¿Es grave padecer de pie diabético?
El pie diabético requiere de consultas médica inmediatas para dar con el tratamiento adecuado. Si se desestiman sus síntomas, las infecciones pueden aparecer y obligar al doctor a realizar una cirugía, la cual puede incluir una amputación.
¿Qué es la diabetes?
Primero, es necesario aclarar qué es la diabetes para comprender mejor esta afección derivada. Cuando tu cuerpo produce menos insulina de la necesaria o de mala calidad, se desarrolla la diabetes.
Pero ¿qué es la insulina? Es una hormona encargada de colaborar con las células para que absorban el azúcar de la sangre. Es decir, si no funciona bien, comienzan los problemas de salud.
¿Qué es el pie diabético?
La diabetes complica muchas funciones del cuerpo, y una de ellas es el normal funcionamiento de los pies. Cuando sufres de períodos largos de niveles altos de azúcar que no es absorbida por las células, los pies son los destinarios de las consecuencias.
Existen dos tipos de problemas:
- Neuropatía diabética. Se manifiesta en la falta de sensibilidad en los pies, es decir, se dejan de sentir las infecciones, heridas, irritación o dolor en general. Como consecuencia, la diabetes tiende a afectar a los nervios y genera entumecimientos.
- Enfermedad vascular periférica. La grasa depositada bloquea la circulación y algunas de las partes del cuerpo más afectadas son las extremidades, en las cuales se reduce el flujo sanguíneo.
¿Cómo detectar si sufro de pie diabético?
Para saber si estás padeciendo este problema, aquí te enumeramos algunos de los principales síntomas:
- Hormigueo en los pies, que puede ser doloroso
- Entumecimiento
- Pérdida de la sensibilidad
- Cambios de temperatura
- Líneas rojas
- Heridas, como ampollas o irritación
- Decoloración de la piel
Es importante estar atento a otros síntomas también, ya que el pie diabético puede estar generando una infección. En ese caso, las señales son:
- Azúcar en la sangre sin ningún control
- Fiebre
- Enrojecimiento
- Resfrío
¿Qué complicaciones puedo padecer?
Según la American Diabetes Association, algunas de las complicaciones pueden ser:
- Infecciones o daños en los nervios, debido a que la pérdida de sensibilidad en la neuropatía diabética encubre heridas por mucho tiempo.
- Pies muy secos que tienden a agrietarse, debido a que los nervios ya no funcionan y no controlan la humedad ni la grasa.
- Presencia de muchos callos, dado que existen superficies con mucha presión en el pie. Esta situación puede requerir del uso de zapatos terapéuticos.
- Úlceras en la parte anterior del pie o en la sección inferior del dedo gordo.
- Circulación de la sangre deficiente, lo que genera una incapacidad para derrotar infecciones. Si sufres de pie diabético, la mejor recomendación es no fumar porque este hábito endurece las arterias con mayor velocidad.
En todos los casos anteriores, la principal acción que debes tomar es dirigirte a tu médico para recibir las recomendaciones profesionales adecuadas.
¿Se puede curar el pie diabético?
Los tratamientos para el pie diabético varían de acuerdo con la gravedad de la infección. Lo primero que intentará tu doctor es aliviar la situación sin necesidad de llegar a una cirugía.
Si tienes heridas, te sugerirá que las mantengas siempre vendadas y limpias, mientras que, si padeces otros síntomas, también puede recomendarte usar botas que inmovilicen tu pie.
Cuando el tratamiento no quirúrgico no surte efecto, el médico podría recomendar diferentes tipos de cirugía:
- Amputación: Puede incluir algunos dedos, secciones del pie o toda la pierna.
- Eliminación de tejido: Puede estar muerto o en descomposición.
- Bypass arterial: Ayuda a mejorar la circulación sanguínea.
- Colocación de stents: Se utilizan pequeños dispositivos para mantener abiertos los vasos sanguíneos.
¿Qué debo hacer para reducir los riesgos del pie diabético?
Existen algunas medidas que puedes tomar para que los problemas no pasen de leves a graves:
- Lavarse los pies a diario para evitar infecciones.
- Revisar los pies todos los días para ver si encuentras nuevas lesiones.
- Usar zapatos especiales en ocasiones que el médico lo recomiende o, simplemente, vestir calcetines sueltos con zapatos durante todo el día.
- Mantener las uñas cortas y en línea recta, ya que, si las cortamos de manera redondeada, pueden crecer hacia adentro y generar riesgo de infección.
- Hacer ejercicios frecuentes, mantener los pies levantados siempre que se pueda y mover los dedos para promover la circulación de la sangre.
- Controlar los niveles de azúcar de manera periódica.
- Evitar quitar las callosidades por cuenta propia.
- No exponer los pies a temperaturas extremas.
Con información de American Diabetes Association y Medical News Today