Estimulación cerebral: Tratamiento eficiente contra la depresión
En primer lugar, la depresión es una enfermedad mental que afecta cerca de 300 millones de personas, según la OMS. Por esa misma razón, la enfermedad es la principal causa de discapacidad en el mundo. Si bien, la mayoría de las personas relacionan la depresión con tristeza, la condición va más allá de eso. Ya que supone la perdida de interés en actividades, falta de autoestima, sentimientos de culpa y una seria dificultad para disfrutar las actividades. A la larga, la depresión no tratada puede interferir seriamente en la vida de quien la padece. En casos no tratados, incluso puede causar problemas en el sistema nervioso. Llegando al grado de afectar vida social, personal, laboral y en casos extremos, puede llegar al suicidio.
Debido al impacto de la depresión, se han estudiado una gran variedad de tratamientos. Los más usuales incluyen terapia cognitiva y el uso de antidepresivos. No obstante, existen algunos grupos que no responden a las terapias usuales. Para estos grupos, se han desarrollado tratamientos más eficientes. Hace un par de años se había propuesto el uso de una técnica conocida como «Estimulación transcraneal con corriente directa» (tDCS por sus siglas en inglés). A pesar de esto, la eficiencia no fue la esperada, ante lo cual investigadores de Universidad de Carolina del Norte en Chapel Hill idearon una alternativa al tDCS. La nueva propuesta supone el uso de corriente alterna en vez de directa.
Diferentes formas de estimulación
La estimulación transcraneal con corriente directa surgió como una forma de acelerar la recuperación tras daños cerebrales. El equipo para el tratamiento consiste en un par de electrodos que permiten aplicar una pequeña corriente. De esta forma, la tDCS estimula ciertas áreas del cerebro. El tipo de corriente aplicada es de tipo directa (DC por sus siglas en inglés).
Por otro lado, la estimulación transcraneal con corriente aterna (tACS) utiliza corriente alterna (AC). Lo que significa que en vez de tener un polo positivo y uno negativo (como es el caso de la DC), estos se van «alternando». En otras palabras, en el AC los polos cambian a lo largo del tiempo.
Resultados con la técnica tACS
Las personas que sufren de depresión, tienden a tener un patrón de ondas alfa errático y asimétrico. Bajo esa premisa es que se escogió el tratamiento tACS. Sin embargo, únicamente la terapia tACS a 10 Hz tiene efecto en las ondas alfa, debido a que coinciden en la frecuencia.
Entonces, el equipo de académicos de la Universidad de Carolina del Norte en Chapel Hill llevaron a cabo las pruebas con 32 pacientes de depresión, quienes no habían respondido a otros tratamientos. El estudio a doble ciego consistió en separar los pacientes en tres grupos y observar si mejoraban los síntomas. Uno de los grupos recibió el tratamiento tACS a 40 Hz, otro grupo a 10 Hz y el último recibió un tratamiento placebo.
El trabajo experimental terminó después de cinco días, en los cuales se dio cuarenta minutos de tratamiento diario a cada voluntario del estudio.
En las dos semanas posteriores, los participantes que recibieron el tratamiento a 10 Hz mostraron una notable mejoría. El 77.8% reportó que los síntomas de la depresión habían disminuido. Sin embargo, después del periodo de un mes, los efectos beneficiosos ya no se observaban con tanta intensidad.
Camino a nuevos tratamientos
El estudio ha mostrado la capacidad terapéutica del tACS para tratar la depresión. A pesar de ello, hacen falta algunos estudios más para poder implementarla debidamente. Por el momento, el equipo se muestra optimista en el uso de ésta nueva terapia contra la depresión.
Artículo original alojado en revista Nature. Además, con información de Medical News Today, National Center for Biotechnology information (NCBI) y Organización mundial de la Salud (OMS).