Lácteos podrían disminuir riesgo de diabetes y de hipertensión arterial
Un numeroso estudio, que incluyó a casi 150 000 participantes de 21 países, hizo interesantes hallazgos a lo largo de un seguimiento promedio de nueve años sobe el consumo de lácteos.
Las tasas de diabetes tipo 2 y de hipertensión están aumentando a nivel mundial, particularmente en los países de Occidente.
Para frenar esta creciente tendencia, los profesionales de la salud intentan comprender cómo prevenir estas enfermedades. Debido a que una dieta poco saludable es un factor de riesgo importante para ambas patologías, ajustar la dieta parece ser una estrategia prometedora.
Los productos lácteos se han vuelto de particular interés, luego de que una investigación relacionara su consumo con una tensión arterial más baja. Otros estudios han evidenciado que ingerir más lácteos se vincula con un menor riesgo de diabetes. Pero la mayoría de estos reportes han sido hechos en base a voluntarios de Europa y de América del Norte. Esto ha limitado la extrapolación de los hallazgos a otras poblaciones.
Un gran estudio internacional
Una numerosa investigación recopiló datos de 147 812 personas de 21 países. Incluyó a Asia, América del Norte y del Sur, África y Europa. La edad de los participantes era de entre 35 y 70 años.
Los investigadores analizaron la ingesta de alimentos de los participantes, tras haberles hecho cuestionarios. Los participantes registraron el número de veces que habían consumido alimentos específicos de un listado. El seguimiento promedio fue de 9 años.
Entre los productos de la lista figuraban la leche, el yogurt, el queso y los platos preparados con derivados de la leche. Los investigadores no incorporaron los datos de ingesta de mantequilla ni de crema en el análisis general, ya que estos no son comunes en muchas de las áreas en las que habitan los participantes. Se clasificaron como grasas enteras, como es el caso de la leche entera, o como bajos en grasas, como la leche descremada.
El equipo evaluó las asociaciones entre la ingesta y los resultados de salud por separado. Los investigadores también consideraron información sobre el historial médico de cada participante, recetas empleadas, nivel de educación, tensión arterial, circunferencia de la cintura, niveles de glucosa y lípidos en sangre. Estas últimas medidas fueron importantes para detectar si una persona tenía síndrome metabólico o diabetes tipo 2.
Mínimo dos porciones diarias
Los resultados evidenciaron:
- En promedio, las personas ingerían 179 gramos de lácteos por día. Esto corresponde a un poco menos de un vaso de leche o de una taza de yogurt por día, cada uno de los cuales contiene 244 gramos.
- Los habitantes de Europa y de América del Norte y del Sur, en promedio, comieron más lácteos que los de Asia y de África. Las personas en Europa y en América del Norte también tienden a comer más lácteos bajos en grasa, mientras que los de otras regiones consumen más variedades de grasas enteras.
Al analizar las asociaciones, el equipo de investigadores descubrió que el consumo de lácteos enteros podría disminuir el riesgo de diabetes e hipertensión arterial, además:
- Ingerir al menos dos porciones de lácteos diario se asoció con un 24 % menos de riesgo de padecer síndrome metabólico. Esto fue en comparación con no consumir lácteos en absoluto.
- El incremento de la ingesta de lácteos con grasa entera se asoció con tasas más bajas de síndrome metabólico.
- Consumir al menos dos porciones de lácteos enteros se asoció con un 28 % menos de riesgo de contraer el síndrome metabólico. Mientras que el consumo de lácteos bajos en grasa no mostró esta asociación.
- Si bien la ingesta de mantequilla también se relacionó con un menor riesgo de síndrome metabólico, su consumo fue muy bajo, con un promedio de tres gramos por día, por lo que se desestimó.
Los hallazgos se publicaron en la revista BMJ Open Diabetes Research & Care.
Lácteos enteros
El hecho de consumir al menos dos porciones diarias de cualquier producto lácteo también se asoció con un 11-12 % menos de riesgo de padecer diabetes e hipertensión arterial. Además, esta relación fue más fuerte en aquellos casos que consumieron lácteos enteros. Como explica el coautor del estudio Andrew Mente, investigador principal en el Instituto de Investigación de Salud de la Población, en Hamilton, Ontario: «Una mayor ingesta de alimentos lácteos, como leche, yogur y queso, especialmente lácteos enteros, se asocia con una menor prevalencia de síndrome metabólico y con un menor riesgo de desarrollar hipertensión y diabetes».
En relación a estos alimentos: «Los productos lácteos y las grasas lácteas proporcionan proteínas de alta calidad y una amplia gama de vitaminas y de minerales esenciales, incluidos calcio, magnesio, potasio, zinc, fósforo y vitaminas A, B-12 y riboflavina», explica Mente.
Aunque se desconoce el mecanismo a través del cual los lácteos ejercen este efecto protector, de llegar a confirmarse estos resultados, aumentar el consumo de productos lácteos podría ser un «enfoque factible y de bajo costo» para reducir las tasas de síndrome metabólico, hipertensión arterial y diabetes a nivel mundial.