis) y la degradación hepática de glucógeno para producir glucosa (glucogenolisis).
- En el músculo esquelético mejora la sensibilidad a insulina, además de mejorar la captación de glucosa periférica y su utilización.
- Dificulta la absorción de glucosa a nivel intestinal.
Dentro de las ventajas de este fármaco, al no estimular la secreción de insulina, rara vez ocasiona hipoglucemia, por lo que ofrece evidentes ventajas sobre el control de la insulina y la glucemia, en relación a otros tratamientos.
Resistencia a insulina en ratones
Un equipo de investigadores, pertenecientes a la Universidad de Toulouse, la Universidad de Burdeos y otras instituciones de investigación francesas- que fue dirigido por Bruno Guiard, profesor asociado de neurociencia y farmacología en la Universidad de Toulouse- investigaron el vínculo entre la ansiedad, la depresión y la resistencia a la insulina, cuyos hallazgos aparecen en The Journal of Neuroscience.
El equipo trabajó con ratones machos que habían sido alimentados con una dieta alta en grasas para poder simular la resistencia a la insulina, y como esta condición se asocia con un mayor riesgo de trastornos ansio-depresivos en humanos, decidieron estudiarla en estos roedores.
Para determinar si las estrategias de sensibilización a la insulina inducen actividades ansiolíticas y / o antidepresivas e investigar los mecanismos subyacentes, probaron los efectos de la metformina en este grupo de ratones.
En un segundo experimento, los investigadores le dieron a cada ratón uno de dos tipos de medicamentos: el hipoglucemiante oral metformina o fluoxetina, un antidepresivo común.
Metformina y síntesis de serotonina
La relación de resistencia a la insulina y cuadros de ansiedad-depresión también se reportó en roedores alimentados con una dieta alta en grasas, los que mostraron cambios en el cerebro que eran consistentes con la presencia de manifestaciones clínicas similares a la ansiedad, que los investigadores identificaron como «uno de los síntomas más visibles y tempranos de la depresión«.
La metformina redujo los niveles de aminoácidos de cadena ramificada circulantes, que son los encargados de regular la captación de triptófano en el cerebro, al competir por el sistema de transporte de estas biomoléculas. El aminoácido triptófano sirve de sustrato para sintetizar serotonina, un neurotransmisor que promueve un estado de bienestar, efectos ansiolíticos y antidepresivos. Además, una dieta pobre en estos aminoácidos ramificados demostró resultados beneficiosos similares.
Por lo tanto, estos hallazgos indican que la metformina reduce los comportamientos de ansiedad en los ratones, debido a que el medicamento aumenta los niveles de serotonina cerebral, al reducir los niveles circulantes de aminoácidos de cadena ramificada.
Por lo tanto, si el cerebro no capta suficiente triptófano, la producción de serotonina es deficitaria, lo que puede conducir a desequilibrios bioquímicos desencadenantes de ansiedad y depresión.
La metformina corrigió la alteración de déficit de triptófano al facilitar el flujo de triptófano hacia el cerebro, logrando aumentar así los niveles cerebrales de serotonina.
Esta observación se vio reforzada cuando Guiard y sus colegas modificaron la dieta que ingerían algunos roedores, dándoles alimento con bajas concentraciones de aminoácidos de cadena ramificada.
En base a estos resultados, los investigadores tienen la esperanza de que en un futuro cercano se puedan formular mejores terapias que traten no solo las afecciones metabólicas, sino también que logren una mejora sustancial en los síntomas que afectan a la salud mental.