Una dieta rica en fibra evitaría los riesgos de preeclampsia

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Investigadores de University of Sidney’s Charles Perkins Centre, en colaboración con especialistas del Barwon Infant Study de la Deakin University, así como de la Monash University, la James Cook University y la Australian National University, indicaron que una dieta rica en fibra reduce la preeclampsia y mejora el metabolismo de los fetos.

Ralph Nanan, líder del estudio, dijo a Medical Xpress que la microbiota intestinal de la madre y una dieta adecuada son cruciales para un embarazo saludable; pues es gracias a este conjunto de bacterias, el sistema inmune funciona de manera correcta.

Si la microbiota sufre alteraciones, suele ser por una dieta insuficiente; por esa razón, los especialistas recomiendan una alimentación balanceada en la que se incluyan fibras.

Las fibras, al fermentarse gracias a la acción de la microbiota intestinal, produce ácidos grasos de cadena corta, principalmente el acetato, butirato y propionato.

Estos ácidos grasos tienen potentes efectos antiinflamatorios y se ha visto que influyen en la salud de los fetos.

Pruebas previas en ratones, ya habían demostrado que la composición microbiana materna es importante para proteger a los futuros bebés de enfermedades alérgicas y en su respuesta inmune.

En el nuevo análisis, se encontró que los niveles reducidos de acetato, producidos por la fermentación de la fibra en el intestino, se asocian a la preeclampsia.

Esta condición, afecta, a su vez, el desarrollo del timo, un órgano que se encuentra detrás del esternón, y donde las células T maduran.

En los bebés de madres con preeclampsia, el timo resultó más pequeño; lo cual tiene efectos negativos en el sistema inmune adaptativo.

Para realizar la investigación, trabajaron con ratones libres de gérmenes. En ellos observaron que las células T del feto y su desarrollo se pueden rescatar si hay un suplemento de acetato sérico.

Al aplicar suplementos de acetato, observaron una respuesta positiva en el sistema inmune fetal; además se dieron cuenta que la nueva generación de ratones tuvo un aumento en la producción de células T.

Del mismo modo, se rescataron células epiteliales tímicas que expresan el gen para la autocapacitación, inducción y generación de células T.

En otras palabras, al consumir fibra, esta se convierte en acetatos.

Los acetatos, entonces, inducen la regulación autoinmune que contribuye a la generación de células T y mejora la salud de los bebés durante la gestación y después del nacimiento.

Los resultados completos fueron publicados en la revista Nature communications.

Desregulación inmune

Los problemas en la regulación inmune de la embarazada parecen afectar el desarrollo inmune del feto y, como consecuencia, desencadenan problemas postnatales.

La preeclampsia es una condición que ocurre hasta en el 10 % de las embarazadas y se caracteriza por presión arterial alta, proteínas en la orina e hinchazón severa.

Las causas de este padecimiento aún no son claras; pero se estima que comienza en la placenta y se da por trastornos autoinmunes, problemas vasculares, genes y una dieta inadecuada.

Esta condición interfiere, además, con el desarrollo del bebé mientras está en el útero; es decir, se vincula con tasas más altas de alergias y enfermedades autoinmunes.

Las recomendaciones de los autores del nuevo estudio son comer más vegetales e incluir este tipo de dieta como una estrategia de prevención primaria, no solo en el embarazo, sino para tratar varias condiciones serias de la actualidad.