Enfermedades cardíacas más frecuentes en los países de bajos y medianos ingresos
La mortalidad está dada no solo por determinantes biológicos -que constituyen la etiopatogenia de la enfermedad- sino que también por la estrecha relación existente entre la enfermedad y la muerte, con variables vinculadas con la calidad de vida de su población. Esto a su vez depende de aspectos como nivel de estudios, acceso al trabajo y nivel de remuneraciones; además de las políticas de desarrollo social y salubridad; organización, calidad y recursos con que cuentan las instituciones de salud y de previsión social para cubrir y afrontar gastos derivados de las atenciones médicas- en todos sus niveles- entre otros aspectos.
Estas variables inciden de distinta manera en los países según su nivel de desarrollo, puesto que la distribución no igualitaria de todos estos recursos en la población, son la manifestación evidente de una cadena causal que se genera en la organización social, económica y política de un país.
PURE: el estudio
En la revista The Lancet se publicaron dos informes del gran estudio prospectivo internacional de epidemiología urbana y rural (PURE), que además se presentaron juntos en el Congreso ESC 2019 ( de la European Society of Cardiology).
En conjunto, brindan valiosa información sobre incidencia de enfermedades comunes, hospitalización y muerte, junto con factores de riesgo cardiovascular modificables.
Fueron estudiados en adultos de mediana edad en 21 países, divididos según sus ingresos: altos (HIC), medios (MIC) y bajos (LIC). Los países analizados en estos dos informes del Estudio PURE incluyen: Argentina, Bangladesh, Brasil, Canadá, Chile, China, Colombia, India, Irán, Malasia, Pakistán, Palestina, Filipinas, Polonia, Arabia Saudita, Sudáfrica, Suecia, Tanzania, Turquía, Emiratos Árabes Unidos, Zimbabwe.
Dentro de los datos aportados por este estudio, la enfermedad cardiovascular (ECV) continúa encabezando las causas de mortalidad entre los adultos de mediana edad a nivel mundial, representando el 40% de todas las muertes. La cifra total de muertes del 2017 a nivel mundial se elevó a 55 millones, de las cuales unos 17,7 millones se debieron a las ECV.
El primer informe hizo un seguimiento de 162,534 adultos de mediana edad (de 35 a 70 años, 58% mujeres) en países con distintos niveles de ingresos, desde el 2005 al 2016, donde encontró que las muertes relacionadas con ECV fueron 2,5 veces más frecuentes en adultos de mediana edad en países de bajos ingresos, en comparación con los de altos ingresos. Los autores atribuyeron una mayor mortalidad para ECV en LIC- que tienen menos factores de riesgo para las ECV- principalmente a una calidad inferior en cuanto a la atención médica, pues los investigadores encontraron que las tasas de hospitalización y el empleo de medicamentos para este tipo de patologías eran inferiores en LIC y MIC, en comparación con las halladas en HIC, respecto a lo cual el Dr. Gilles Dagenais, autor principal del primer informe se refirió de esta manera:
«El mundo está presenciando una nueva transición epidemiológica entre las diferentes categorías de enfermedades no transmisibles (ENT), con la ECV ya no es la principal causa de muerte en HIC«, “Nuestro informe encontró que el cáncer es la segunda causa de muerte más común a nivel mundial en 2017, y representa el 26% de todas las muertes. Pero a medida que las tasas de ECV continúan bajando, el cáncer podría convertirse en la principal causa de muerte en todo el mundo, en unas pocas décadas«.
Por el contrario, el estudio encontró que los casos de cáncer, neumonía, enfermedad pulmonar obstructiva (EPOC) y lesiones son menos comunes en LIC y más frecuentes en HIC, aunque las tasas generales de mortalidad fueron más altas en los países más pobres e inferiores en los más ricos, si bien las tasas de muertes por cáncer fueron similares en todos los niveles de ingresos.
ECV y riesgos modificables
Un segundo informe del estudio PURE- también publicado en The Lancet- indagó sobre la contribución relativa de 14 factores de riesgo modificables para ECV, entre 155,722 personas de mediana edad sin antecedentes de ECV, pertenecientes a los mismos países analizados.
Generalizando, los factores de riesgo modificables- incluidos los de tipo metabólicos, conductuales, socioeconómicos y psicosociales, y el entorno– representaron el 70% de todos los casos de ECV a nivel mundial, con el mayor aporte de los factores de riesgo metabólico a nivel mundial (41,2%), con la hipertensión como el factor principal dentro de este grupo.
Sin embargo, la importancia de los factores de riesgo para ECV y muerte varió ampliamente entre los países según su desarrollo económico, como manifestó Sumathy Rangarajan, coordinador del estudio:
“Si bien algunos factores de riesgo ciertamente tienen grandes impactos globales, como la hipertensión, el tabaco y la baja educación, el impacto de otros, como la mala alimentación, la contaminación del aire en el hogar, varía en gran medida según el nivel económico de países. Ahora existe la oportunidad de realinear las políticas mundiales de salud y adaptarlas a diferentes grupos de países en función de los factores de riesgo de mayor impacto en cada entorno”.
Con respecto al impacto de las ECV en países de menores ingresos, el investigador principal, Dr. Salim Yusuf, profesor de medicina de la Universidad McMaster, comentó:
“Si bien las estrategias de prevención y manejo de ECV a largo plazo han demostrado ser exitosas para reducir la carga en HIC, se requiere un cambio de táctica para aliviar la desproporcionadamente alta impacto de ECV en LIC y MIC. Los gobiernos de estos países deben comenzar invirtiendo una mayor parte de su Producto Interno Bruto en la prevención y el manejo de enfermedades no transmisibles, incluida la ECV, en lugar de centrarse en gran medida en las enfermedades infecciosas«.