Estrés durante el embarazo reduce las probabilidades de tener a un hijo varón

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Un estudio reciente de Columbia University dio a conocer que las embarazadas que sufren estrés físico o mental durante la gestación tienen menos probabilidades de tener un hijo varón y un mayor riesgo de parto prematuro.

De acuerdo con las declaraciones a CNN de la líder de la investigación, Catherine Monk, los varones son más vulnerables en el útero.

Según los especialistas, la naturaleza asegura un promedio de 105 varones por cada cien mujeres que naden. Esto era una forma de asegurar la especie debido a que los hombres tenían más probabilidades de morir por accidentes o peleas durante la caza.

A pesar de esas cifras, las situaciones han cambiado y, en épocas recientes, aquellas mujeres con presión arterial más alta y otros signos de estrés físico mostraron una relación 4:9 en el embarazo; es decir, cuatro niños por cada nueve niñas.

De igual manera, los especialistas notaron que los embarazos prematuros fueron más en mujeres presionadas físicamente; por su parte, aquellas con tensión mental tuvieron mayores complicaciones al dar a luz.

Según el artículo, publicado en la revista PNAS, el estrés materno influye en el desarrollo neurológico; aunque, cabe mencionar, todavía existe una comprensión limitada de qué tipos de estrés son importantes y para quiénes funciona.

Así que para llegar a sus conclusiones utilizaron datos basados en 27 variables a través de cuestionarios diarios; también realizaron evaluaciones físicas en etapa temprana del embarazo en 187 mujeres.

Del total de las pruebas, hallaron tres perfiles latentes de estrés prenatal que se asociaron con el sexo del recién nacido; resultados del parto, y neurodesarrollo del feto. De igual manera notaron una disminución de los nacimientos masculinos en contextos de estrés materno.

El apoyo social como factor esencial

Vivir un embarazo tranquilo requiere de varios elementos; además de la alimentación y atención médicas adecuadas, contar con el apoyo de un grupo de personas con las cuales hablar sobre problemas ayuda a reducir el riesgo de embarazo prematuro.

De acuerdo con la Dra. Monk, el apoyo de familiares, amigos o incluso el sentimiento de pertenencia a alguna comunidad, ofrece un sentido de cohesión social y conexión que se convierte en un amortiguador contra el estrés.

Por su parte, Christina Penfield, profesora de medicina materno-fetal del Centro Médico Langone de la Universidad de Nueva York y que no participó en el estudio; dijo a CNN que el apoyo social es fundamental para generar confianza en una nueva madre; pues esta etapa incluye una redefinición de la mujer en varios ámbitos.

Estrés en el embarazo

Alrededor del 30% de las mujeres embarazadas ha reportado estrés psicosocial por tensión laboral, depresión o ansiedad.

Análisis previos han señalado que el cortisol, un sistema de alarma que se dispara tras el peligro, juega un papel importante en el estrés.

Una investigación realizada por científicos británicos, en 2014, señaló que las mujeres embarazadas bajo presión tenían más cortisol; y este se encontraba en el líquido amniótico desde las 17 semanas de gestación.

Vivir con estrés puede resultar perjudicial tanto para la madre como para el bebé. Asimismo aumenta las probabilidades de depresión post parto para la madre; conduce a parto prematuro, y provoca bajo peso en el recién nacido.

A pesar de lo anterior, otros especialistas advierten que las investigaciones al respecto solo sugieren una asociación; mas no pueden establecer causalidad. Esto sucede porque deben considerarse otros factores como la calidad de sueño, los hábitos de alimentación o el consumo de otras sustancias.

Estrés para vivir

La Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos define al estrés como un sentimiento de tensión física o emocional que puede surgir debido a algún pensamiento o situaciones que nos hagan sentir frustrados, furiosos o nerviosos.

El estrés es una reacción del cuerpo ante algún desafío. En pequeños episodios resulta positivo para evitar algún tipo de peligro, por ejemplo; sin embargo, cuando se prolonga, se vuelve peligroso.

En el caso del embarazo, evitar el estrés es casi imposible; pues las mujeres han reportado haber experimentado un momento estresante al menos una vez durante la gestación e incluso en el año previo a dar a la luz.

Lo importante en esos casos es tratar de minimizar el impacto del estrés en la vida diaria; y combinarlo con buenos hábitos de sueño, nutrición y actividad física.

De igual manera, señalan los expertos, los grupos de apoyo y la terapia de pareja son una herramienta para asegurar buenas relaciones antes del nacimiento del bebé; así como la salud de la madre y los hijos.

Con información de CNN.