Medicamento para la hipertensión podría tratar el Alzheimer
La enfermedad de Alzheimer (EA) constituye la forma más común de demencia y el riesgo de padecerla aumenta con la edad, aunque su etiología es en gran parte desconocida, aunque investigaciones previas han demostrado que el flujo de sangre al cerebro disminuye en sus inicios, por lo que podría ser un factor clave a modificar.
Dentro de los medicamentos que podrían ser una alternativa prometedora para tratar el Alzheimer, se encuentra la nilvadipina, que es un bloqueador de los canales de calcio que se usa para tratar la hipertensión arterial- que ha sido prescrito en Europa y Japón desde la década de 1990 y ha acumulado un confiable historial de seguridad- además de la oclusión crónica de la arteria cerebral mayor.
Además, se ha observado in vitro y en estudio en ratas que este fármaco reduce la producción de amiloide. Otros estudios indican que incrementa el flujo sanguíneo cerebral regional y ha exhibido actividad antiinflamatoria y anti-tau en estudios preclínicos, interesantes propiedades que podrían modificar el curso de la EA.
Nilvadipina en estudio
Dentro de los nuevos tratamientos que se perfilan con potencial para retardar la progresión de la enfermedad de Alzheimer, los investigadores constataron que la nilvadipina incrementó el flujo de sangre a los centros de la memoria y del aprendizaje del cerebro en pacientes con enfermedad de Alzheimer, sin afectar otras partes del cerebro, según una nueva investigación publicada por la American Heart Association.
Los participantes del estudio fueron evaluados como parte de un proyecto de investigación doble ciego controlado con placebo, entre pacientes con enfermedad de Alzheimer de leve a moderada, con edad promedio de 73 años; mayoritariamente eran de raza caucásica y más de la mitad pertenecientes al sexo femenino.
Los investigadores intentaron descubrir si la nilvadipina podría ayudar a tratar la enfermedad de Alzheimer comparando el uso de este antihipertensivo y un placebo entre las personas con EA.
Los investigadores asignaron aleatoriamente a cincuenta y ocho pacientes (29 en cada grupo), para recibir durante 6 meses la medicación o un placebo. Al comienzo del estudio y después de seis meses, los investigadores midieron el flujo de sangre a regiones específicas del cerebro utilizando una técnica de resonancia magnética (RMI).
Se observó que la nilvadipina- además de reducir la tensión arterial- aumentó el flujo sanguíneo cerebral (FBC) en el hipocampo, mientras que otras regiones mostraron aumentos estables o no significativos de esta medida, que además apuntan hacia efectos cerebrovasculares beneficiosos del tratamiento antihipertensivo.
¿Beneficios cognitivos asociados?
Si bien estos hallazgos indican que la disminución conocida en el FBC cerebral en pacientes con Alzheimer puede revertirse en algunas regiones cerebrales, aun permanece la duda de fundamental importancia, según los autores, de si este aumento del flujo sanguíneo cerebral reporta beneficios clínicos.
Los resultados mostraron que el flujo de sangre al hipocampo, la memoria del cerebro y el centro de aprendizaje, aumentó en un 20% entre el grupo de nilvadipina en comparación con el grupo de placebo, sin afectar el FBC a otras zonas cerebrales, por lo que el autor principal del estudio- Jurgen Claassen, profesor asociado en la Radboud University Medical Center en Nijmegen- Países Bajos:
«Este tratamiento para la presión arterial alta es prometedor, ya que no parece disminuir el flujo de sangre al cerebro, lo que podría causar más daño que beneficio«, «Aunque ningún tratamiento médico es sin riesgo, obtener tratamiento para la presión arterial alta podría ser importante para mantener la salud cerebral en pacientes con enfermedad de Alzheimer«.
Pese a los promisorios resultados, los científicos mencionan como limitantes del estudio el tamaño del muestreo muy pequeño y el tiempo de seguimiento demasiado corto, como para da resultados muy confiables sobre los efectos de este aumento del flujo sanguíneo cerebral en lo que se refiere a las medidas cerebrales estructurales y en las mediciones de tipo cognitivas. Además, el pequeño número de participantes pertenecientes a una etnia similar puede implicar que los resultados no sean aplicables a otras poblaciones.
Puesto que estudios anteriores han sugerido que el tratamiento de la hipertensión arterial podría reducir el riesgo de desarrollar demencia, el equipo de investigadores piensa que los efectos beneficiosos en el flujo sanguíneo cerebral podrían explicar parte de este efecto beneficioso.
El estudio es uno de los pocos que utiliza esta técnica de RM para probar los efectos del tratamiento en el flujo sanguíneo cerebral, por lo que se necesita investigación adicional, que Claassen explica:
«En el futuro, debemos averiguar si la mejora en el flujo sanguíneo , especialmente en el hipocampo, se puede usar como un tratamiento de apoyo para retardar la progresión de la enfermedad de Alzheimer, especialmente en las etapas más tempranas de la enfermedad «.