Lurasidona para la depresión bipolar pediátrica

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Un estudio evaluó la eficacia a largo plazo del fármaco lurasidona para trastornos psiquiátricos en niños. Encontraron que el paciente muestra una mejora sostenida de los síntomas.

La depresión bipolar (DB) pediátrica es un trastorno mental en niños y en adolescentes. Se caracteriza por cambios extremos en el estado anímico y en el comportamiento. Se alternan períodos de depresión o de irritabilidad, y estados de ánimo elevados, llamados episodios maníacos.

Dentro de las terapias farmacológicas, la Administración de Alimentos y Medicamentos de EE. UU. (FDA) aprobó la lurasidona como monoterapia para BD en niños y en adolescentes en el 2018.

Efecto de la lurasidona

Un equipo de investigadores realizó un estudio que incluyó a pacientes de 10 a 17 años. El seguimiento con lurasidona (Latuda, Sunovion Pharmaceuticals, Inc) fue de 2 años.

Un total de 305 niños completaron el estudio doble ciego inicial de 6 semanas de duración de lurasidona versus placebo. En la extensión, continuaron ingiriendo lurasidona o se cambiaron del placebo a la lurasidona, con dosis de 20 a 80 mg/día.

De este grupo, 195 niños completaron 52 semanas de tratamiento y 93 totalizaron 104 semanas de terapia.

El objetivo fue evaluar la eficacia a largo plazo del medicamento para lograr la respuesta o la remisión de la DB en esta población.

La eficacia de la lurasidona se midió con la Escala de Calificación de Depresión Infantil Revisada (CDRS-R) y con la Escala de Gravedad de Depresión Bipolar de Impresión Clínica Global (CGI-BP-S).

El funcionamiento del medicamento se evaluó con la Escala de Evaluación Global Infantil (CGAS) calificada por el médico.

La remisión sostenida requería que el paciente cumpliera con los criterios de remisión durante un mínimo de 24 semanas consecutivas.

Evaluación de la eficacia a largo plazo

La eficacia del antipsicótico lurasidona en la depresión bipolar pediátrica es a largo plazo. Esta se asoció con una mejora continua en los síntomas depresivos. Sumado a este hallazgo, hubo tasas progresivamente más altas de remisión y de recuperación.

Además, al mejorar el funcionamiento, disminuyó la gravedad de la depresión. El coinvestigador Manpreet K. Singh, director del Programa de trastornos del estado de ánimo pediátrico de la universidad de Stanford, California, aseguró: «A medida que disminuyeron los síntomas y la gravedad de la depresión, el funcionamiento general en estos niños mejoró. Esta mejora en el funcionamiento termina siendo mucho más relevante y útil desde el punto de vista clínico para los médicos».

«Así que este es el mensaje para llevar a casa: se puede ver que la lurasidona demuestra, no solo la recuperación de los síntomas depresivos, sino que esta reducción en los síntomas depresivos corresponde a una mejora en el funcionamiento de estos jóvenes», agregó.

Singh, además, señaló que la aparición temprana de DB es común. La prevalencia de este trastorno en las poblaciones pediátricas ha sido bastante estable en alrededor del 1,8 %. Pero estos pacientes tienen «un número muy limitado de opciones de tratamientos disponibles para las fases más críticas de DB». Estas suelen predominar y son de difícil identificación.

«Muchos jóvenes que experimentan síntomas depresivos en el contexto de haber tenido un episodio maníaco a menudo tendrán un curso recurrente y remitente. Esto será incluso después de la fase aguda del tratamiento, por lo que, debido a que los niños pueden tomar medicamentos por largos períodos de tiempo, una mejor comprensión de lo que funciona es muy importante», dijo Singh.

Los hallazgos se presentaron en la reunión anual virtual de la Sociedad Americana de Psicofarmacología Clínica (ASCP) 2020.

Limitaciones del estudio

En comentarios sobre los hallazgos, Christoph U. Correll, profesor de psiquiatría infantil y adolescente del Charite Universitatsmedizin, Berlín, que no formó parte del equipo de estudio, señaló que la DB es un cuadro de difícil tratamiento, especialmente para pacientes que están pasando por «una fase vulnerable de sus vidas».

«La lurasidona para la depresión bipolar en la juventud es la única monoterapia aprobada y es bastante bien tolerada», dijo Correll. Es importante lo que aportan los datos de efectividad a largo plazo sobre la respuesta y sobre la remisión, pues «agregan información relevante» al área.

Sin embargo, señaló que no quedaba claro si las elevadas y las crecientes tasas de respuesta y de remisión se basaron en la notificación de casos observados o en análisis de la última evaluación realizada de los pacientes. «Dada la tasa de abandono naturalmente alta en un estudio a tan largo plazo y el potencial de un sesgo de supervivencia, esta es una pregunta metodológica relevante que afecta a la interpretación de los datos», dijo.

«Sin embargo, los resultados muy favorables para la respuesta acumulativa, la remisión y la remisión sostenida se suman a la evidencia de que la lurasidona es un tratamiento efectivo para los jóvenes con depresión bipolar. Dado que la eficacia no puede interpretarse de forma aislada, los datos que describen la tolerabilidad, incluido el cardiometabólico a largo plazo, serán datos complementarios importantes para tener en cuenta», concluyó Correll.