Reportan segundo paciente sin rastro de VIH después de trasplante de células madre
El virus de inmunodeficiencia humana (VIH) infecta las células sanas y se integra a su material genético hasta dañarlas.
Puede pasar desapercibido durante mucho tiempo; se esconde en las mismas células infectadas e impide al sistema inmunitario encontrarlo y eliminarlo.
Aunque, gracias a los avances en los antirretrovirales, es posible controlar y reducir al mínimo la expresión del VIH, nunca desaparece del todo.
De hecho, hay un reservorio viral; es decir, células infectadas latentes en el organismo preparadas para volver a atacar en cuanto tengan oportunidad.
Debido a lo anterior, aún no se puede decir que existe una cura para el VIH. No obstante, hace once años, Timothy Brown, un paciente de Berlín, recibió un trasplante de células madre; desde ese momento, hasta ahora, el virus no ha vuelto a resurgir en su cuerpo.
Ahora, un artículo publicado en la revista Nature, da a conocer que hay un segundo caso que parece estar libre de VIH después de un trasplante de células madre.
El paciente, a quien no han querido identificar aún, pudo dejar de tomar antirretrovirales por 18 meses. El trasplante al cual se sometió reemplazó sus glóbulos blancos con versiones resistentes al VIH.
La persona fue intervenida porque padecía cáncer en la sangre que no estaba respondiendo a la quimioterapia.
Por esa situación, requería un trasplante de médula ósea para destruir sus células sanguíneas y reponerlas con las células madre del donante.
Para probar el mismo tratamiento que en el paciente de Berlín, eligieron a un donante con dos copias de una mutación en el gen CCR5.
El gen CCR5 codifica para un receptor que se encuentra en la superficie de los glóbulos blancos involucrados en la respuesta inmunitaria del cuerpo.
El VIH suele unirse a esos receptores para atacar a las células; pero con la mutación del gen, las personas se vuelven resistentes al virus. Se estima que el 1% de los europeos tienen dicha mutación.
Así, tras el procedimiento, el equipo descubrió que el virus había desaparecido por completo de la sangre del paciente.
Después de 16 meses, dejó de tomar medicamentos. Tras 18 meses, en su último seguimiento, seguían sin aparecer los signos del VIH.
Cabe mencionar que este tipo de terapia empieza con una potente quimioterapia que destruye la médula ósea; la cual es el lugar donde está el tumor y que resulta uno de los reservorios del virus.
La quimio elimina las células tumorales y las células infectadas latentes. Posteriormente, se reconstruye la médula con células sanas.
A este paciente se le administró un régimen consistente en quimioterapia junto con un medicamento que se dirige a las células cancerosas; esto sugiere que el éxito de los trasplantes de células madre en personas con VIH no necesitaría de tratamientos agresivos.
A pesar de los resultados positivos, los expertos advierten que es demasiado pronto para decir que se ha curado.
Indicaron, además, que la influencia del trasplante y la presencia de la mutación se combinan con otros factores para favorecer la desaparición total del virus. Uno de ellos: el síndrome del injerto contra huésped; en el que las células del donante atacan a las del receptor.
Los científicos sospechan que son esas células las que también fulminaron a los linfocitos infectados de los reservorios.
Finalmente, los investigadores señalaron que este tipo de tratamiento no se puede aplicar a todos los individuos con VIH sin cáncer.
El procedimiento es complicado con altas probabilidades de consecuencias fatales. Sin embargo, estos avances ayudarían a encontrar terapias de remisión del virus.
El estudio fue una colaboración de especialistas de la University of Cambridge y del Imperial College London.