Metoclopramida: un fármaco que puede ser muy peligroso

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Si bien la industria farmacéutica ha realizado enormes avances en el tratamiento de las enfermedades, también ha traído aparejada una gran cantidad de efectos secundarios asociados a su uso. Un ejemplo de ello es la metoclopramida que puede ocasionar una condición con daños irreversibles.

Además, el uso indiscriminado de los fármacos, la automedicación y el estilo de vida poco saludable que se ha instalado como una pandemia en nuestra sociedad, actúan sinérgicamente para que cada vez seamos más dependientes de los medicamentos y pensemos en ellos como una rápida vía de solución de nuestros problemas de salud.

La metoclopramida como ejemplo

Dentro de los medicamentos de uso extendido que pueden causar graves repercusiones en nuestra salud está la popular metoclopramida.

Mecanismo de acción y usos

La metoclopramida pertenece a una clase de medicamentos llamados agentes procinéticos, que actúan acelerando la motilidad del tracto gastrointestinal superior y, por consiguiente, los alimentos contenidos en el estómago y los intestinos, pero sin estimular la producción de secreciones pancreáticas, biliares o gástricas.

Actúa bloqueando el neurotransmisor dopamina (bloqueador dopaminérgico), acelerando el vaciado del estómago y el peristaltismo intestinal, acción que se cree es debido a que la metoclopramida inhibe la relajación del músculo liso gástrico, inducido por la dopamina.

La metoclopramida se usa para tratar ciertas alteraciones del aparato digestivo que afectan al estómago y a los intestinos, como es el tratamiento a corto plazo (4 a 12 semanas) de la acidez estomacal persistente, que ocurre después de una comida o durante el día cuando no hay una respuesta suficiente a los medicamentos de uso habitual.

Este fármaco también se usa en pacientes diabéticos, que tienen un vaciado de estómago dificultoso (gastroparesia), lo que reduce los síntomas como náuseas, vómitos y plenitud estomacal y abdominal. En estos casos, generalmente se toma entre 2 y 8 semanas, hasta que el intestino funciona adecuadamente. 

Puesto que esta condición puede reaparecer de vez en cuando, el médico puede indicarle al paciente que vuelva a tomar este medicamento tan pronto como vuelva la sintomatología digestiva.

La metoclopramida inyectable se usa para tratar la gastroparesia diabética severa y como antiemético, al prevenir náuseas y vómitos causados por la quimioterapia, intervención quirúrgica, o procedimientos médicos del aparato digestivo que involucran al estómago y a los intestinos.

¿Dónde actúa la metoclopramida?

Este fármaco, por un lado, actúa en el cerebro, donde bloquea la respuesta del vómito ante estímulos como sustancias irritantes en el estómago o en la sangre. Y, en segundo lugar, en el tracto gastrointestinal donde aumenta los movimientos intestinales y las contracciones del estómago.

Advertencias de uso

Dentro de las advertencias que se deben tener presentes al emplear metoclopramida se encuentran:

  • La persona no debe utilizar este medicamento en casos que la estimulación de la motilidad del tracto gastrointestinal pueda resultar peligrosa, como ocurre con las hemorragias digestivas, obstrucción mecánica o perforación del tracto digestivo.
  • Está contraindicada en pacientes con intolerancia a la metoclopamida y enfermedades como feocromocitoma y epilepsia.
  • No debe usarse en mujeres embarazadas, pues este fármaco puede causar daño al bebé nonato, sobre todo en etapas avanzadas de la gestación.
  • Puesto que se desconoce si este medicamento se excreta en la leche humana, no debe ser administrado durante la lactancia.
  • No se debe administrar este fármaco de manera conjunta con otros medicamentos, como los antidepresivos tricíclicos, o con algunos alimentos, como hígado de pollo, vinos tintos, quesos y otros que son ricos en tiamina.

El paciente debe informarle al médico si alguna vez ha tenido o si sufre actualmente de algunas patologías que podrían agravarse con la medicación, para que el profesional evalúe concienzudamente los costos versus los beneficios de emplear esta terapia. Estas condiciones son:

  • Patología hepática o renal
  • Problemas en relación con los movimientos musculares
  • Fallo cardíaco congestivo o un trastorno del ritmo cardíaco
  • Hipertensión arterial
  • Epilepsia u otros trastornos convulsivos
  • Cáncer mamario
  • Enfermedad de Parkinson
  • Diabetes
  • Trastornos depresivos o algún tipo de enfermedad mental

Si la persona deja de usar este medicamento de manera repentina, puede experimentar síntomas de abstinencia, con mareos, nerviosismo o cefaleas. Para ayudar a prevenir la abstinencia, el médico indicará al paciente que reduzca la dosis lentamente, especialmente si ha usado metoclopramida durante un tiempo prolongado o en dosis altas. 

¿Qué medicamentos interfieren con la metoclopramida?

Si se toma la metoclorpamida con alguno de estos medicamentos, se puede generar sueño o empeorar el efecto:

  • Antidepresivos
  • Antipsicóticos
  • Medicamentos para la hipertensión
  • Insulina
  • Medicinas para el Parkinson
  • Inhibidores de MAO

Fármaco no usado en niños ni en adolescentes

Se ha encontrado que si se emplean dosis elevadas en lactantes, niños y adolescentes, pueden originarse espasmos en los músculos de la cara, cuello o lengua, y agitación motora y temblores, que suelen desaparecer al disminuir la dosis.  

Por ello y de acuerdo con varias agencias regulatorias de fármacos, entre ellas, la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS), el uso de metoclopramida está contraindicado en menores de un año y no se aconseja para niños ni adolescentes entre 1 y 18 años.

Trastorno generado por este fármaco

La ingesta de la metoclopramida puede causar un peligroso trastorno muscular llamado discinesia o disquinesia tardía, que se manifiesta como un movimiento muscular inusual e involuntario, especialmente de los músculos faciales.

Estos movimientos pueden manifestarse en acciones como sacar la lengua, hacer chasquidos con los labios o masticar. Algunos movimientos también pueden incluir a las extremidades, como temblores en las piernas o el torso. No hay tratamiento conocido para esta condición una vez que esta se ha establecido.

La discinesia tardía puede no desaparecer incluso después de dejar de tomar el fármaco, y cuanto más se ingiere la metoclopramida, mayor será el riesgo de desarrollar este trastorno. Por lo tanto, el médico le indicará al paciente que no consuma metoclopramida por más de 12 semanas. 

Además, se ha observado que el riesgo de desarrollar discinesia tardía también es mayor si el paciente está tomando medicamentos para enfermedades mentales, si se es diabético o anciano (especialmente de sexo femenino).

De hecho, la FDA en el 2009 solicitó que los fabricantes de este fármaco incluyan hojas informativas sobre el riesgo de discinesia tardía con el uso a largo plazo y en dosis altas. Además, pide que se advierta que las mujeres mayores que han recibido este medicamento por mucho tiempo son las más propensas a padecer esta afección.

Asimismo, afirma que, tanto los profesionales de la salud como los pacientes, deben conocer sobre el riesgo de tomar metoclopramida de forma prolongada porque los síntomas de las discinesia tardía rara vez son reversibles, además de que no se conoce ningún tratamiento.

Otros efectos adversos

Se debe informar al médico si alguno de estos síntomas no desaparecen o son graves:

  • Cansancio excesivo
  • Debilidad muscular
  • Somnolencia
  • Cefaleas
  • Mareos
  • Diarrea
  • Náuseas
  • Vómitos
  • Aumento del volumen o secreción mamaria
  • Pérdida del período menstrual
  • Disminución de la capacidad sexual
  • Micción frecuente
  • Incontinencia urinaria
  • Estiramiento de los músculos, especialmente en la mandíbula o en el cuello
  • Disartria (problemas del habla)
  • Depresión o sentimientos de muerte o de autolesión
  • Fiebre
  • Rigidez muscular
  • Confusión
  • Taquicardia, bradicardia o arritmia (latidos cardíacos rápidos, lentos o irregulares, respectivamente)
  • Dificultad para respirar o deglutir
  • Emisión de sonidos agudos mientras se respira
  • Transpiración inusual
  • Sentimientos de inquietud, nerviosismo o agitación
  • Insomnio
  • Movimientos corporales lentos, rígidos o involuntarios
  • Temblor incontrolable de una parte del cuerpo
  • Dificultad para mantener el equilibrio
  • Erupción cutánea
  • Angioedema (enrojecimiento e inflamación no dolorosa de los párpados, cara, labios, lengua, boca, garganta, brazos, manos, pies, tobillos o pantorrillas)
  • Aumento de peso repentino
  • Alteraciones visuales

Presentación y forma de uso de la metoclopramida

La metoclopramida se presenta en forma de tabletas, que se disuelven por vía oral, inyección o también como una solución (líquido) que se ingiere. 

Generalmente, la indicación es de 4 veces al día con el estómago vacío, 30 minutos antes de cada comida y antes de acostarse. 

En casos del uso de la metoclopramida para tratar los síntomas de la ERGE, se puede tomar con menos frecuencia, especialmente si las manifestaciones digestivas solo ocurren en ciertos momentos del día. 

Si estás tomando metoclopramida para tratar los síntomas de la gastroparesia diabética, debes saber que los síntomas no desaparecen de una sola vez, sino que se nota una mejoría temprana de las náuseas y que continuarás mejorando durante las próximas 3 semanas de tratamiento.

En el caso de los vómitos y de la anorexia asociados a este trastorno, también pueden mejorar tempranamente, pero la sensación de saciedad o plenitud digestiva puede llevar más tiempo hasta que desaparece.

Recomendaciones de uso

Una consideración importante que se debe tener en la aplicación de la inyección de metoclopramida es que debe aplicarse lentamente (de uno a dos minutos para una dosis de 10 mg) porque, de lo contrario, se puede presentar ansiedad e intranquilidad de forma intensa.

Cuando se administra diluida en una solución parenteral, el tiempo debe ser más considerable y, por lo menos, hacerlo en 15 minutos.

No se deben de usar dos presentaciones diferentes de este fármaco al mismo tiempo. Si se usa el jarabe, no se pueden tomar las tabletas.

Cuando se toma la solución (jarabe) se aconseja ser cuidadoso y medir la cantidad que se está tomando. Solo usar la jeringa dosificadora o la taza de medición que viene con el fármaco y jamás usar instrumentos de la cocina como cucharas.

Si lo que se toma es la tableta, se pide que se retire con las manos secas de su empaque justa antes de tomarla.

Para evitar una sobredosis, si se te olvida tomarte este fármaco, la recomendación es que te saltes esa dosis si ya estás cercano a la hora de tomar la próxima. Jamás tomes dos dosis juntas o muy cercanas.

¿Cómo almacenarla?

Siempre deberás almacenar este medicamento en su empaque original y tendrá que ser guardado en un lugar a temperatura ambiente, lejos de la humedad y del calor. No se recomienda colocarlo en el baño.

Además, otro punto importante es mantener este fármaco fuera del alcance de los niños con el fin de protegerlos de una intoxicación.

Dosis máxima

Este fármaco está indicado para un uso a corto plazo (no más de 12 semanas). Sin embargo, otro punto importante para evitar los efectos secundarios es la dosis máxima, la cual no debe exceder los 30 mg en un periodo de 24 horas, ya sea por vía oral, intravenosa o intramuscular.

No operar máquinas

Debido a que la metoclopramida puede alterar las capacidades mentales y físicas, se recomienda advertirle al paciente que puede ser peligroso conducir automóviles o operar maquinaria.

Cuidado con la hipertensión

Hay estudios que aseguran que la administración de metoclopramida en personas hipertensas genera la liberación de catecolaminas (hormonas que ayudan al cuerpo a responder al estrés), por lo que se debe tener mayor precaución en estos pacientes.

Sigue las instrucciones

Si tu médico te recetó este medicamento es importante que sigas las instrucciones al pie de letra y no aumentes ni la dosis ni prolongues su uso por más de 12 semanas, ya que está demostrado que incrementa el riesgo de efectos adversos antes mencionados.

Es fundamental que hables con tu médico del tratamiento, tus expectativas, las mejorías reales que vas experimentando y los efectos secundarios y riesgos probables para disipar las dudas y propiciar una conducta responsable en la ingesta del medicamento.

Además, deberás estar alerta ante la manifestación de cualquier signo o síntoma que pueda indicar la presentación de una reacción adversa, la cual debe ser comunicada lo antes posible al facultativo tratante o al servicio de urgencia más cercano.

Con información de la Biblioteca Nacional de Medicina de los EE. UU., Cigna International, Allina Health y Clínica Universidad de Navarra.