Nueva investigación podría ayudar a curar el trastorno por consumo de alcohol
Los desórdenes del estado de ánimo y el abuso del alcohol son dos problemas difíciles de curar. Un estudio reciente ha concluido que estos trastornos podrían ser tratados con un químico que ya está disponible en el mercado.
Un doctor puede diagnosticar un Trastorno por Consumo de Alcohol (AUD, por sus siglas en inglés) cuando una persona bebe esta sustancia compulsivamente. Una persona que sufre TCA siente ganas intensas de beber alcohol y cuando no lo ha ingerido tiene síntomas de abstinencia.
De acuerdo con el Instituto Nacional de Abuso del Alcohol y Alcoholismo, 16 millones de personas viven con este trastorno en Estados Unidos. Desórdenes del estado de ánimo están asociados a este problema, por ejemplo, la depresión y el trastorno bipolar. El Instituto Nacional de Salud Mental estima que los desórdenes de estados de ánimo afectan a un 9.7 por ciento de la población estadounidense.
La relación entre el trastorno por consumo de alcohol y los desórdenes del ánimo se describió hace décadas. Sin embargo, ha sido difícil distinguir cuál es la causa y cuál el efecto. Beber alcohol en exceso puede causar síntomas parecidos a la depresión, debido a que el alcohol altera el estado de ánimo, muchas personas con depresión o ansiedad se «automedican» con alcohol.
Investigadores de la Universidad de Oregon de Salud y Ciencia en Portland buscaron nuevas maneras de acercarse al TCS. Específicamente investigaron un receptor de enlace de zinc, llamado receptor acoplado a proteína G39 (GPR39) que los científicos habían relacionado previamente a la depresión. El estudio fue publicado en la revista Neuropsychopharmacology.
Algunos individuos están más propensos a consumir alcohol, esta diferencia no solo se presenta en los humanos, también se ha estudiado en los macacos. Se encontró que los macacos con mayor tendencia a beber más tenían una actividad reducida del GPR39. Es por esto que los científicos pensaron que si tuvieran un componente que mejorara la actividad del GPR39, se podría reducir su consumo de alcohol.
Para probar su teoría, los científicos usaron un químico, que ya está disponible en el mercado, llamado TC-G 1008 el cual activa el GPR39. Cuando le dieron esta sustancia a ratones, encontraron que el alcohol que consumieron disminuyó considerablemente.De hecho, el consumo se redujo en un 47 por ciento. Los investigadores también notaron que la droga no afectó el comportamiento de estos animales, ni redujo el consumo de otros líquidos.
Se probará en humanos para ver si es exitosa
Los científicos también encontraron que si el sistema de los roedores quedaba libre de TC-G 1008, el consumo de alcohol volvía a ser como al principio del experimento.
También notaron que a mayor incremento en la actividad del GPR39 también aumentaba la actividad del glutamato en una parte del cerebro llamada núcleo accumbens. El glutamato es el principal neurotransmisor excitador en el cerebro, y el núcleo accumbens está relacionado con la recompensa y el reforzamiento cerebral.
El siguiente paso del experimento será revisar cómo funciona esta sustancia en el cerebro humano. Por supuesto, las razones por las cuales un individuo tiene mayor probabilidad de ser adicto que otro son muchas. Desde su historia personal, rasgos psicológicos, eventos de vida traumáticos, aunado a sus susceptibilidades genéticas.
Encontrar una droga que pueda ayudar con todo esto es bastante improbable, sin embargo, un químico que pueda ayudar al cerebro a reducir su consumo de alcohol puede ser de mucha ayuda para personas sufriendo TCA.
Con información de Medical News Today.